Revista del IEEM
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“Las nuevas herramientas y esta revolución tecnológica vinieron acompañadas de un desafío legal”

Agustina Pérez

Abogada y escribana especializada en Tecnologías

¿Cómo está impactando la blockchain en el sector legal?

La tecnología de cadena de bloques o blockchain se define como una red descentralizada distribuida que permite operar con gran celeridad y seguridad en las transacciones digitales, donde toda la información que volcamos a la red es inmutable y encriptada.

Esta herramienta comenzó con el objetivo de ser un medio de pago y luego evolucionó, creando lenguajes de programación que permiten implementar el uso de contratos de ejecución automática con instrucciones previas preprogramadas, a los que llamamos contratos inteligentes o smart contracts.

Varias de las tecnologías de las que escuchamos hablar hoy tienen su base en la blockchain: las criptomonedas, los tokens (tanto fungibles como no fungibles o NFT), así como algunas plataformas del metaverso. A su vez, están inmersas dentro de la nueva era de la “Web 3”. Todo lo mencionado impacta de manera transversal en todas las áreas o ramas del Derecho, desde los aspectos financieros, la propiedad intelectual, los delitos informáticos, el derecho laboral, tributario y otros, así como en la interrogante de cómo generar una “identidad digital”, el cuadro jurídico de las contrataciones remotas y muchos otros nuevos aspectos.

 

¿Cómo funcionan los smart contracts?

Los smart contracts son la expresión de un simple lenguaje de código informático automatizado con la estructura mencionada de “if-then-else”, un conjunto de instrucciones implementado y ejecutado en una cadena de bloques. Muchos cuestionan si denominarlo “contract” o contrato es correcto ya que se trata de una mera automatización de una orden.

Sin embargo, el smart legal contract existe cuando implementamos la herramienta de la automatización dentro de un contrato con implicancias legales. A modo de ejemplo, un contrato de alquiler en el que ya se programa el débito automático o pago del alquiler en una billetera electrónica determinada. Esta acción se va a ejecutar sin necesitar de la voluntad humana y por el periodo de tiempo determinado en el contrato.

En mi opinión, se trata de llevar la voluntad de las partes al código informático y tomar ventaja de sus beneficios. Es una forma de otorgar seguridad jurídica en las contrataciones y respetar el principio de “pacta sunt servanda”, que es lo mismo que decir “los contratos están para cumplirse”.

«Las DeFI buscan modernizar las formas tradicionales de financiación ofreciendo nuevos canales».

¿Qué son las inversiones descentralizadas (DeFi) a las que se puede acceder a través de las criptomonedas?

Las DeFi buscan modernizar las formas tradicionales de financiación ofreciendo nuevos canales. Buscan cambiar el sector de las finanzas, aportar celeridad en las transacciones, facilidades y nuevas oportunidades.

Las criptomonedas se definen como una unidad de valor, fungibles y divisibles, creadas y transferidas digitalmente con distintos fines como puede ser de intercambio o de pago, así como de inversión. Hay muchas emisiones de distintos tipos de criptomonedas, cada una con un sistema de gobernanza distinto, unas “autónomas” y otras ancladas con algoritmos, commodities y otras criptomonedas. Operan con mayor rapidez que las transacciones internacionales y ofrecen la trazabilidad de la información sobre en qué billeteras se almacenaron. Cada jurisdicción está tomando partida sobre su naturaleza jurídica, así como un marco regulatorio adecuado. En este caso no me refiero a las “CBDC” (central bank digital currency).

 

¿Cómo avanza la regulación del blockchain?

En muchos casos, la regulación existente no necesita de modificaciones y se puede tomar por criterios analógicos o residuales como norma aplicable dentro del mundo digital. Tenemos alguna normativa específica, como sucede con la firma y documento electrónico, plataformas de crowdfunding y otros. Sin embargo, la ley siempre va un paso atrás de la tecnología. Esto es por varias razones: una porque a veces la regulación temprana puede ahogar a la industria, y la otra es que la tecnología es tan dinámica que no hay gobierno que pueda equiparar esa celeridad.

Estas herramientas y resta evolución tecnológica vinieron acompañadas de un desafío legal que nos lleva a cuestionarnos, investigar y estudiar estos nuevos escenarios y paradigmas de desarrollo remoto. Sin dudas, la regulación nacional e internacional seguirá evolucionando en esta vertical.

 

¿Qué temas son los protagonistas del Legaltech Summit, evento que organizás desde hace cuatro años en el marco del Blockchain Global Summit?

El Legaltech Summit tuvo su primera edición el año pasado. Es del mismo grupo y va de la mano con el Blockchain Summit, que se realiza exitosamente desde hace unos años.

La idea surgió porque en el Blockchain Summit siempre se creaba un espacio para abordar cuestiones legales. Hoy todos los proyectos tecnológicos necesitan de un buen desarrollo técnico, pero esto no es suficiente. La estructura legal debe tenerse en cuenta desde el inicio del proyecto, para así evitar costos adicionales, demoras y hasta un futuro fracaso o frustraciones en su implementación.

En el Legaltech Summit logramos demostrar la importancia del asesoramiento legal, así como que la tecnología impacta en todas las ramas del Derecho, tanto en la profesión del abogado como del escribano, y que el trabajo en equipos multidisciplinarios es fundamental. Por ende, se tratan temas desde: criptomonedas (aspectos tributarios, naturaleza jurídica y otros); metaverso, derecho laboral, delitos informáticos, fintech, identidad digital, contratos electrónicos, ODR/ADR, KYC/AML, derecho comercial/societario, civil y otros.

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