Revista del IEEM
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TLC con China: oportunidades y desafíos para las TIC

El sector de las tecnologías de la información es un sector con un importante perfil exportador, alcanzando al 2019 el 50 % de la facturación total del sector. Otro dato que me parece importante compartir es que Estados Unidos es el principal destino de las exportaciones. En 2019 representó el 70 % de las exportaciones, muy por delante de Reino Unido, que estuvo en el segundo lugar, y alcanzó un 7 % el mismo año. Esta información es relevante porque es una demostración de la madurez del sector y de cómo ha logrado crecer sostenidamente en un mercado exigente como el de Estados Unidos.

La posible firma de un TLC entre Uruguay y China, sin duda alguna, es una buena noticia para el sector porque habilita la posibilidad de hacer negocios en diferentes áreas y por diferentes vías.   Un primer aspecto para destacar, relevante para el desarrollo de negocios, es que un acuerdo de este tipo genera que Uruguay esté “visible” en el mapa en ese mercado. Un aspecto clave dadas las características de ese país. Desde hace ya varios años existen lazos estrechos entre los gobiernos de ambos países, por lo que reforzarlos con un acuerdo así sirve de piedra angular, es clave para el desarrollo comercial.

En relación con las oportunidades para el sector, se pueden destacar cuatro grandes áreas en las cuales es posible que haya campo para trabajar.

Por el posicionamiento de nuestro país en el mundo —y que seguramente se reforzará aún más en el mundo pospandemia— existe una importante oportunidad para que las empresas chinas que quieran crecer en el mercado de las Américas (incluidos Estados Unidos y Canadá) lo puedan hacer a través de Uruguay. Gracias al know how que tienen las empresas del sector, pueden transformarse en el partner para empresas chinas interesadas en la región y ayudarlas en la puesta en marcha de negocios con los diferentes países de Latinoamérica o Estados Unidos y Canadá. Podrían transformar o traducir el software desarrollado por empresas chinas a las características de los diferentes países (idioma, aspectos contables y fiscales, etc.). También podrían, por la ubicación geográfica y diferencia horaria, establecer equipos de trabajo en Uruguay para brindar servicios para los diferentes países de la región, incluidos los grandes del norte.

Otra oportunidad es que tanto empresas uruguayas de productos como de servicios, dependiendo el área de actividad o nicho de mercado, podrían entablar relaciones comerciales con China. Para el caso de los servicios, existe una diferencia de costo entre ambos países, a diferencia de lo que sucede, por ejemplo, con Estados Unidos. Uruguay se encuentra en una situación desfavorable en este sentido, por lo que la posibilidad de hacer negocios dependerá de la actividad o del sector. Para el caso de los productos o plataformas, la posibilidad de hacer negocios también dependerá de las áreas de actividad y las regulaciones que existan en China para cada una de ellas.

Así como las diferencias de costos entre los países puede representar algunas barreras para el desarrollo de negocios, se pueden generar oportunidades interesantes para empresas uruguayas que quieran desarrollar nuevos productos digitales apalancándose en empresas o recursos humanos en China. La generación de estas cadenas de valor de servicios puede hacer que empresas uruguayas accedan a más conocimiento e inclusive a áreas de conocimiento a las que hoy es muy difícil acceder por la falta de recursos humanos, y de esa forma hacer más y mejores productos, aumentando la generación de propiedad intelectual en el país.

El último aspecto relevante, pero no por ello el menos importante, es que el sector puede aprovechar la oportunidad para capacitarse. Hay áreas como Inteligencia Artificial, fintech, entre otras, en las que China es el país más avanzado y la referencia de desarrollo en el mundo. Para hacer negocios en el gigante asiático, también es importante que las empresas del sector se formen en otras áreas relevantes, como aspectos culturales, clima de negocios, normativa, regulaciones, etc. Otra área relevante es que este tipo de acuerdos puede ayudar a aumentar los vínculos de la academia entre ambos países para generar áreas de investigación en conjunto, actualizar planes de formación y hacer más fluido el intercambio de profesionales.

En relación a las posibles amenazas, a priori no se visualizan áreas del sector que puedan verse afectadas negativamente por la firma de un TLC entre Uruguay y China.

En conclusión, un acuerdo de este tipo representa un conjunto importante de oportunidades que el sector deberá empezar a trabajar y entender cómo capitalizar. Hace algunos meses la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI) lanzó una iniciativa llamada Test Uruguay, que invita a empresas, inversores y a personas a descubrir y a probar Uruguay, un lugar seguro, confiable y a la vez disruptivo para desarrollar negocios, soluciones y proyectos. Esta iniciativa es una plataforma ideal sobre la cual potenciar todas las oportunidades que vendrán en los próximos años en el marco del acuerdo y que encuentra a Uruguay, y al sector de TI en particular, en un momento ideal para aprovecharlas.

Autor

Vicepresidente de Global Markets de la CUTI y CEO de Onetree

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