Revista del IEEM
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La legitimación de las ciencias sociales

Se me ha solicitado una columna de opinión sobre las dificultades de legitimación de las ciencias sociales en Uruguay. Quisiera empezar por decir que las dificultades de legitimación son de la ciencia en general, lo que estamos viendo de manera muy notoria en las actuales discusiones sobre la rendición de cuentas. Importantes sectores de la población ven a la ciencia como algo superfluo o suntuario y defienden que solamente aquello que tiene aplicación y rendimientos económicos inmediatos debe ser financiado. Esta mirada miope es una de las razones por las cuales nuestro país no es capaz de alcanzar los estándares de nivel de vida que permite el mundo contemporáneo.

Es claro que como sociedad podemos valernos, y siempre lo hemos hecho, de los conocimientos generados por sociedades más avanzadas y con mayor acumulación de conocimiento y capacidades. Sin embargo, es imposible apropiarse de esos conocimientos sin tener una importante base de personas calificadas, expresado en conocimiento teórico, de métodos y realidades concretas. Una sociedad que no sabe hacer ciencia no será capaz de utilizar el conocimiento científico de manera creativa y productiva. Adicionalmente, es necesario destacar que todo conocimiento se aplica en condiciones específicas, lo que conduce a dos cuestiones. Por un lado, es necesario articular de manera creativa el conocimiento tácito con los saberes estandarizados y la calidad del propio conocimiento tácito está determinada por la acumulación de habilidades científicas. Por otro lado, toda solución de problemas específicos demanda particulares combinaciones de saberes de personas idóneas y estas no se consiguen llave en mano, surgen de procesos evolutivos cuyos resultados dependen en alto grado de las capacidades locales.

Aquí podemos entrar específicamente al tema de las ciencias sociales y sus dificultades de legitimación. Obviamente, no es posible en esta breve nota abordar la gran diversidad de debates y alternativas de los muy variados métodos de las ciencias sociales y sus desafíos y dificultades específicas. Quisiera destacar algunos nudos del problema, algunos entre muchos existentes.

Las ciencias sociales comparten con todas las ciencias el permanente debate sobre cómo se produce conocimiento científico. Existen muchos tipos de conocimiento y muy diversos caminos para generarlos. Los debates sobre la legitimación del conocimiento no son más ásperos en las ciencias sociales que en otras ciencias. Digamos que es un problema intracientífico y en este campo es importante que todas las organizaciones que se dedican a la investigación mantengan una postura no dogmática, de pluralismo y de abierto debate sobre estos temas, lo que favorecerá el desarrollo del potencial científico.

Toda ciencia, su aplicación al desarrollo tecnológico y organizacional y las innovaciones que las aplican tienen lugar en contextos sociales y no tienen efectos neutrales. El desarrollo científico, en cualquier área, es resultado de prioridades establecidas mediante diversas interacciones sociales. Por lo tanto, toda ciencia tiene desafíos de legitimación. Entonces, una vez más, no es este un problema exclusivo de las ciencias sociales.

La aplicación de la ciencia a la solución de problemas es esencialmente un fenómeno social. La solución de problemas específicos de índole tecnológica impacta sobre muy diversos entornos de muy variadas formas, por lo que es ya un saber establecido que la solución de problemas debe tener un carácter fuertemente interdisciplinario, de tipo integral, que aborde los diferentes aspectos de las problemáticas. Entonces, no hay represa, planta industrial, sistema de riego, construcción de infraestructura, selección de vacuna, sistema de comunicación, o lo que se quiera pensar, que no deba ser abordado desde el punto de vista de la interacción entre la sociedad, sus distintos actores y su entorno ambiental, o sea, sin introducir miradas desde las ciencias sociales.

¿Por qué pareciera que las ciencias sociales tienen mayores problemas de legitimidad? Podría decirse que, porque todo problema social es un problema de conflicto y cooperación y que por más claramente expuestas y fundamentadas que estén las problemáticas, todo diagnóstico y toda solución a un problema social supone que existan impactos desiguales que afectan de diferente manera a distintos actores. Entonces, uno podría, de manera científica, presentar los pros y contras de, digamos, distintas formas de resolver el tema de la seguridad social. Más allá de la rigurosidad con que se presenten las alternativas, difícilmente se encuentre una que satisfaga por igual a todos los actores. La resolución, entonces, tendrá una solución política, dependiendo de las fuerzas y capacidades de distintos actores. Las ciencias sociales también pueden, dentro de ciertos márgenes, analizar y hasta cierto punto predecir, cuáles serán las soluciones que predominarán en determinados contextos políticos y sociales. Y quienes no compartan las soluciones predominantes, tenderán no solamente a cuestionarlas, sino también a deslegitimar la propia construcción y validez científica de esas soluciones. Es importante resaltar, que estas consideraciones no son en nada ajenas a la introducción de conocimiento científico de otras áreas del saber en la solución de problemas. Sin ir más lejos, remitamos a las interminables discusiones sobre si lockdown o no, o sobre la validez de los aportes de los modelos teóricos versus la ciencia con base en evidencia que presenciamos durante la pandemia.

En síntesis: si las ciencias sociales tienen mayores problemas de legitimidad es, fundamentalmente, porque su objeto de estudio es esencialmente el conflicto social; el conocimiento social está muy expuesto a su utilización por diferentes actores sociales. Obviamente, los científicos sociales son actores sociales y no están libres de intereses y valores. Sin embargo, no están solos en ello: también es el caso de cualquier otro científico que tiene intereses específicos en el desarrollo de tal o cual particular línea de investigación. Ese problema es inherente a la actividad científica: una reciente investigación ha mostrado que menos del 30 % de la investigación científica global tiene algún tipo de conexión con las prioridades de la Agenda de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. ¿Cómo se explica esta situación?

Finalmente, no podemos dejar de destacar la amplísima gama de conocimientos sociales que gozan de enorme legitimidad y que conforman los cimientos de nuestra vida social: los sistemas legales, los sistemas de precios, las diversas regulaciones económicas, la construcción de estadísticas económicas y sociales, las bases de los sistemas previsionales, la organización de los sistemas políticos, son todas áreas que acumulan y almacenan conocimientos profundos, más allá de los obvios debates que se producen y reproducen constantemente en torno a ellos.

Ph. D. en Historia Económica y profesor de la Udelar

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