Arcos Dorados es la mayor franquicia de Mc Donald’s en el mundo. ¿Cómo fue tu carrera en la empresa?

Comencé a trabajar como analista contable en McDonald’s Uruguay hace más de 20 años, cuando aún no era Arcos Dorados. En ese entonces cada país era independiente y en cada uno la empresa tenía diferentes formas societarias.

Desde entonces ocurrió una transformación profunda que nos condujo a ser hoy en día una organización que cotiza en la bolsa de Nueva York, que opera en 20 países de Latinoamérica y que tiene más de 90 000 empleados y 2200 restaurantes. A fines del año pasado llegamos a tener 1000 locales en Brasil y se celebró con la apertura de un local icónico en la Avenida Paulista.

Tuve la gran oportunidad de acompañar esta transformación desde diferentes roles, una gran experiencia que me permitió y permite conocer y vivir en diferentes países.

Entre las posiciones que desempeñé, se encuentran las de CFO para la región SLAD (Argentina, Uruguay, Chile, Ecuador y Perú), así como directora general para Uruguay, un rol que implicó un gran aprendizaje, al salir del área financiera y para cumplir una función más abarcativa. En ese puesto tuve la satisfacción, junto a un equipo maravilloso, de abrir el local de Parque Rodó y contribuir a recuperar un lugar muy querido de nuestra ciudad.

Actualmente estoy en Brasil como CFO de la división más grande de la compañía, teniendo a mi cargo las áreas de contabilidad, control, tesorería, planeamiento e impuestos. Es un gran desafío en lo profesional y lo personal, pero también una experiencia invaluable en ambos aspectos.

¿Cuál es el mayor desafío de tu puesto actual?

Al comienzo fue entender la cultura y ver si conseguía la empatía necesaria para poder liderar un equipo de más de 70 personas. Otro desafío fue aprender portugués, ya que fui con poco conocimiento del idioma.

Me recibieron con los brazos abiertos y ya hace dos años que vivo entre San Pablo y Montevideo. Mi hija está estudiando y se quedó en Uruguay. Ese es el mayor desafío de todos, conseguir compatibilizar la familia y los afectos viviendo fuera.

Brasil es un país inmensamente rico, por su naturaleza, recursos y, en especial, por la calidad de su gente. En el último tiempo se han dado situaciones políticas que complicaron, pero se están dando cambios con diferentes reformas impulsadas por el gobierno (laborales, previsionales, tributarias), que contribuyen a mejorar la situación fiscal y el ambiente económico en general.

¿Qué desafíos presenta acompasar los ciclos estratégicos de la compañía con los ciclos políticos de cada país donde operan y la región en general?

Creo que los que nacimos, vivimos, estudiamos y trabajamos en algún país de Latinoamérica estamos acostumbrados y preparados para los ciclos. A veces nos sorprenden más y otras menos, pero lo importante es el foco en la excelencia y, en nuestro caso, es trabajar por y para la satisfacción de los clientes.

Hay que poner el foco en la misión de generar momentos accesibles y deliciosos para todos, en cada país, en cada ciudad, y operar con ética y de forma responsable. Si se consigue alinear al equipo en torno a eso, se logrará navegar con éxito en el mar agitado del ambiente político y económico de Latinoamérica, donde los indicadores pueden ir, por ejemplo, de inflaciones de un dígito a miles.

¿Cómo ves la situación macroeconómica y cómo afecta en su negocio?

Como en todos los negocios, hay algunas variables que afectan más que otras. En nuestro caso, aquellas que impactan el ingreso medio de los hogares, la desocupación y el costo de los commodities son más que relevantes. Hacemos un monitoreo continuo de dichas variables y procuramos asesoramiento con profesionales de primera línea en cada país para alinear nuestro plan y conseguir atender las condiciones y necesidades de cada cliente en todo momento. Adicionalmente, somos una empresa que cotiza en la Bolsa de Nueva York, por lo tanto, la conversión a dólares de las monedas locales también tiene su impacto.

¿Qué oportunidades y desafíos se presentan en el actual contexto económico y político?

En este momento creo que el principal desafío a corto plazo es lo que está ocurriendo en China, que está traspasando fronteras, y la incertidumbre de cómo eso afectará a los negocios. La situación es grave y ya tiene su repercusión en las variables económicas y financieras.

Desde el punto de vista del mediano plazo, algunos desafíos son cómo derrumbar las fronteras a nivel fiscal, conseguir mayor movilidad laboral, etc., para poder generar una sinergia entre los negocios en los diferentes países, simplificando y ayudando al desarrollo de la región. Es una realidad que en teoría estamos regionalizados, pero cuando vamos a los hechos, y lo digo por experiencia, cada país tiene sus propios sistemas y condiciones que hacen difícil lograr la movilidad de recursos. En ese sentido, será muy importante entender las voluntades políticas en el nuevo puzzle de ideologías.

En cuánto a las oportunidades, Arcos Dorados no se detiene y se están realizando las inversiones y los cambios necesarios para incorporar tecnología de primera línea que tenga impacto directo en el cliente (en Uruguay se pueden ver dichos cambios en varios restaurantes como, por ejemplo, en el de Montevideo Shopping), así como en procesos internos que agilicen la toma de decisiones y en la “cooltura” de la compañía para seguir siendo los líderes del sector.