«Liderar para la felicidad es liderar con humanidad; y es una ventaja estratégica»

Cecilia Targetta
Country Manager de Globant Uruguay
Desde tu experiencia liderando equipos globales, ¿qué significa hoy “liderar para la felicidad” en un entorno tan cambiante y desafiante?
Creo que hoy liderar para la felicidad es animarse a hacer un cambio de enfoque profundo. Ya no se trata solo de alcanzar objetivos o cumplir con indicadores: se trata de cómo llegamos a esos resultados, con quiénes lo hacemos y en qué condiciones. En un mundo cada vez más complejo, con dinámicas laborales cambiantes, exigencias múltiples y contextos personales muy diversos, el rol del líder también cambió. Hoy, liderar es acompañar. Es generar entornos donde las personas se sientan seguras, escuchadas y conectadas con lo que hacen.
La felicidad en el trabajo no es un ideal inalcanzable, ni algo que dependa de un “buen clima” pasajero. Para mí, tiene que ver con tener una experiencia con sentido, saber que lo que hacés importa, sentirte parte de un equipo en el que podés ser vos mismo, y contar con un liderazgo que te valore más allá de tu rendimiento. Eso no significa dejar de lado la exigencia o los desafíos, sino justamente darles un marco donde el bienestar no sea un obstáculo, sino una condición para crecer.
En Globant hablamos mucho de liderazgo consciente, y no es casual. Ser consciente es estar presente, leer el momento del otro, tener conversaciones honestas, reconocer esfuerzos, dar lugar a las emociones sin miedo. Cuando un equipo se siente contenido, hay confianza. Y cuando hay confianza, hay creatividad, autonomía y compromiso. Liderar para la felicidad, en definitiva, es liderar con humanidad. Y eso —hoy más que nunca— es una ventaja estratégica, pero sobre todo, una elección profundamente humana.
¿Cuáles creés que son los pilares culturales que sostienen el reconocimiento de Randstad como una de las “tres empresas que enamoran” y cómo se relacionan con la felicidad de las personas?
En Globant, nuestra cultura no es algo que se escribe en un manual, sino algo que se vive todos los días. Y una de las formas más claras en las que se expresa es a través del programa “Be Kind», que resume muy bien cómo entendemos nuestro rol como empresa y como comunidad. Este programa atraviesa todo lo que hacemos, desde cómo diseñamos nuestros proyectos hasta cómo nos vinculamos entre nosotros. Se articula en cuatro pilares que funcionan como brújula para nuestras decisiones y acciones:
- Be Kind to Yourself: Fomentamos el bienestar integral de cada persona, promoviendo el equilibrio real entre la vida personal y profesional, con espacios de autocuidado, flexibilidad y escucha.
- Be Kind to Your Peers: Impulsamos una cultura diversa e inclusiva, en la que cada individuo se siente valorado y respetado por quien es, y donde el trabajo en equipo se construye desde la confianza y la colaboración genuina.
- Be Kind to Humanity: Creemos en el poder de la tecnología como herramienta para abordar desafíos sociales, reducir brechas y generar oportunidades reales de transformación.
- Be Kind to the Planet: Nos comprometemos con el desarrollo sostenible, incorporando prácticas responsables en nuestra operación y proyectos.
Todo esto genera un entorno donde se puede ser uno mismo, donde el propósito no es un discurso, sino algo que se respira. Y, para mí, eso es lo que convierte a Globant en un gran lugar para trabajar.
Este año fuimos reconocidos por Randstad como una de las tres “empresas que enamoran” en Uruguay. Este tipo de reconocimientos nos llena de orgullo, es una demostración de que estos valores que mencionamos anteriormente son realmente ejercitados en nuestro día a día.
¿Qué prácticas o políticas impulsan para fomentar el bienestar y sentido de propósito en sus colaboradores?
Fomentar el bienestar en el trabajo no se trata solo de sumar beneficios o espacios de recreación. Tiene que ver con construir un entorno donde las personas puedan desarrollarse plenamente, en lo profesional y en lo personal. Encontrar un lugar donde nuestros colaboradores se sienten “seguros” para mostrarse tal cual son. En Globant lo entendemos como una experiencia integral, que se diseña y se vive desde múltiples dimensiones. Por eso, nuestras políticas apuntan a generar un ecosistema en el que cada persona pueda crecer, ser escuchada y sentir que su trabajo tiene un impacto real.

«Nuestras políticas apuntan a generar un ecosistema en el que cada persona pueda crecer, ser escuchada y sentir que su trabajo tiene un impacto real».
Desde lo más cotidiano, promovemos una modalidad de trabajo flexible que permita adaptar la jornada a las distintas etapas y necesidades de la vida. Valoramos mucho la autonomía y la confianza, porque creemos que cada persona sabe cómo organizar su tiempo para dar lo mejor. También invertimos en formación continua: no solo en lo técnico, sino también en habilidades blandas, liderazgo y gestión emocional. El desarrollo profesional, cuando está acompañado de propósito, se vuelve mucho más potente.
Sabemos que justamente el permitir y fomentar la formación continua, teniendo siempre en cuenta las inquietudes de cada persona, resulta un aspecto muy valorado por nuestros colaboradores. Dar el espacio para crecer a nivel personal y profesional, presentando desafíos interesantes, industrias de vanguardia y expertos que están a un solo chat de distancia son puntos que sabemos que son valorados por quienes forman parte de Globant.
Otra dimensión muy fuerte para nosotros es el impacto, a través del programa Be Kind impulsamos iniciativas que trascienden lo individual: proyectos con impacto social, propuestas de sostenibilidad, acciones concretas para cerrar brechas de género o de acceso. Eso genera una conexión distinta con el trabajo. Saber que lo que hacés no solo suma al negocio, sino que también puede mejorar realidades, transforma la motivación.
Encontrar una empresa que escucha estas inquietudes y brinda el espacio y el marco para devolver a la comunidad es algo valioso. Es un orgullo para nosotros ver cómo muchos toman de su experiencia personal desde un lugar muy solidario, buscan compartir parte de su privilegio para transmitir el mensaje desmitificador de que la industria tiene lugar para aquellas personas que están dispuestas a tomar el desafío e invertir en la reconversión laboral.
¿Cómo acompañan a los líderes dentro de la organización para que el bienestar sea parte de su estilo de gestión y no solo una iniciativa del área de People?
En Globant, creemos que el liderazgo no es una meta estática ni una etiqueta, sino un proceso de transformación continua. Muchos de los líderes que hoy inspiran y acompañan equipos en la compañía empezaron en roles completamente distintos, y fueron creciendo, reinventándose, encontrando su lugar y potenciando habilidades a lo largo del tiempo. Eso habla de algo muy profundo: de una cultura que cree en las personas, que les da espacio para reconvertirse, para probar, para desarrollarse. Y cuando una organización apuesta de verdad al crecimiento interno, los liderazgos que emergen son mucho más sólidos, humanos y conscientes.

«Cuando una organización apuesta de verdad al crecimiento interno, los liderazgos que emergen son mucho más sólidos, humanos y conscientes».
Tenemos una cultura que valora las trayectorias, muchos globers llevan años en la compañía, y no porque se hayan quedado “en el mismo lugar”, sino porque encontraron múltiples formas de reinventarse. Esa fidelidad que se construye con los años es una riqueza enorme, y se nota en el modo en que se lidera.
¿Qué aprendizajes personales te dejó liderar con foco en el bienestar y qué impacto ves en los resultados del negocio cuando la felicidad es una prioridad real?
Como líder, siempre he creído que el éxito de una organización se construye a partir del bienestar y la felicidad de su gente. A lo largo de más de una década en Globant, aprendí que liderar con foco en el bienestar no es solo algo “agradable de tener”, sino un factor esencial para alcanzar grandes logros. Nuestros pilares culturales en Globant están alineados con esta visión: promovemos la confianza, la inclusión, la flexibilidad y el equilibrio. Sabemos que el balance entre la vida personal y el trabajo es clave para la felicidad, por eso implementamos acciones concretas para que todos los colaboradores se sientan cuidados y valorados. Fomentamos una cultura de equidad en la que cada persona puede ser auténtica; de hecho, me enorgullece que más del 94 % de nuestro equipo sienta que es tratado de manera justa sin importar su edad, género u otras particularidades. Esto refuerza mi convicción de que vamos por el camino correcto, priorizando siempre a las personas. En lo personal, me gusta que todos se sientan realmente parte del grupo y de que las decisiones las tomemos en conjunto, escuchando sus opiniones. Esa filosofía de cercanía, colaboración y apoyo mutuo crea un clima en el que cada uno puede dar lo mejor de sí.
En definitiva, liderar para la felicidad significa cuidar a las personas, celebrar sus logros y acompañarlas en las dificultades. En un entorno cambiante como el actual, priorizar el bienestar del equipo brinda la estabilidad y motivación necesarias para innovar y adaptarse. Al final del día, los números del negocio reflejan ese esfuerzo: cuando nuestro equipo está bien, la empresa también lo está. Me siento afortunada y orgullosa de lo que hemos construido juntos, y reafirmo mi compromiso de seguir liderando con empatía, convicción y cercanía, poniendo la felicidad de nuestra gente en el centro de cada decisión.