Revista del IEEM
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El mundo del trabajo: perspectivas para 2023

Cómo aprovechar la nueva ola tecnológica y prepararse para un futuro del trabajo que ya llegó.

«La tecnología no gatea, da saltos”

Nicholas Taleb, conocido por su ya clásico libro El Cisne Negro decía en uno de sus capítulos: “La historia no gatea, de saltos”. A mí se me ocurre que esta frase le va como un guante a lo que está sucediendo hoy con la tecnología, así que me tomé el atrevimiento de tergiversar un poco su frase original para adaptar la temática a este artículo.

Mientras escribo, algunas de las mentes más brillantes del mundo académico y de los negocios están reunidas en Davos, barajando cartas para evaluar qué suerte le depara a este año y más en particular al futuro del mundo del trabajo. Un futuro que ya llegó y que está caminando como si nada ante nuestras narices.

Para muestra un botón. Uno de los temas candentes de la agenda del Foro de Davos refiere a los avances en tecnología de inteligencia artificial (IA) y el furor que está causando una nueva herramienta: el ChatGPT (Generative Pre-trained Transformer), desarrollada por OpenAI, una empresa con sede en Mountain View, California. En pocas palabras, se trata de una herramienta que se utiliza para generar textos, escribir artículos, traducir automáticamente y generar respuestas a los temas más diversos. Es tan potente que promete cambiar la forma en que en que se realizan ciertas tareas y está avivando una vieja discusión acerca de cómo va a afectar a los empleos del futuro. ¿Será que estos avances van a sustituir los trabajos que hacen muchas profesiones?

A propósito de este debate abierto, resulta interesante la visión de Jonas Pricing, CEO de ManpowerGroup y uno de los panelistas de este foro que, consultado sobre este tema, dijo: “Hace seis años, las conversaciones en Davos se centraron en cómo los robots iban a tomar nuestros trabajos. Y, sin embargo, si nos paramos al día de hoy, ¿cuán probable es que ChatGPT se apodere de nuestros trabajos? Sabemos que es probable que ocurra lo contrario, existe suficiente evidencia empírica sobre que estos avances contribuyen a crear otros muchos nuevos oficios, más interesantes, más humanos y mejor remunerados que los anteriores”.

Lo que no admite dos opiniones es que este nuevo escenario exige estar preparados, por eso el upskilling y el reskilling son dos de los grandes temas.

En cualquier caso, lo que no admite dos opiniones es que este nuevo escenario exige estar preparados, por eso el upskilling y el reskilling son dos de los grandes temas que están dominando la conversación. Se van a crear puestos de trabajo que ni siquiera podemos imaginar hoy. Equipar a las personas con las habilidades necesarias para aprovechar esta tecnología es la única forma en que crearemos un futuro del trabajo más cercano a lo que quieren los trabajadores.

En la misma dirección va el último paper de ManpowerGroup, “The New Human Age”, que precisamente refiere a las cuatro fuerzas o megatendencias que van a predominar este año. A continuación, hago un doble clic en cada una de ellas.

  1. Cambios demográficos

El cambio demográfico que señalo como una de las tendencias que están transformando el mundo laboral tiene varias aristas. La primera es que las tasas de natalidad continúan disminuyendo al mismo tiempo que las poblaciones envejecen, acentuando la escasez de talento y la reducción de la participación en la fuerza laboral en muchos países.

En este sentido, la escasez de habilidades se está concentrando en los sectores en crecimiento, como en el de IT. Frente a esto, las empresas se abren a seducir al talento, que es cada vez más global, y por eso se les impone abordar estrategias para desarrollar programas que impulsen la diversidad, la equidad, la inclusión y la pertenencia (DEIB, por su sigla en inglés).

Es cierto que en este contexto la marca empleadora debe ser fuerte. El papel y la expectativa que hay sobre las empresas nunca fueron tan grandes, y las organizaciones necesitan tener un propósito claro y genuino si quieren atraer, desarrollar y retener al talento, en especial a la generación Z.

¿Deben las empresas enfocarse en los valores de los jóvenes? ¡Sin dudas! Para reconocerlo solo basta saber que para 2025 los Gen Z constituirán el 27 % de la fuerza laboral. Y hay más, el 56 % ya reconoce que no aceptaría un rol sin diversidad de liderazgo dentro de la organización.

En definitiva, las compañías deben crear una “red positiva”, que incluya dinámicas que faciliten los conceptos DEIB, al mismo tiempo que deberán facilitar a los talentos la posibilidad de aumentar su empleabilidad pensando en el ahora y en el futuro.

  1. Elecciones personales

Las personas no quieren hoy una vida llena de trabajo, quieren una vida plena. ¿Qué significa? Que en el ámbito laboral puedan reflejarse como individuos, que vean que comparten con sus compañeros y con la empresa valores, intereses y compromiso en temas como diversidad, inclusión y medio ambiente. Las personas, candidatos y colaboradores prestan cada vez más atención a las empresas que tienen una estrategia de sustentabilidad y siguen los criterios de ESG (Environmental, Social and Governance).

En este punto destaca el cambio en la concepción del trabajo entre las mujeres, quienes ya no tienen intención de trabajar simplemente por el salario: el trabajo es para ellas el modo de posicionarse en la sociedad, de ser ejemplo para sus hijos e hijas al criarlos inmersos en la cultura del trabajo.

Esto se contrapone con la realidad que se viene arrastrando desde la pandemia, en la que muchas mujeres tuvieron que abandonar sus empleos, sobre todo para hacerse cargo de las tareas de cuidado que aún por temas culturales siguen, sin sentido alguno, recayendo mayormente sobre ellas.

Otro tema que tiene que ver con las elecciones personales es la tan ansiada y comentada semana laboral de cuatro días. ¿Podría ser esta una realidad en nuestra región? Antes de ver lo que se demanda desde los trabajadores, las empresas tienen que plantearse: ¿cómo se podría abordar este modelo? ¿Es algo posible para firmas de todos los tamaños?

En otra investigación de ManpowerGroup, “Lo que los trabajadores quieren para prosperar”, queda en claro que las personas están dispuestas a ceder su parte en pos de ganar este beneficio.

Así, el 64 % de los colaboradores afirmó que quiere pasar a una semana laboral de cuatro días —dando su máximo esfuerzo por el sueldo completo—, el 45 % quiere elegir el horario de entrada y salida, el 35 % desea elegir el lugar donde trabajar según sus necesidades diarias y el 19 % aceptaría una semana laboral de cuatro días por un salario más bajo para obtener un mejor balance.

Otro ejemplo es lo que sucede en los Estados Unidos donde, luego de haber experimentado la semana condensada durante seis meses, el 97 % de los colaboradores asegura que quiere seguir con ese esquema.

En definitiva, todo esto es planteado para lograr el tan ansiado bienestar, el que aún está lejos de ser alcanzado. Por lo menos así lo perciben los trabajadores, ya que tres de cada 10 de ellos quisieran que sus empleadores reconocieran el esfuerzo que ponen para sostener la productividad.

  1. Adopción de la tecnología

Ya hemos abordado en artículos anteriores la escasez de talento, sobre todo en el ámbito de IT. A esto se suma una nueva complejidad, se deben formar y desarrollar talentos que aporten su toque personal para humanizar la tecnología que, según advierte el informe, se ha deshumanizado. Es importante volver a la fuente para que estos avances sean entendidos no como un fin en sí mismo, sino como lo que son: un medio para acceder a una mejor calidad de vida para todos.

Será crucial que las organizaciones entiendan e interactúen con creatividad con las nuevas figuras que están emergiendo. Los nómades digitales y la llamada “economía gig” están acaparando la escena. Los responsables de las áreas de Capital Humano y de People & Culture deberán aprender más acerca de estas culturas y fomentar su integración en equipos que cada vez más apuntan a la multiculturalidad.

A su vez, el paper advierte que se agudizará la escasez de talentos en el mercado IT, para lo cual será imperioso tomar medidas tempranas para cerrar la brecha de habilidades y hacer frente a una demanda cada vez mayor de trabajadores tecnológicos. Para 2025 se crearán 149 millones nuevos empleos digitales, en áreas como ciberseguridad, análisis de datos, machine learning e inteligencia artificial, cloud, datos y desarrollo de software. El informe agrega que un 50 % de todos los empleados necesitarán reskilling a medida que aumenta la adopción de tecnología.

Como dato ilustrativo menciona lo ocurrido en Estados Unidos, donde más de 140 000 trabajadores de IT fueron despedidos en marzo, pero necesitaron menos de tres meses para encontrar un nuevo empleo. Incluso frente a un sector tecnológico en crisis, con despidos masivos, es un hecho que este tipo de empleos continuarán con alta demanda.

El trabajo híbrido continúa en el tapete. Ya no quedan dudas de que tanto el trabajo híbrido como el remoto son la nueva realidad y es una tendencia que continuará creciendo en 2023. Todos están de acuerdo con que el trabajo híbrido tiene que ver con la flexibilidad y dar más opciones a los empleados que ahora tienen más control sobre cuándo, dónde y cómo hacen su trabajo. Más allá de eso, es una mezcla de modelos y enfoques, a menudo orientados a ciertas industrias o profesiones.

Una prioridad principal para los trabajadores del conocimiento, por ejemplo, es el trabajo asincrónico, que admite la colaboración tanto presencial como remota, en el momento y lugar que elija cada miembro del equipo. Según el estudio, el beneficio más valorado, por el 66 % de los trabajadores, es la flexibilidad, y las principales motivaciones para volver a la oficina son una mayor interacción social (39 %) y una colaboración eficiente (26 %). Por otra parte, la mayoría de los trabajadores (52 %) y muchos empleadores (46 %) dicen que las sesiones de brainstorming presenciales son las que generan las ideas más creativas.

  1. Competencias blandas y técnicas

Uno de los mayores desafíos de las empresas es acercarles a los colaboradores opciones de capacitación. Esto tiene un doble sentido: por un lado, crear marca empleadora, facilitando que cada persona pueda aumentar su empleabilidad y, por el otro, formar al talento de acuerdo con lo que ellas y el mercado están necesitando, y no encuentran (o no lo hacen fácilmente).

Justamente, días atrás, LinkedIn presentó su informe en el que señaló que las habilidades más importantes para desarrollarse en 2023 son la adaptabilidad y la fluidez digital. Dos condiciones que se entrelazan con todo lo vertido hasta acá.

Además, dicen sus expertos que estas skills tendrán un impacto positivo en el funcionamiento de los equipos. Las organizaciones que logren impulsarlas obtendrán un diferencial interno, y también les servirá para atraer talento.

Identificar qué habilidades necesita para mejorar los equipos y desarrollarlas será una tarea clave para cada empresa en este año. Las habilidades blandas cobran una gran preponderancia y coincidentemente, en su libro En sus marcas, listos… ¡empleáte!, Mónica Flores Barragán, presidenta de ManpowerGroup LATAM, destaca cuáles son esas 10 habilidades blandas que más requieren las empresas hoy:

  1. Accountability, confiabilidad y disciplina
  2. Resiliencia, tolerancia al estrés y adaptabilidad
  3. Toma de iniciativas
  4. Razonamiento, resolución de problemas
  5. Liderazgo e influencia social
  6. Pensamiento crítico y análisis
  7. Colaboración y trabajo en equipo
  8. Creatividad
  9. Learnability
  10. Curiosidad

 

Conclusiones

A pocos días de los anuncios que se están haciendo en el Foro de Davos, que nos hablan de un nuevo impulso de esta nueva revolución tecnológica, con la inteligencia artificial como abanderada, no deja de sorprender la velocidad con la que están sucediendo los cambios. La irrupción del ChatGPT es un buen ejemplo de cómo el uso más intensivo de la inteligencia artificial está revolucionando el modo en que hacemos las cosas. También nos interpela con nuevas preguntas y desafíos.

La irrupción del ChatGPT es un buen ejemplo de cómo el uso más intensivo de la inteligencia artificial está revolucionando el modo en que hacemos las cosas.

Una vez más, si queremos aprovechar la nueva ola tecnológica que se avecina y prepararnos para un futuro del trabajo que ya llegó, tenemos un gran reto en materia de educación y formación de nuestro talento.

¿Todo esto es un gran desafío? Es mucho más. Es establecer las bases para el futuro, pero recobrando el valor primero del trabajo: generar beneficios y bienestar para la sociedad.

Autor

Gerenta general de ManpowerGroup Uruguay

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