El especial de The Economist, “The World Ahead”, plantea que en 2023 emergerá un nuevo sistema energético, ¿estás de acuerdo?

La guerra en Ucrania puso en jaque al sistema energético global. La adicción a los combustibles fósiles, la dependencia de escasos (o únicos) proveedores y la alta volatilidad de los precios estresó dramáticamente a todo el sistema e impactó sobre la economía global.

Para garantizar la demanda, Europa tomó decisiones cuestionables y contradictorias, como resolver que “el gas natural es una energía limpia” para favorecer inversiones. El resultado es que hoy el mercado global de la energía se encuentra inmerso en una gran confusión. Un nuevo sistema va a emerger, pero me parece poco probable que 2023 traiga ya la claridad necesaria.

¿Qué efecto tendrá el elevado precio de la energía en los consumidores este año?

La gran mayoría de los países, comenzando por las principales economías, sigue teniendo una enorme dependencia de los combustibles fósiles, por lo que seguirá sufriendo la inestabilidad del precio de estos commodities, especialmente del carbón y del gas natural. A esto se agrega la necesidad de realizar, urgentemente, inversiones para garantizar el abastecimiento mediante nuevos proveedores, lo que generará activos que quedarán rápidamente obsoletos, cuando vuelva a prevalecer la prioridad de luchar contra el cambio climático.

Se habla de que es el momento del hidrógeno verde, ¿qué tan cerca estamos de esa realidad en Uruguay?

El hidrógeno verde será un energético global fundamental en las próximas décadas. Sin embargo, aún quedan algunos aspectos tecnológicos y regulatorios para resolver. Asimismo, el mercado global del hidrógeno verde está aún en proceso de maduración. Uruguay tiene excelentes condiciones para participar de ese futuro mercado. Por tratarse de modelos de negocio de largo plazo e intensivos en capital, la certeza jurídica que brinda el país es casi más importante que su abundante potencial eólico y solar.

¿Qué ventajas tiene este contexto para Uruguay, que transformó su matriz energética a una renovable?

A diferencia de lo que está sucediendo en casi todo el mundo, la transición energética le permite a Uruguay tener una escasa dependencia de los principales commodities energéticos globales, con excepción del petróleo para la movilidad de personas y mercaderías. El uso de energías renovables autóctonas, a través de contratos de largo plazo, aporta independencia y previsibilidad y evita que la economía nacional sufra la inestabilidad que generan fenómenos geopolíticos incontrolables, como los que estamos viviendo. Cada vez más, Uruguay es considerado una referencia en estos asuntos.