Revista del IEEM
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«El mayor desafío de Uruguay es superar la inercia de los reguladores, acostumbrados a tratar con bancos»

Rodrigo Tumaián

Presidente de la Cámara Uruguaya de Fintech y CEO de Prometeo

¿Cuáles son las tendencias tecnológicas y económicas que más influirán en la evolución del mercado fintech en la región este año?

Una de las más influyentes será el Crossborder Banking, impulsado por la creciente necesidad de transacciones internacionales más rápidas, económicas y seguras. Este segmento, dominado por el B2B, demanda herramientas que optimicen la gestión de pagos transfronterizos y fomenten la conectividad económica en la región.

La expansión de las finanzas embebidas es otra tendencia destacada. Este modelo, que integra servicios financieros en plataformas no financieras, ofrece experiencias más fluidas y fomenta la inclusión financiera porque permite llevar los servicios a nuevos públicos.

Además, los pagos instantáneos seguirán ganando relevancia con sistemas como SPEI en México, Pix en Brasil o Bre-B en Colombia. Estas alternativas para realizar pagos potencian el comercio electrónico y la digitalización económica. En paralelo, el Open Finance promete una mayor interoperabilidad y servicios personalizados. En este contexto, la colaboración entre reguladores y empresas será esencial para superar desafíos como la ciberseguridad.

Por último, la hiperpersonalización, habilitada por IA y análisis avanzado de datos, que permitirá a las fintech ofrecer soluciones adaptadas a las necesidades individuales. La hiperpersonalización mejorará la experiencia del usuario y optimizará las estrategias de marketing.

La convergencia de estas tendencias, junto con un entorno regulatorio más maduro, posicionará al sector fintech como un pilar estratégico para el desarrollo económico en Latinoamérica.

 

Con el cambio de gobierno, ¿qué medidas regulatorias o políticas públicas espera el sector fintech para fomentar su desarrollo y consolidación?

La llegada del Frente Amplio genera expectativas sobre el futuro del sector fintech, considerando el reciente crecimiento del país en este ámbito. Entre las medidas clave, esperamos el fortalecimiento del marco regulatorio, para la regulación de Open Finance y la continuidad de políticas como la Ley de Activos Virtuales de 2024, que aporta seguridad jurídica. Estas regulaciones fomentan la confianza y atraen inversión al sector.

Sin embargo, más allá de lo específico, el mayor desafío de Uruguay es superar la inercia de los reguladores, acostumbrados a tratar con bancos y con infraestructura provista por entidades bancarias, lo que dificulta que las fintechs propongan modelos alternativos innovadores por fuera de los actores bancarios.

«Uruguay necesita reguladores con mayor conocimiento técnico en tecnología y una visión de negocios”.

Uruguay necesita reguladores con mayor conocimiento técnico en tecnología y una visión de negocios que dinamice el actual ecosistema financiero del país.

Uruguay está consolidado como un destino atractivo para fundadores tecnológicos en América Latina, gracias a su estabilidad política, calidad de vida y entorno fiscal competitivo. Entre enero de 2022 y junio de 2024, Montevideo vio surgir 22 startups respaldadas por capital de riesgo, lo que refleja su potencial como hub fintech. Para sostener este crecimiento, será crucial integrar nuevos actores y acelerar la adaptación tecnológica en todo el ecosistema financiero.

 

¿Cómo está cambiando la relación entre las fintech y los bancos tradicionales, y qué oportunidades de colaboración vislumbrás?

La relación entre fintechs y bancos ha evolucionado hacia la colaboración estratégica, aprovechando las fortalezas de ambos. Los bancos aportan volumen, infraestructura y experiencia regulatoria, mientras que las fintechs destacan por su agilidad e innovación.

En mercados avanzados como México, esta colaboración ha alcanzado nuevos niveles, con fintechs que obtuvieron licencias bancarias para operar como bancos. Esto amplía su capacidad para competir en igualdad de condiciones y ofrecer productos más robustos. Este cambio refleja la madurez del sector y la disposición de los bancos para integrarse con nuevos jugadores. Sin embargo, el panorama varía entre países latinoamericanos, en los que los niveles de adopción y colaboración son desiguales.

Hace unos años, los bancos eran reticentes a colaborar con las fintechs, percibiéndolas como competencia directa o como amenazas menores que no merecían demasiada atención. Por suerte esto viene cambiando: los bancos comenzaron a reconocer el valor que las fintech aportan en innovación y agilidad, adoptando un enfoque más abierto que prioriza alianzas y nuevos modelos de colaboración.

«Algo clave para la sinergia entre bancos y fintechs será el Open Finance, que permite desarrollar servicios que integran lo mejor de ambos mundos».

Algo clave para esta sinergia será el Open Finance, que permite desarrollar servicios que integran lo mejor de ambos mundos, como pagos instantáneos, préstamos personalizados y otras soluciones innovadoras para segmentos no bancarizados. No obstante, uno de los mayores desafíos será superar las diferencias culturales y tecnológicas. En particular, un obstáculo crítico es la capacidad de los bancos para proporcionar las API de alta calidad que faciliten la integración fluida con las fintech, algo esencial para una colaboración efectiva.

 

¿Qué impacto podría tener el impulso al Open Banking en Uruguay?

El Open Banking y el Open Finance tienen el potencial de transformar el panorama financiero de Uruguay, democratizando el acceso a servicios y fomentando la innovación. Este modelo facilita herramientas para gestionar múltiples cuentas, comparar productos financieros en tiempo real y mejorar la experiencia del usuario. Además, impulsa la competencia al permitir que terceros desarrollen servicios innovadores mediante el acceso seguro a datos bancarios. Esto no solo reduce costos, sino que también ajusta los productos a las necesidades de los consumidores.

En este contexto, Prometeo juega un papel clave al ofrecer infraestructura tecnológica que permite a las empresas de la región acceder a datos bancarios de forma segura, gestionar múltiples cuentas y automatizar pagos. Estas herramientas mejoran la eficiencia operativa y habilitan experiencias financieras más ágiles y personalizadas para los usuarios.

Uruguay ya presentó su hoja de ruta para el Open Finance, sentando bases prometedoras. Sin embargo, el verdadero desafío está en la implementación. Países pioneros en Open Banking, como México, avanzaron en regulación, pero su desarrollo operativo viene lento. Uruguay debe evitar este estancamiento, priorizando la colaboración entre bancos, fintechs y reguladores para cumplir su promesa de inclusión financiera y posicionarse como un hub regional.

 

¿Qué desafíos clave enfrentará el ecosistema fintech en Uruguay para atraer más inversión y talento en 2025?

Uruguay deberá superar varios retos para consolidar su ecosistema fintech. Uno de los principales será aumentar el acceso a capital de riesgo y financiamiento, especialmente de fuentes internacionales. Actualmente, el sector fintech en Latinoamérica depende en gran medida de fondos locales, lo que limita las oportunidades de crecimiento. Uruguay necesitará atraer más inversores extranjeros para impulsar el desarrollo de sus startups fintech.

La formación de talento especializado será otro desafío clave. Aunque el país cuenta con una base sólida, la creciente demanda de expertos en tecnología financiera, análisis de datos y ciberseguridad requerirá programas de capacitación avanzada y colaboraciones público-privadas.

La mejora del marco regulatorio también será crítica, estableciendo reglas claras para el Open Finance que fomenten la innovación sin comprometer la seguridad. Además, modernizar la infraestructura tecnológica será esencial para reducir costos operativos y mejorar la conectividad para facilitar la expansión de las fintech locales.

Por último, Uruguay deberá diferenciarse de competidores como Brasil y México, potenciando incentivos para la innovación y fomentando la escalabilidad internacional de sus fintechs. Con un enfoque integral, el país tiene el potencial de consolidarse como un líder regional en el sector.

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