En 2023, el sector tecnológico seguirá creciendo y Uruguay continuará posicionándose como centro de desarrollo tecnológico de nivel internacional.

El sector crecerá a medida que se vayan formando más perfiles que sean relevantes para la industria, no solo desarrolladores, sino también analistas, arquitectos de software, testers, especialistas en datos, por nombrar algunos.

La velocidad de crecimiento de los perfiles disponibles y colaboradores determinará, en parte, el ritmo de crecimiento económico de las compañías. Según diferentes estudios, faltan entre tres mil y cinco mil personas en el sector en Uruguay. Esto nos permite entender que ese es un requerimiento esencial para crecer.

Además del talento, hay varios temas relacionados a tecnología a los que las empresas y organizaciones deberían prestar atención de cara al 2023. A continuación, expongo algunos de ellos.

Decisiones con base en datos

Poner foco en mejorar la toma de decisiones con base en datos —definido por Gartner como applied observability— seguirá siendo un pilar para hacer más eficientes las empresas. Tomar decisiones más rápido y más acertadas con base en datos analizados por inteligencia artificial mejora directamente los resultados de negocio en tiempo real y, muchas veces, mejora la vida del consumidor, ya que obtiene mejores precios y servicios.

Para poner un ejemplo de esto, Tesla está ofreciendo en algunos estados de EE. UU. el servicio de asegurar el vehículo. En su propuesta de valor menciona que su diferencial es que, dada la gran cantidad de datos que tienen de la conducta más o menos riesgosa del conductor, puede determinar en tiempo real una prima mucho más conveniente que una aseguradora convencional que no tiene acceso a esos datos. A mayor score de manejo seguro tenga el conductor, mayores son los ahorros en el pago del seguro contratado y, a su vez, como el análisis es en tiempo real, la variación se ve reflejada en la factura de ese mes.

El potencial de las “superapps”

Otra tendencia que es interesante que las empresas de Uruguay y de Latinoamérica tengan presente es el concepto de superapps. Ser pioneros en esta área (tan conocida en Asia, sobre todo en China) va a ser un diferencial que muchas grandes compañías querrán lograr.

Una superapp no es una aplicación grande, sino una aplicación que le provee a los usuarios finales un conjunto de funcionalidades core y también el acceso a un número ilimitado de “miniapps” creadas por terceros que le pueden agregar otros servicios o productos diferentes y complementarios a los de la superapp.

Por ejemplo, un equipo de la NBA que tiene su estadio y que ofrece venta de su merchandising podría tener su aplicación nativa para comprar las entradas a los juegos y comprar las camisetas del equipo. Pero, si transforman esa aplicación en una superapp, podrían también vender comida en el estadio a través de una miniapp creada por una cadena de comida rápida, o permitir a los usuarios pedir transporte desde y hasta el estadio en una miniapp creada por una empresa de transporte.

Esto tiene sentido económico para el usuario porque le provee un abanico muy personalizado de experiencias dentro de una sola app. No tiene que descargar cuatro aplicaciones diferentes, hacer log in en cada una de ellas, poner sus datos y medios de pago en cada una de ellas y ocupar espacio en su dispositivo teniendo todas esas aplicaciones. Las miniapps pueden ser cargadas de forma dinámica cuando el usuario final así lo requiere, esto permite que dentro de una superapp puedan vivir millones de miniapps diferentes (como sucede en China), pero que la aplicación sea de un tamaño como cualquier otra aplicación “no superapp”.

El dueño de la superapp se transforma en un ecosistema en el cual los usuarios pueden interactuar con él o bien con terceras partes que están en ese ecosistema en la forma de miniapp, esto genera un gran engagement y nuevas formas de monetización que antes no eran tan viables.

Según un estudio de Gartner, para 2027 el 50 % de la población mundial será usuaria diaria de múltiples superapps.

Cultura de aprendizaje continuo

En este contexto de incertidumbre y de constante cambio, otra oportunidad está en fomentar una cultura de aprendizaje continuo y de desarrollo de nuevas capacidades. Generar ecosistemas de aprendizaje y de learning by doing es necesario para alcanzar un alto nivel de retención de talentos y de innovación. En tecnología es necesario dominar un tema para poder generar una innovación importante, aunque hoy creo que se extiende a varias industrias.

Esta cultura de aprendizaje en tiempos de incertidumbre da lugar también a la experimentación. La habilidad de las personas y empresas para ser flexibles y adaptarse a nuevas situaciones es una ventaja competitiva que puede hacerla crecer exponencialmente. Por el contrario, la falta de estas pueden llevarla a la quiebra muy rápido.

En este contexto, las organizaciones que sean colaborativas en el trabajo, que tomen decisiones ágiles y que brinden a sus colaboradores autonomía para decidir serán más flexibles y, por lo tanto, más resilientes. En este sentido, algunos métodos para fomentar una organización flexible y adaptativa son trabajar por objetivos y utilizar herramientas colaborativas para medirlos.

Otra tendencia que he visto es que hay una gran preocupación de algunas empresas por el bienestar de sus colaboradores. Desde la pandemia se ha detectado que muchos colaboradores han reportado problemas de salud mental relacionados al trabajo. Según estudios de LinkedIn, las personas que en las organizaciones se sienten cuidadas son tres veces más proclives a ser felices en su trabajo y también 3,7 veces más propensas a recomendar sus organizaciones como buenos empleadores.

En resumen, si queremos aumentar la productividad y la retención de talentos en las organizaciones debemos invertir en capacitación continua y en promover el cuidado personal, tanto físico como psicológico, de nuestros colaboradores. Para todo esto existe tecnología y productos digitales para medirlo y potenciarlo.