Revista del IEEM
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Bienestar laboral y productividad

El wellness o bienestar de los empleados dentro de las organizaciones se ha tornado primordial y, por tanto, es una de las principales preocupaciones en las empresas.

El COVID-19 cambió radicalmente el estilo de vida en el mundo de forma relevante y, en algunos casos, preocupante. En estudios llevados adelante por el Dr. Juan David Nasio —considerado uno de los expertos más destacados en el campo de la piscología— se observa que la pandemia trajo aparejada una nueva forma de depresión a la que denomina “depresión COVID-19”, que se refleja en síntomas tales como agotamiento físico y mental, altos índices de ansiedad, enojo y angustia.

Lo precedente no solo no es exclusivo del ámbito laboral, sino que, en algunos casos, se potencia en él. La altísima exposición a las pantallas, el tecno estrés y la falta de socialización con compañeros de trabajo no colaboran en la disminución de los síntomas.

Las organizaciones no son ajenas a esta problemática y es por eso que han comenzado a implementar programas de bienestar laboral para ayudar a reducir las manifestaciones asociadas a los efectos de la pandemia.

La intensidad de los cambios que se viven en la vida cotidiana, y en particular en las organizaciones, requiere de los empleados motivación, energía y equilibrio emocional. Esto tiene una relación directa con aspectos como la productividad, el desempeño y el ambiente laboral.

Aquellas empresas que poseen programas o que han implementado prácticas de bienestar laboral han comprobado el impacto positivo que tiene en la salud de los empleados y en la economía de la organización. Incorporar prácticas de bienestar laboral reduce costos en asistencia de salud, rotación de personal, baja los niveles de estrés individuales y colectivos, mejora el humor y la predisposición positiva hacia un trabajo de calidad.

La intensidad de los cambios que se viven en la vida cotidiana, y en particular en las organizaciones, requiere de los empleados motivación, energía y equilibrio emocional.

Algunos de los principales beneficios son que incrementan el rendimiento, la calidad de vida, el orgullo de pertenencia, la satisfacción, el compromiso, la retención, la reputación y la marca del empleado.

Existen diversos programas de bienestar laboral que apuntan a desarrollar en los colaboradores la capacidad de autocuidado y autorregulación frente a escenarios adversos, disruptivos e inciertos como el actual.

La vida que actualmente llevamos la mayoría va en “piloto automático”, sin espacios o momentos para dedicarnos al cuidado de nosotros mismos. Nos acostamos y pensamos en el trabajo, nos levantamos y ya tenemos en mente las tareas que debemos hacer a la tarde, luego qué haremos de cenar, y así sucesivamente.

En muy pocas ocasiones nos situamos en el presente. La mayor parte de nuestra vida estamos con un pie en el pasado y el otro en el futuro, lo que en muchas ocasiones genera estrés y ansiedad.

Pasamos una gran parte del tiempo en el trabajo y es importante tener en cuenta que, para lograr un buen desempeño y estar motivados, primero debemos de cuidarnos a nosotros mismos para poder estar disponibles para otros. En la medida en que no respetemos pautas de autocuidado en nuestra vida laboral —y extra laboral— pueden comenzar a darse situaciones problemáticas por el ritmo de los cambios que estamos viviendo.

El cuidado de los equipos de trabajo, cuyo objetivo es mejorar la salud de todos, es uno de los beneficios fundamentales para los empleados de una organización. Ser conscientes de su importancia ya es un gran paso. Ayuda a mejorar sensiblemente la calidad de vida y con ello el rendimiento laboral, sea cual sea la modalidad de trabajo.

El cuidado de los equipos de trabajo, cuyo objetivo es mejorar la salud de todos, es uno de los beneficios fundamentales para los empleados de una organización.

Justamente, las diversas modalidades de trabajo a las que se enfrentan los colaboradores generan otra fuente de tensión y estrés que podría devenir en omisiones de decisiones relevantes, pérdida momentánea del foco de atención, etc. Trabajo remoto, trabajo mixto: presencial y remoto, una semana presencial versus una semana remota. Todo esto genera estrés, ya que requiere articular con la vida personal y familiar de cada empleado, no son hechos aislados.

Implementar un programa de bienestar laboral implica, entre otras cosas, hacer una pausa y trabajar desde cada colaborador y también desde la composición del espacio de trabajo. Contribuye a la mejora del clima laboral, motivación y desempeño dentro de las organizaciones a través de la generación de conciencia y de instaurar herramientas de cuidado personal y de los equipos de trabajo.

Se busca analizar y reflexionar sobre los aspectos de la vida cotidiana y las experiencias que han transitado en el transcurso de este año y en el escenario actual, aún marcado por la pandemia. Todo con especial foco en los espacios y rutinas de trabajo, así como también en las relaciones interpersonales, a fin de que puedan identificar aquellas prácticas que desean cambiar y aquellas que desean mantener.

Para ello se trabaja con diversas técnicas y herramientas que permiten identificar, en el marco de la actividad laboral y su contexto, sucesos y key points que no contribuyen a lograr los objetivos de negocio esperados. Se trata de discernir y reconocer dichos aspectos, para que cada uno encuentre y tenga sus propias herramientas y prácticas.

La construcción de recursos propios está asociada al autodesarrollo y al aprendizaje, algo extremadamente valioso en las competencias requeridas hoy en día para desempeñar con eficacia cualquier tipo de rol en una organización.

Asimismo, es fundamental para todo trabajador que su jornada de trabajo se despliegue en un buen ambiente, en el que todos se sientan cuidados y valorados.

En los programas de bienestar laboral se busca reflexionar acerca de la organización del trabajo, en qué espacio se desarrollan las tareas, cómo se gestiona el tiempo, qué pausas se realizan, sobre todo en aquellos casos en los que la tarea se desarrolla 100 % en forma remota.

Si queremos resultados, crecimiento, productividad y mejora continua, apostemos a ser parte del grupo de organizaciones psicosocialmente responsables. Lo cuantitativo proviene de lo cualitativo: las personas.

Autor

Consultora asociada Advice

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