Crear una identidad coherente
Por qué conocerse a uno mismo es la piedra angular a la hora de definir una estrategia de personal branding.
No dejes para mañana lo que puedas empezar hoy. A lo largo del tiempo que pasamos en esta vida, colaboramos con diferentes marcas incrementando su posicionamiento y reputación, pero, realmente, ¿cuánto tiempo le dedicamos a nuestra marca personal? Sí, todos tenemos una marca que hemos cuidado siempre en nuestra cotidianeidad, estando en contacto y mostrándonos con las personas de nuestro entorno más cercano, tanto a nivel personal como profesional. Sin embargo, ahora nos encontramos ante un nuevo escenario, en el que también debemos proyectar y cuidar nuestra marca personal en Internet y las redes sociales, dedicándole el tiempo necesario para transmitir de manera coherente nuestra propia identidad. En este artículo acerco algunas de las claves para construir una identidad coherente, dotando de sentido tu actividad.
Conócete bien
Un profesional que hoy no tiene presencia en LinkedIn es como esas hojas que se van secando poco a poco hasta que se caen del árbol y dejan de formar parte de la copa. Un árbol conecta a través de las ramas a unas hojas con otras, y es en la primavera cuando, con el florecer, unas hojas se entremezclan con otras generando vínculos en la copa. Algo similar ocurre en LinkedIn, la herramienta profesional de nuestros días. Hoy, si queremos estar en la mente de las personas —y de los algoritmos—, deberíamos tener cierta presencia en estas plataformas digitales y, principalmente, en LinkedIn. Esta plataforma se ha convertido en los últimos años en el principal canal laboral a través del cual perfiles de diferentes especialidades dan visibilidad a su marca personal, conectan con otros profesionales, hacen seguimiento de las últimas tendencias del sector, descubren nuevas oportunidades de negocio, asisten a eventos online de referencia y aportan a la comunidad contenidos de interés para el resto de usuarios.
No obstante, antes de empezar a trabajar la marca personal en estos canales online, deberíamos llevar a cabo un ejercicio de introspección adentrándonos en lo más profundo de nuestro ser para conocer mejor los rasgos más característicos de nuestra personalidad. No es un ejercicio sencillo llegar a reconocer aquellas capacidades y valores que tenemos arraigados y tratar de justificar por qué los reconocemos en nosotros. Conocernos bien a nosotros mismos es la mejor manera de definir con exactitud la estrategia de posicionamiento de personal branding.
Recuperar a los clásicos
El ser humano necesita de su propio espacio para reflexionar y meditar sobre su ser. Ya en la Grecia clásica, en la Apología de Sócrates que Platón escribió recordando la autodefensa que Sócrates hizo ante los tribunales, podemos reconocer que su actuación en Atenas consistía en molestar a sus conciudadanos, haciéndoles pensar acerca de su comportamiento, intentando convencerles del valor que tiene reflexionar sobre lo que uno hace. Por lo tanto, Sócrates practicaba el “conócete a ti mismo”, como ahora considero que deberíamos hacer cada uno de nosotros en silencio, sin distracciones, incluso silenciando nuestro teléfono móvil durante unas horas…
Una vez realizado este ejercicio, también te invitaría a buscar el feedback de aquellas personas que mejor te conocen, tanto de tu entorno personal como profesional, para terminar de definir tu identidad, y después proyectarla de manera coherente a través de las plataformas digitales.
La huella digital
Paralelamente, también tendrías que realizar un análisis de tu huella digital actual, ese rastro que vamos dejando día a día en Internet. Aquello a lo que reaccionamos, compartimos o seguimos en las redes sociales también forma parte de nuestra vida digital. De hecho, a través de Internet se configura nuestra identidad digital, la cual agrupa, por un lado, toda nuestra actividad generada en estos canales online y, por otro lado, la percepción que los demás tienen de nosotros en base a lo que vamos compartiendo. Hay ocasiones en que no somos conscientes de las impresiones que puede generar en otros una imagen de perfil en nuestro WhatsApp, un tuit con un tono poco afortunado o un posicionamiento ideológico expresado.
Debes ser consciente de que todo lo que digas o hagas a través de Internet puede afectar positiva o negativamente, tanto a tu marca personal como a aquellas marcas con las que tienes un vínculo —la compañía en la que trabajas o la escuela de negocios en la que cursaste un programa—, y actuar consecuentemente. Por eso, más vale ser prudente a la hora de expresar ciertos pensamientos o sentimientos a través de las redes sociales.
Se trata de que seas contigo mismo, tanto online como offline. Este es el mejor ejemplo de marca personal. Y, por supuesto, ser siempre respetuoso con los demás.
En definitiva, se trata de que seas coherente contigo mismo, tanto online como offline. Este es el mejor ejemplo de marca personal. Y, por supuesto, ser siempre respetuoso con los demás, independientemente de su parecer.
Cuando nos ponemos a trabajar en nuestra marca personal, no debemos tener nunca el afán de destacar o de incrementar nuestro ego queriendo vender más, sino todo lo contrario. Se trata de transmitir a los demás nuestra forma de pensar, ser y actuar en base a nuestra personalidad, compromiso, experiencia, bagaje e inquietudes profesionales. Y para ello, también es oportuno hacerse esta pregunta: ¿Qué puedo aportar de valor a los otros, tanto humana como profesionalmente? El esfuerzo vale la pena, ya que un buen posicionamiento te permitirá convertirte en un referente para los demás, gracias a su ejemplaridad tanto personal como a nivel profesional.
A lo largo de más de 10 años asesorando a profesionales de diferentes sectores en el desarrollo de su marca personal, he encontrado casos en los que la persona quería activar su marca porque necesitaba cambiar de trabajo o porque estaba en una posición de desempleo y necesitaba una nueva oportunidad. Sin embargo, la marca personal se debería trabajar independientemente de estas situaciones, ya que todos y todas tendríamos que dedicar tiempo a asentar una identidad digital.
Todos y todas tendríamos que dedicar tiempo a asentar una identidad digital.
En estos últimos años, las organizaciones han otorgado un mayor peso estratégico a los equipos de comunicación, y han comprendido la importancia de alinear la comunicación corporativa con aquellos mensajes que transmiten los portavoces de la compañía (presidentes, CEO, miembros del Comité Directivo, etc.) a través de las redes sociales, y de embajadores de marca (personas del equipo que exponen su sentimiento de pertenencia con la organización) y que quieren participar en la estrategia comunicacional. Este tipo de comunicación humana por parte de las personas que forman parte de una marca está facilitando a las empresas incrementar la reputación a través de mensajes más naturales, cercanos, empáticos y creíbles para la audiencia.
La vida digital
Desde aquí, te animo a dedicar 30 a 40 minutos a la semana a tu marca personal en Internet, implementando un plan de acción para mantener una “Dieta Digital Equilibrada”, en la que contemples un tiempo para identificar y seguir a tus referentes en LinkedIn, buscar contenidos alineados a tus territorios de marca (temáticas en las que cuentas con experiencia y conocimientos), comentar y compartir publicaciones de otros usuarios que estén aportando contenido de valor, responder a mensajes o comentarios que recibes, generar algún contenido que esté alineado con esos cuatro o cinco temas en los que puedes demostrar tus competencias, y conectar con personas y empresas a las que consideres relevantes en tus sectores. Antes, define tus objetivos: aumentar el conocimiento de tu marca personal en el sector, buscar nuevas oportunidades, crecer internamente en la empresa en las que estás actualmente, etc.
Hoy, cualquier perfil profesional, independientemente del campo en el que la persona desarrolle su actividad, debería adquirir unas mínimas habilidades digitales y de comunicación, porque todos y todas podemos trabajar nuestra marca personal online. De hecho, la calidad de oportunidades que se nos presenten a lo largo de la vida estará directamente relacionada con cómo hayamos trabajado nuestra marca personal, tanto dentro como fuera de las redes sociales. Eso sí, no esperes más tiempo para activarla porque hoy el mundo es digital, y es ahí donde pasamos más horas, aunque, a veces, nos resulte difícil de concebir.
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