Desde mi punto de vista, la discusión debe abordarse de forma global. Generar ámbitos que discutan e implementen políticas públicas, iniciativas sociales y transformaciones culturales, para evitar que estas transformaciones importantes que se desarrollan en el mundo tengan como consecuencia un impacto en las condiciones de vida de las grandes mayorías. Habitualmente, se suele sostener que la incorporación de nuevas tecnologías en los procesos productivos tiene como consecuencia inevitable la pérdida de puestos de trabajo y, en consecuencia, la exclusión de millones de personas.

Desde nuestro punto de vista, estas transformaciones pueden implicar mejores condiciones de vida para el conjunto de la sociedad, si se acompañan de medidas que permitan mitigar el posible impacto negativo. Si los cambios tecnológicos implican menor cantidad de horas por persona volcadas a la producción, la tendencia a la reducción de la jornada laboral es una medida que puede ayudar a distribuir la carga social del trabajo. Si las nuevas tecnologías requieren altos niveles de especialización y formación, como sociedad debemos asumir las medidas que permitan sostener el proceso educativo durante toda la vida. En materia de seguridad social, analizar medidas innovadoras que hoy se exploran en algunos lugares, para garantizar el derecho de las personas de sostener una vida digna. Políticas de conjunto, que permitan abordar integralmente las diversas dimensiones que nos plantea este desafío.

El otro camino, la incorporación tecnológica desde la óptica de la ganancia a corto plazo, amenaza estructuralmente las condiciones de vida del conjunto de la sociedad. Si dejamos sin herramientas para valerse a millones de personas, ¿cuál sería la respuesta de esas personas?, ¿quién consumiría los productos que se fabriquen? Son muchas las preguntas que necesitamos formularnos en ese sentido, pero es claro que las respuestas tienen que abordar en profundidad el tema, pensando en una lógica de derechos, de compromiso social y no exclusivamente con una calculadora.

En ese sentido, el PIT-CNT tiene la responsabilidad de promover, desde la visión de los trabajadores y las trabajadoras, las transformaciones en el mundo del trabajo. Ni el trabajo puede desaparecer en la sociedad, porque es el centro del desarrollo de la actividad humana, ni los cambios en el mundo del trabajo pueden realizarse a costa de los derechos adquiridos. Promover avances en la sociedad que permitan mejorar las condiciones de vida del conjunto de las personas es la razón fundamental de la existencia de las organizaciones sindicales, y ese es en la actualidad, y en el futuro, el rol del PIT-CNT.

El rol del movimiento sindical es promover transformaciones en el ámbito educativo que permitan avanzar en el camino de la felicidad pública. Hemos sostenido con mucha fuerza la necesidad de incrementar el presupuesto educativo, asegurando un mínimo del 6 % del PBI para la educación pública. Es cierto que no todos los problemas educativos se resuelven con dinero, pero sin una asignación presupuestal adecuada es imposible abordar desafíos como los que nos plantea la realidad actual. Ninguno de los proyectos educativos que hoy se plantean para mejorar la educación pública pueden implementarse con menos del 6 % del PBI.
Es cierto que tenemos que avanzar como sociedad en una discusión más a fondo sobre los aspectos sustantivos del modelo educativo. Desde el PIT-CNT hemos promovido diversas instancias de debate e intercambio con expertos y referentes para abordar este tema. En general, este tipo de iniciativas no suelen ocupar la tapa de los diarios, pero ese camino lo venimos recorriendo, tratando de instalar la discusión en los barrios y las organizaciones sociales de estos temas.

Cuáles son los aspectos estructurales que explican las dificultades de egreso en secundaria; cómo se da el proceso educativo de las personas durante toda la vida; qué condiciones de trabajo requieren los docentes para poder planificar y profundizar su formación… son apenas algunos de los temas que requieren abordar una transformación educativa al servicio del desarrollo humano.