Revista del IEEM
TOP

Perspectivas de Argentina a partir de las políticas del nuevo gobierno

¿Saldrá Argentina de la estanflación con las políticas de Milei?

El 10 de diciembre pasado se inició un proceso de final abierto a partir del triunfo del libertario Milei. Su figura aparece para revertir dos décadas de hegemonía kirchnerista en un proceso análogo, con sus diferencias, al que Menem imprimió con su libreto liberal a la economía argentina en los 90. El libertario viene de fuera del sistema político convencional, es un outsider al estilo de Trump. Pudo captar el voto liberal tradicional de las clases media y alta, pero también obtuvo apoyo en segmentos pobres de todo el país. Un año antes, su victoria era inimaginable cuando el candidato principal de Juntos por el Cambio era el favorito para imponerse en los comicios.

La llegada de Milei ocurre en un contexto internacional caracterizado por el descenso de la inflación en los países centrales. Para revitalizar la economía, Estados Unidos  se anima a reducir la tasa de interés para bajar la inflación. Estados Unidos crecerá al 2,5 % en 2024, con una tasa de desempleo baja. Se presume que Trump será reelecto presidente. Biden no es un candidato adecuado para la reelección. Europa crece a tasas bajas, con Alemania en una virtual recesión leve pero sorprendente para la locomotora europea. China crece al 5 %, un ritmo menor del promedio histórico. Su tasa de expansión es relevante para el precio de los commodities que la Argentina y el resto de América Latina exporta. La región comienza el año con problemas de crecimiento, relativa ortodoxia y un color político dominante de izquierda moderada.

Después de 50 días de asumir Milei, el país se enfrenta a un desafío importante que pretende revertir la matriz corporativa y estatista heredada del kirchnerismo. La iniciativa, audaz y de alto vuelo, se materializa en dos propuestas. Una es el Decreto de Necesidad y Urgencia con múltiples objetivos, entre ellos la privatización masiva de las empresas públicas. Y la otra la denominada “ley ómnibus”, que incluye una serie de medidas significativas. A través de propuestas desregulatorias se pretende impulsar la estructura social hacia la libertad. El objetivo principal de esta primera etapa es evitar la hiperinflación que está a la vuelta de la esquina en la visión del oficialismo.

A través de propuestas desregulatorias se pretende impulsar la estructura social hacia la libertad.

Al tiempo de la edición de estas líneas, el gobierno resignó medidas que no llegaron a aplicarse. Se notó una negociación intensa porque las piezas negras del ajedrez también juegan. La reacción en la calle, que debutó el 24 de enero con el paro de la GGT fue de efectos inciertos, se complementa con la oposición en el Legislativo a la “ley ómnibus”. La Confederación General del Trabajo (CGT) defiende al empleo registrado de seis millones de personas que están en una situación de privilegio y encolumnó a los trabajadores con poca repercusión. Son seis millones de puestos registrados desde hace más de 10 años, una síntesis del estancamiento del país. El sector informal urbano es el que más sufre económicamente por no tener red de contención social. Desde la llegada de Macri a la presidencia, su ingreso ha disminuido un 42 % y representa casi la mitad de los empleados. El paro del 24 de enero fue decidido quince días después de la llegada del nuevo gobierno. Lideraron esta acción de fuerza los dirigentes peronistas Héctor Daer, Pablo Moyano y Carlos Acuña, ya que la CGT no es neutral, es básicamente peronista desde 1946, cuando el general Perón ganó las elecciones.

El desequilibrio fiscal de seis puntos del producto supone una fuerte intervención del oficialismo. Se puede modificar disminuyendo el gasto público y aumentando los impuestos. En lo referente al gasto público, se pretende recortar a las provincias y acortar subsidios a energía y transporte. En lo que se refiere a impuestos, se extienden las retenciones a muchos sectores al 15 %. Esta medida fue cuestionada por los gobernadores y Milei tuvo que ceder, el oficialismo sacó las medidas fiscales del paquete ómnibus. Vuelve a introducirse la imposición a ganancias donde a futuro tributan los que tienen ingresos superiores a USD 1000 mensuales netos. Milei quiere proteger los ingresos de los siete millones de jubilados que perdieron 35 % en términos reales desde la administración Macri. La nueva fórmula de ajuste les reconoce la inflación. Existe una polémica abierta respecto al destino del Fondo de Garantía de Sustentabilidad que posee la organización que lleva el pago a los jubilados.

La herencia de inflación es muy elevada, se procura que la reducción del déficit fiscal, el ordenamiento del déficit cuasifiscal ―que está muy distorsionado (Problema de las Leliqs)― y la reducción de la emisión del Banco Central al Tesoro contribuyan a disminuir la inflación en 20 % mensual para enero. Para estabilizar sería deseable un plan integral, lo cual no es el caso del actual gobierno, ya que no tuvo tiempo para elaborarlo. Se está trabajando con un tipo de cambio fijo en $ 800 con un crawling peg de solo 2 % mensual. Este dólar se irá erosionando rápidamente por la inflación que corre al 20-25 % mensual. Por estas razones, es inevitable una devaluación hacia marzo-abril que arrastrará precios mayoristas y minoristas. Es una situación en la que los precios relativos todavía están desalineados. Este reequilibrio constituye la base de partida para una estabilización eficaz.

 

¿Qué se espera en el corto y mediano plazo?

Se apuesta a que la demanda de dinero vuelva a crecer si se recupera la confianza. Este es el noveno plan de estabilización desde los años 60 y procura llegar, como Israel en los 80 y Brasil en los 90, a una inflación anual de un dígito. La convertibilidad de los 90 se malogró debido a la rigidez de la regla cambiaria, que, a pesar de un buen comienzo, terminó fallando.

El Fondo Monetario Internacional seguramente apoyará las medidas del gobierno libertario, ya que se trata de un enfoque fiscal ultraortodoxo y de emisión acotada, similar a la del programa de Macri en 2018 y 2019. Es posible que se estiren los plazos de pago para vencimientos importantes del capital. El kirchnerismo siempre criticó al macrismo por su desproporción en el endeudamiento con los famosos USD 50 000 millones de endeudamiento y la falta de intervención del Congreso en la medida adoptada.

Por otro lado, parece que están entrando más dólares en las Reservas que mejoran el importante tema de restricción externa, que ha sido una situación muy crítica durante todo el gobierno de Alberto Fernández. La cosecha significativa de soja, principalmente, aumentará los dólares durante el segundo trimestre y tendrá un papel fundamental para el equilibrio externo.

Por el momento, el cepo ha permanecido, aunque el objetivo final es una unificación cambiaria gradual. El dólar actual de 800 está en un buen nivel histórico en términos de tipo de cambio real. Para alentar las exportaciones, que están muy alicaídas desde hace 10 años, el dólar debe ser más competitivo.

El dólar actual de 800 está en un buen nivel histórico en términos de tipo de cambio real.

Las importaciones están contenidas por el impuesto país que se ha acrecentado. Pero existe un problema, que se arrastra desde hace tiempo, vinculado a la deuda comercial que no se paga por la restricción del cepo. Tenemos que superar este tema y el gobierno está intentando hacerlo a través de un bono que por ahora no ha dado todo el resultado esperado.

El ingreso de capitales está relacionado con la entrada de dólares y es un tema importante vinculado con el riesgo del país. Este tema es relevante y se encuentra el riesgo país actualmente en 1800 puntos básicos, un valor elevado que refleja la falta de confianza.

 

La prioridad son los más vulnerables

Es obvio que el frente social debe ser cuidado, ya que las reformas y el ajuste, como decía Milton Friedman, tienen un costo para la comunidad. Milei insiste en que el Ministerio de Capital Humano debe estar al servicio de esta red de contención. La caída del salario real es inevitable y, por lo tanto, la del consumo y del PBI. Por todo esto podemos decir que estamos frente a un año recesivo. También el 2023 fue un año recesivo: el producto cayó 3 %, debido principalmente a la sequía. La pobreza está en 43 % y puede llegar a 50 % a fines de 2024. Es una cifra dramática para una Argentina que casi no tenía pobres a comienzos de los 70 cuando, paradójicamente, la izquierda terrorista quiso cambiar de raíz la sociedad hacia la utopía cubana. La distribución del ingreso se ha deteriorado, nuestro patrón distributivo medido por el índice de Gini era europeo o uruguayo hasta los 80 y ahora es latinoamericano. Recordemos que nuestra región, la más católica del planeta, es la peor en el terreno de la igualdad. En Argentina tenemos contabilizadas 4000 villas de emergencia, villas miseria, cantegriles o barrios como se los llama en otros países, 2000 antes de Néstor Kirchner y 2000 asentamientos más después de su muerte. Es el fracaso de la democracia en el plano del bienestar, una democracia que, cuando asumió Milei, cumplió 40 años.

La política de ingresos es clave para dar paz social, hemos visto revueltas sociales con una virulencia destacable y de gran magnitud en varios países de la región, incluso en algunos como Chile, que tiene un despliegue económico notable desde 1983. Los planes sociales que generan un deterioro de la cultura del trabajo deben ser reformulados, aunque a corto plazo no se tocarán por estar en situación de emergencia ―salvo en cuestiones puntuales―. El desafío de acortar gasto público en términos del PBI en recesión es grande y desafía a todos los manuales. En recesión hay que compensar, pero no tenemos margen para hacerlo. Lo más importante de los ocho años de Cristina en el poder fue el exceso de incremento de gasto público, mochila que cuesta cargar. El gasto de la política es poco representativo, la casta de la que habla Milei es una palabra mediática pero no operativa. Por supuesto que el tema de la casta  es bien importante si se comprueba  que hay corrupción en la política.

 

Lo que (quizás) veremos

En definitiva, se observan propósitos ambiciosos por parte de un equipo que se está conociendo en la cancha. No se trata un gabinete de lujo y algunos de sus miembros, como el propio Milei, carecen de experiencia en gestión y liderazgo, así como adolecen de conocimientos de la administración pública. Temas centrales durante la campaña política, como el cierre del Banco Central y la dolarización, no aparecen ahora fuertes en la agenda, siguen estando y quizás se retomen más adelante. Por el momento, parecen iniciativas poco operativas, inusuales en las mejores prácticas de los policy makers.

Es difícil hacer escenarios, las negras siguen jugando y el balotaje fue un virtual empate porque en un partido que se gana cinco a cuatro hay virtual empate, los votos propios de Milei son de solo el 30 %. El peronismo con su vocación de poder y de destrucción institucional jugará fuerte. Se resiste, por ejemplo, a corregir distorsiones obvias como las del marco laboral obsoleto, corporativo y anticrecimiento de las pymes, que son el nervio central de la estructura de ocupación.

Está abierto el horizonte para que el país copie a naciones como Uruguay, Paraguay, Chile y Perú. Al asumir Milei, se abre un horizonte en el que el cambio liderado por él hasta el año 2027 se presenta con un 33 % de probabilidad de éxito. Existen entonces tres escenarios posibles: el primero, un cambio exitoso; el segundo, un fracaso que podría llevar a un juicio político y destitución del presidente; y el tercero, una gestión con rendimiento mediocre hasta el 2027. Es una apuesta compleja la asumida, dada la falta de gobernabilidad de la nueva administración. Milei apuesta por la utopía de retomar la excepcionalidad que compartía con Chile y Uruguay en la posición 10 del mundo. Eso sucedió hacia el centenario, en 1910. Actualmente, Argentina es el país 80 en términos de competitividad de 144 países que releva el World Economic Forum ( WEF).

El marco político está en transición con muchas cuestiones para indagar. ¿Seguirá Juntos por el Cambio como partido de centro y como una alternativa de poder real? ¿Quedará vigente solo el Pro liderado por Macri? ¿Cuál es el futuro del kirchnerismo? ¿Milei podrá armar una estructura partidaria estable que se vaya consolidando? ¿Cómo se posicionará el peronismo de centro asociado al interior del país? ¿Quién será el líder de la oposición durante la gestión de Milei?

Además de las cuestiones económicas, destacan asuntos de interés prioritario como la seguridad, la salud, la educación, entre otros frentes. La competitividad como la trabaja el WEF en sus informes reúne estas dimensiones del orden social además de las económicas. Es un lugar común que debemos consensuar un modelo de crecimiento inclusivo en una Argentina que desde 1816 transitó, en general, aunque con excepciones, dinámicas de enfrentamiento y grieta.

Autor

Ph.D. en Dirección de Empresas, IESE, Universidad de Navarra; licenciado en Economía, UBA; ingeniero industrial, UBA; Profesor de Economía, IAE, Universidad Austral.

Postear un comentario