Revista del IEEM
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La voz de Guillermo Varela

“Si la transformación digital es solo una iniciativa personal, de una gerencia o de un departamento, y el resto no está alineado, será un fracaso”.

Guillermo Varela, presidente de la Cámara de la Economía Digital de Uruguay

TRANSFORMACIÓN DIGITAL

Para implementar la transformación digital es imprescindible la decisión férrea por parte de la empresa de hacerlo. Si es solo una iniciativa personal, de una gerencia o de un departamento, y el resto no está alineado, será un fracaso. Debe ser una determinación integral de la empresa. Evolucionar de lo analógico a lo digital es una oportunidad de reinventarse, de corregir, de mejorar, de volverse más competitivo y, obviamente, de actualizarse. En mi opinión, ni siquiera se trata de una opción, es inevitable.

Otros factores indispensables: tener objetivos claros, saber medirlos, y apoyarse en alguien foráneo a la organización en el proceso, para aplicar lógica, sentido común y no ser rehén de las costumbres, los vicios y, sobre todo, los “peros” de lo ya establecido. Lo imprescindible es diagnosticar bien qué se va a cambiar, qué tecnologías se usarán, quiénes las proveerán y qué resultados se esperan tener.

 

DESAFÍOS

Dudar de las prácticas instituidas —evitando creer que son un valor intocable¬— es uno de los principales desafíos que hay que sortear para alcanzar los objetivos propuestos. El “siempre se hizo así” o “el gerente de área no querrá que eso cambie y es el que sabe” no pueden ser verdades reveladas que impidan la implementación de cambios.

El uso de lo digital es cultural, no tiene que ver con la aptitud de las personas para manejar tecnología. Se deben planificar etapas de la migración, hay que ser flexibles y hospitalarios con el feedback de los empleados, y, además, tener siempre presente que en el mundo digital todo se basa en la experiencia del usuario.

Otro desafío es no centrarse solamente en la visión desde la Dirección de IT o de tecnología. Deben elegirse proveedores calificados, consultores con experiencia, y equilibrar las voces internas, privilegiando aquellas con una visión positiva y con conocimiento.

 

CAMBIOS EN LAS EMPRESAS

Si una evolución no trae cambios profundos y disruptivos, entonces la empresa eligió “maquillarse de bits” en lugar de modificar su ADN.  Se trata de ser una “nueva empresa”, con muchos datos, mayor comunicación, trazabilidad de todos los procesos, acceso remoto 24/7, analítica profesional, mejora sustancial de la gestión, abaratamiento de costos, reconfiguración de tareas y responsables, teletrabajo.

Si al dueño de la empresa o al Directorio no le genera incertidumbre, temor, y hasta cierto recelo, entonces no es suficientemente profunda la digitalización que se propone hacer. A la vez, cualquier recurso de una empresa —ya sea su gerente general o su peón más novato— tiene que saber que en el mundo digital no hay lugar para quienes no proveen valor.

La transformación digital traerá cambios diferentes dependiendo del sector de la industria, el producto que se fabrica o comercializa, o el servicio que se presta. Pero, en general, es una chance para los buenos profesionales de ser más visibles y, para todos aquellos que no encuentran opciones o son rehenes de algún proceso, jefe, grupo o cultura estancada en el día a día laboral, es una oportunidad para reconvertirse positivamente.

Para quien se ha vuelto un experto en ser intrascendente, es el acta de defunción. La digitalización es el apocalipsis de los burócratas.

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