Revista del IEEM
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Blockchain en la industria creativa

Tres herramientas que cambian el juego: contratos inteligentes, tokens no fungibles (NFT) y metaversos.

¿Se imaginan un mundo en el que la gente posea más bienes digitales que físicos? Si lo pensamos bien, no estamos muy lejos de esto hoy. Lo digital ya es parte insustituible de nuestro día a día. Podemos decir, incluso, que mucha gente está viviendo algunos de los momentos más importantes de su vida en la esfera digital, especialmente durante y después de la pandemia.

Conocer a alguien nuevo, hacer amigos, emocionarse hasta las lágrimas… muchas de estas cosas están sucediendo en el plano digital. Las generaciones más jóvenes consumen más contenido digital que físico cuando de arte y música se trata. La tecnología está tan integrada a nuestras vidas que los teléfonos celulares y las computadoras ya son casi una extremidad más de nuestro cuerpo.

El problema hoy es que gran parte de esa información que consumimos está en manos de unas pocas compañías y todo ese contenido que subimos a las redes deja de ser nuestro, para convertirse en propiedad de estas compañías y público. A su vez, un artista digital tiene pocas vías para monetizar su arte, y los músicos se ven cada vez más perjudicados por una industria musical que no se adapta a los tiempos y los servicios de streaming que no ponen al artista en el centro. A veces llegan a influir tanto en su música que se ven obligados a cambiar las introducciones de los temas para figurar mejor en el algoritmo, para pagarles solo USD 0,003 por reproducción.

En este contexto, surgen tres herramientas de la mano de la revolución tecnológica, que están directamente vinculadas a la solución de algunos de estos problemas: los contratos inteligentes, los tokens no fungibles (NFT) y los metaversos.

Además de la posibilidad de crear y transferir criptomonedas, la tecnología blockchain permite una nueva forma de organizar y administrar las relaciones entre individuos u organizaciones. Una de las funcionalidades que hace esto posible es la posibilidad de crear.

 

Contratos inteligentes

En un contrato inteligente, las condiciones contractuales necesarias y suficientes para su ejecución están cargadas de tal manera que pueda ejecutarse automáticamente. La red de distribución de registros (blockchain) contiene toda la información y las capacidades necesarias para que el contrato pueda ejecutarse de manera autónoma, lo que no solamente reduce tiempos y costos, sino que da seguridad a las partes sobre su correcta ejecución.

Al igual que lo que sucede con la tecnología blockchain, la implementación de contratos inteligentes está teniendo cada vez mayor adopción en diferentes sectores de la economía como finanzas, logística, transporte, salud, servicios legales, arte, IT, entre otros.

 

Tokens no fungibles (NFT)

Particularmente, en este caso lo que nos ocupa está relacionado a la creación de tokens no fungibles o NFT.

Un token es una unidad de valor creada por una organización a efectos de gobernar su modelo de negocios, dar más poder a sus usuarios para interactuar con sus productos, al mismo tiempo que facilita el reparto y distribución de beneficios entre todos sus accionistas. Por ejemplo, dentro de una red, un token puede servir para otorgar derechos, realizar pagos, como incentivo, para tener acceso a servicios extra u ofrecer una mejor experiencia de usuario.

Los NFT pueden utilizarse para representar activos únicos, ya sea digitales o del mundo físico.

En el caso de las criptomonedas, estos tokens pueden intercambiarse unos por otros, al igual que lo que sucede en el caso del dinero fiduciario (un bitcoin se puede intercambiar por otro bitcoin). Al tratarse de tokens no fungibles, los NFT pueden utilizarse para representar activos únicos, ya sea digitales o del mundo físico. Por ejemplo, podría utilizarse un NFT para representar una escultura dentro de una galería de arte en el mundo real, o una creación artística digital.

Algo importante para tener en cuenta es que la creencia común de que los NFT contienen al archivo digital es errónea, ya que lo que se adquiere mediante un NFT es un token, el cual está vinculado criptográficamente al archivo de referencia, pero no lo contiene. Mediante la aplicación de contratos inteligentes es que se puede atribuir al NFT de ciertos derechos, como pueden ser derechos de propiedad sobre el archivo original, regalías futuras por segundas ventas para el artista, entre otras opciones de acuerdo con condiciones preestablecidas entre las partes.

Uno de los casos de uso más populares de los NFT ha sido el desarrollo de Top Shot de la NBA. Esta plataforma alcanzó ingresos por USD 700 millones al año de su existencia, producto de la venta de NFT con videos de momentos históricos de la NBA. Al adquirirlos, los clientes obtienen una licencia limitada para usar, copiar y exhibir el material audiovisual asociado a los NFT para uso personal y no comercial. En su totalidad, los ingresos por venta de NFT pasaron de USD 25 millones en 2020, a USD 25 mil millones a fines de 2021.

Mediante la combinación de poder “tokenizar” contenidos e incluir condiciones en contratos inteligentes que se ejecutan de manera autónoma es que está surgiendo una nueva economía, que, si bien por el momento ha sido popularizada dentro del mundo artístico y audiovisual, tiene un gran poder transformador hacia otros sectores.

 

Metaversos

Uno de los escenarios más interesantes en el que, a veces, confluyen aplicaciones de la tecnología blockchain como los contratos inteligentes y NFT son los metaversos. En sí, un metaverso es un universo virtual en el que los usuarios establecen relaciones sociales y económicas a través del uso de avatares. Hoy en día se habla mucho sobre “el metaverso” como algo singular, pero la realidad es que no es uno solo, sino muchos con distintas reglas, economías y tecnologías. Hay metaversos centralizados y descentralizados. Algunos en los que se pueden comprar lotes virtuales y otros en los que simplemente se puede acceder e interactuar, tanto en 2D como en realidad virtual.

El metaverso más grande dentro del ecosistema blockchain actual es Decentraland. Aquí, los participantes pueden comprar tierras, desarrollar proyectos comerciales, adquirir vestimenta para sus avatares (wearables), asistir a conciertos, comprar discos o NFT musicales y obras de arte, e incluso adquirir productos que luego son entregados en el mundo físico. Por ejemplo, un usuario puede adquirir un jean virtual para su avatar en la tienda de Levi’s, asistir a un concierto en vivo de su artista preferido en el centro de eventos y ordenar un pack de cervezas Budweiser que le llegará a su domicilio en el mundo físico.

Algo no menor para destacar es que Decentraland posee lo que se llama DAO (organización autónoma descentralizada), una revolucionaria forma de organizar y gestionar las organizaciones que hacen uso de los contratos inteligentes y la tecnología blockchain para brindar transparencia, inmutabilidad, autonomía y seguridad. En la DAO los que proponen son los propios usuarios, así como los que votan y deciden, eliminando intermediarios y decidiendo el camino de los proyectos. Desde su creación, hace apenas dos años, Decentraland decidió destinar 22 millones de Mana (su criptomoneda) al desarrollo de proyectos que agreguen valor a su metaverso. Y son los propios usuarios quienes presentan proyectos y deciden quiénes reciben esos fondos y en qué cantidades.

 

Un emprendimiento con blockchain

Es a partir de estas posibilidades que brinda la tecnología blockchain y el metaverso Decentraland que encuentra su génesis la idea de BeatBlox. Mediante la creación de un marketplace online, amplificado por un distrito musical dentro del metaverso de Decentraland, BeatBlox nace con el objetivo de permitir la creación de canales de ingresos adicionales para artistas musicales, a la vez que lograr un vínculo más directo con su base de fans.

Desde su creación, Beatblox se enfocó en explorar el potencial de los metaversos y de las posibilidades que ofrece la virtualidad para los artistas musicales. Lo que nació como una idea simple (una tienda de música NFT dentro de Decentraland) derivó en un distrito musical y un marketplace mucho más amplio. Una vez el proyecto fue tomando forma, y luego de recibir nuestros primeros fondos privados acudimos a la DAO y, al recibir el mayor apoyo en la historia de los grants dados por los usuarios, Beatblox logró tener suficiente financiación y apoyo de la comunidad para crecer.

Dentro de la plataforma, tanto artistas como sellos podrán ofrecer su contenido en un formato mucho más amigable y disfrutable para el usuario final, mientras potencian el engagement con su audiencia. A su vez, los usuarios podrán interactuar con sus artistas favoritos de una manera mucho más personalizada, además de asistir a eventos en vivo, participar de videojuegos, compartir o comprar NFT musicales de acuerdo con sus preferencias. Por otra parte, las marcas podrán hacerse presentes mediante ofertas de contenido audiovisual exclusivo, wearables o venta y promociones de productos que pueden entregarse en el mundo físico.

Otro de los pilares del emprendimiento es una academia online, con el objetivo de capacitar tanto a artistas como a usuarios sobre el uso de la plataforma y la tecnología sobre la que fue construida. Esta idea surgió con el fin de reducir barreras de adopción y lograr una mayor inclusión.

En BeatBlox apuntamos a empoderar la independencia creativa a través de la generación de canales de ingresos adicionales para los artistas musicales.

En BeatBlox apuntamos a empoderar la independencia creativa a través de la generación de canales de ingresos adicionales para los artistas musicales, y la colaboración con actores tradicionales de la industria, con el fin de hacer nuestro aporte hacia una industria musical más equitativa y al alcance de todos.

¿Se acuerdan cuando estábamos limitados a escuchar la música que las radios querían reproducir? ¿Quién hubiera dicho que en pocas décadas pasaríamos de comprar un CD en una disquería a comprar un NFT de nuestro artista favorito, que nos puede dar acceso de por vida a todos sus eventos y a un porcentaje de los royalties que genera su tema musical? Y que, además, todo esto sucedería mientras exploramos un distrito musical en un mundo virtual tridimensional, con nuestro avatar customizado e interactuando con personas de todas partes del mundo.

Parecen realidades lejanas, pero si lo pensamos bien, hace mucho que estamos integrando lo virtual a nuestra vida. El metaverso no nació ayer, ni tendrá su boom mañana, pero cuando compañías como Apple, Facebook y Microsoft están invirtiendo billones en el metaverso, es porque algo olfatean.

Autor

Cofundador de BeatBlox
Cofundador de BeatBlox

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