Revista del IEEM
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El impacto de la tecnología en el tamaño de las empresas

En los últimos 30 años hemos asistido a la aparición de megaempresas con base en TIC  — tecnologías de información y comunicaciones — como Amazon, Apple, Facebook, Google, Mercado Libre y Microsoft. A su vez, son las mismas tecnologías que permiten florecer millones de  microempresas, personales inclusive, tanto en servicios como manufacturas. Entonces, ¿cuál es el impacto del desarrollo de las TI en las diferentes dimensiones de los empresas? ¿Qué indicadores se deben analizar en un sector para anticipar al efecto que las TI tendrán en las empresas?

Empresas más pequeñas

Muchos de los cambios tecnológicos han llevado a que en determinados sectores el tamaño óptimo de las empresas disminuya. Veamos las fuerzas que operan hacia la reducción del tamaño de las empresas.

Abatimiento de barreras de entrada. Muchas de las nuevas tecnologías permiten reducir el costo mínimo requerido para la realización de tareas que son esenciales para una empresa. Esto permite que una empresa pueda ser viable con un tamaño menor al que previamente era requerido. El comercio electrónico permite que pequeñas empresas vendan a nivel local y global sin necesidad de grandes infraestructuras. Las herramientas digitales, como plataformas de marketing, software de gestión y servicios en la nube han reducido los costos iniciales. El trabajo remoto permite que funcionen empresas con menores o nulos requerimientos de oficinas físicas para albergar empleados.

Muchos de los cambios tecnológicos han llevado a que en determinados sectores el tamaño óptimo de las empresas disminuya.

Por ejemplo, Mercado Libre permite a pequeños comerciantes y emprendedores vender productos a nivel local y regional, facilitando las transacciones sin necesidad de que existan  tiendas físicas.

Aumento de la eficiencia. Las tecnologías permiten mejoras de la productividad que viabilizan la existencia de empresas cada vez más pequeñas. La adopción de tecnologías como la inteligencia artificial (IA), la robótica y el análisis de datos permite a las empresas operar con menos empleados, reduciendo así su plantilla y tamaño físico, pero aumentando su productividad.

PedidosYa, por ejemplo, permite a pequeños negocios, como restaurantes locales y pequeños comercios, gestionar pedidos de manera eficiente a través de su plataforma, optimizando los procesos de entrega y reduciendo los costos operativos.

Automatización de procesos de coordinación complejos. Muchas de las grandes empresas en el pasado debían sus dimensiones a la necesidad de realizar de manera interna procesos encadenados que eran difíciles de tercerizar. Esto obedecía al enorme volumen de información que la coordinación de procesos requería, así como la velocidad requerida para su realización. Los avances en el desarrollo de software hacen que hoy esa coordinación sea viable.

Un ejemplo de coordinación compleja se da entre Bosch y diversos fabricantes de automóviles, como Toyota o Volkswagen. Gracias a las tecnologías de comunicación y software de planificación, las empresas automotrices pueden externalizar partes críticas del proceso de producción a proveedores especializados como Bosch, que utiliza sistemas avanzados de diseño y fabricación para producir componentes como sistemas de frenado o sensores, coordinando eficientemente entre las partes las entregas y especificaciones técnicas.

Aparición de entornos que permiten empresas más simples. Las plataformas colaborativas generan mercados eficientes, en los que oferentes y demandantes pueden encontrarse con eficiencia (bajos costos de transacción) y eficacia (“matches” adecuados), gracias al entorno que esas plataformas generan. Los servicios que las plataformas proveen reducen drásticamente los requisitos organizativos de las empresas intervinientes, o incluso los eliminan gracias a su diseño, porque realilzan tareas que antes estaban a cargo de las empresas.

Uber permite a individuos operar como choferes sin necesidad de gestionar una flota ni enfrentar complejidades organizativas. Y Airbnb facilita que particulares ofrezcan alojamiento sin necesidad de construir cadenas hoteleras o gestionar complejas operaciones inmobiliarias.

Empresas más grandes

También sucede que ciertos cambios tecnológicos propendan al aumento del tamaño de algunas empresas. Veamos las fuezas que operan de esta forma.

Superación de la incompatibilidad precio/personalización. Históricamente, el desarrollo de productos y servicios adaptados a las necesidades de pequeños nichos ha sido la oportunidad y el refugio de pequeñas empresas. Cuando esto sucedía teníamos que grandes empresas, apalancadas en economías de escala, ofrecían un producto estándar a bajo precio. El producto personalizado era más costoso, pero, en contrapartida, se ajustaba a los requerimientos especiales de clientes específicos.

Las nuevas tecnologías y, en particular la IA, permiten ofrecer ambas cosas a la vez: precio y personalización. Esto plantea una gran amenaza para todas las pequeñas empresas que no están orientadas a procesos de personalización que exijan una enorme creatividad.

Por ejemplo, iTunes y Amazon utilizan IA para personalizar las recomendaciones y ofertas para millones de clientes, combinando personalización a gran escala con precios competitivos.

Las nuevas tecnologías y, en particular la IA, permiten ofrecer ambas cosas a la vez: precio y personalización. Esto plantea una gran amenaza para todas las pequeñas empresas.

Aumento del peso del conocimiento en el valor agregado de los productos. El conocimiento es un componente cada vez más relevante del valor agregado de un producto, con una particularidad muy relevante: es un costo fijo. Los conocimientos que se adquieran o desarrollen para elaborar un producto pueden ser aplicados a producciones ilimitadas, sin incremento de los costos variables de producción. Esto genera un enorme incentivo para grandes presupuestos de investigación y desarrollo. Si se tiene éxito, esos presupuestos se vuelven una barrera de entrada del sector formidable.

Google invierte millones en I+D para desarrollar algoritmos avanzados que luego son aplicados a todos sus productos, como búsquedas, mapas y traducciones.

Dificultades para implementar eficazmente una política de defensa de la competencia. Siempre ha sido difícil que se cumpla la legislación de defensa de la competencia. Si bien esta legislación está pensada en la defensa de los consumidores, suele redundar en la protección de las pequeñas empresas de los abusos de las grandes. El problema se ha agravado con sectores que cambian a una gran velocidad y grandes empresas con un enorme poder.

Es el ejemplo de Meta (Facebook), que ha enfrentado múltiples acusaciones de monopolio debido a su adquisición de empresas como Instagram y WhatsApp, lo que complica la implementación de políticas de competencia.

Eliminación de restricciones del mundo “físico”. En la medida en que la componente digital de los productos y servicios adquiere una relevancia mayor, se eliminan restricciones propias del mundo “físico”, como ser los costos variables en general, tiempos de entrega, acceso a logística de distribución y almacenamiento. Incluso las barreras idiomáticas van cediendo ante la tecnología. Esto permite que todas las empresas puedan operar a una escala global.

Un gran ejemplo es Open English, que ofrece productos (clips, cursos offline, etc.) sin demoras y a nivel global, sin costos variables, además de atender la demanda global de lecciones con profesores con inglés nativo.

A modo de cierre

Las TIC amplían el abanico tanto de tamaños “viables” como “óptimos”. Por supuesto, dentro de un sector específico, hay una correspondencia entre el modelo de negocio y el tamaño adecuado, por lo que es valioso repasar los puntos anteriores al concebir un modelo nuevo o modificar uno ya existente. Esta ampliación supone retos inéditos para los gobiernos y sus organismos reguladores en términos de alcance (número de empresas), escala (variedad) y globalidad, especialmente en aspectos como la creación de empleo, temas tributarios, concentración de poder y manipulación de información.

Autor

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Responsable del GEM Uruguay y profesor de Economía Política en

Ph.D. en Gobierno y Cultura de las Organizaciones, Universidad de Navarra; máster en Dirección y Administración de Empresas, IEEM, Universidad de Montevideo; contador público, Universidad de la República (Uruguay); licenciado en Administración, Universidad de la República (Uruguay); GloColl, Harvard Business School.

Profesor de Análisis de Decisiones y Sistemas de Información en

Ph.D. en Informática, Universidad de la República y en Computer Sciences, INRIA (Francia); máster en Dirección y Administración de Empresas, IEEM, Universidad de Montevideo; máster en Informática, Universidad de la República (Uruguay); ingeniero en Computación Universidad de la República (Uruguay); GloColl, Harvard Business School.

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