Revista del IEEM
TOP

Los valores en las empresas familiares

Definición de valor

Se puede comprender la cultura como la manera de hacer las cosas y de enfocar el mundo en el cual vivimos, pero hay que recordar que la cultura se sostiene en valores de fondo. Se entiende por valor aquella cualidad positiva o negativa que se le da a las cosas, a las personas, y al accionar humano. A su vez, se define como valor aquello que la persona estima como bueno, justo y virtuoso. En este artículo entendemos por valor a aquello que las familias o las personas estiman como bueno, que puede ser virtuoso o neutro, pero siempre dentro de un comportamiento ético.

La empresa, como organización humana o comunidad de personas, tiene implícita unos valores a los que adhiere. Estos valores se van manifestando por medio de acciones concretas a lo largo de la vida de las organizaciones. Y son esos valores fundamentales los que muchas veces hacen de cimiento para la empresa, y producen la identificación y alineación de sus miembros.

En una empresa de salud en la ciudad de Córdoba, Argentina, uno de los valores importantes que la familia dueña definía como diferencial en su organización era el de la “cercanía con el paciente”. En una oportunidad, el dueño de otra empresa familiar de la provincia de Buenos Aires sufrió un infarto y debió internarse en esa clínica, lejos de su hogar y su familia. Es sabido que ante los problemas coronarios los pacientes se ponen sensibles. Este hombre, lejos de sus familiares y espacios conocidos, estaba particularmente conmocionado. Al llegar a la guardia, vivió una experiencia que lo dejó conmovido: el médico de guardia, tomándolo de la mano, le dijo: “Quédese tranquilo, yo no me voy a mover de su lado, y seré su familiar hasta que ellos estén con usted”. Esta es una de las maneras en la que la cultura basada en valores se refleja en las acciones básicas de la organización en todos los puestos y funciones que en ella se desarrollen. Conmovido, el que fuera paciente de esta empresa de salud, compartió —años más tarde— su experiencia en un curso de empresas familiares en Argentina.

 

Cuáles son los valores de las empresas familiares

Se han llevado a cabo algunos estudios acerca de cuáles son los valores en los que se distinguen las empresas familiares. Lo primero que hay que destacar es que las empresas familiares son menos permeables a la cultura del mercado. Están imbuidas de la cultura familiar y tienen una cultura más sólida que las empresas no familiares. De acuerdo con un estudio realizado en 3000 familias en EE. UU. y 20 países de África, América Latina y Europa1, las cualidades principales de las familias son: reconocimiento, compartir tiempo juntos, compromiso, comunicación, alto nivel de religiosidad y habilidad para resolver las crisis positivamente.

A las cualidades mencionadas, se le suman valores como la armonía, la orientación a largo plazo y el servicio al cliente como pilares propios de las empresas familiares. Otra interesante investigación2, en la que se compararon unas 20 empresas familiares con 389 empresas no familiares, una de las diferencias más notables está en la inversión que las empresas familiares hacen en su gente. Un aspecto en el cual se destacaron las empresas familiares son los valores principales/primarios, la consistencia y el consenso. En un grado más marginal, se vieron mejores valores de adaptabilidad, capacidad de cambio y aprendizaje organizacional.

Otras investigaciones3 arrojan resultados similares: identificaron como valores más importantes el buen nombre, la honestidad, la credibilidad, el respeto por la ley, la calidad y el esfuerzo en el trabajo. En esta misma investigación se sorprendieron por lo bajo que resultaron la búsqueda del buen retorno económico para los dueños, el deseo de crecer y de obtener reconocimiento social.

 

Los buenos valores: un aliado estratégico

La acción y práctica empresarial que incorpora valores trascendentes frecuentemente genera una mejor performance, que desemboca en resultados superiores. Los valores son un fin en sí mismo, pero resulta estimulante saber que generan efectos positivos para las empresas familiares. Algunos de ellos son: dar un sentido de identidad, favorecer la estabilidad de las normas sociales y orientar a las personas hacia compromisos que van más allá de sí mismos.

Uno de los momentos en los que los valores juegan un papel clave es durante el cambio generacional. Lo habitual es que en esa etapa aumenten la cantidad de accionistas. Por ende, puede disminuir el interés de los familiares/accionistas en la empresa al no encontrar un lugar influyente o interesante en la misma. Frente a este problema, una posible solución es la mencionada por Ward: “Cortar el árbol familiar”. Y otra es la que menciona Aronoff4: aumentar la cohesión familiar en torno a los valores con los cuales se identifica la familia.

Si al interés económico se le suman —por medio de la reflexión y la explicitación— los valores familiares representados en la empresa, todos sus accionistas/familiares encontrarán en la empresa familiar una oportunidad única de extender su legado ético y económico a las generaciones sucesivas y a la sociedad, generando un impacto altamente positivo.

Se necesita una cultura empresarial sustentada en valores que brinde la motivación necesaria, más allá del retorno económico, para darle continuidad a la empresa y para sacrificar un poquito el interés personal en pos del bien común, que a su vez redundará en un beneficio propio. La conciencia de los valores en torno a los cuales cohesionar a la familia con la empresa permitirá capear las tormentas y superar los malos momentos, porque extiende la mirada al largo plazo. Se trata de mantener viva la llama del fundador, sus valores y su pasión y, al mismo tiempo, estar atentos a las nuevas oportunidades y necesidades del mercado.

La estrategia esencial de las empresas familiares consiste en combinar los valores de la familia con las oportunidades del mercado5. Los valores de la familia tienden a ser decisivos (consciente o inconscientemente) en la selección de las estrategias del negocio. Existe la teoría de que la familia empresaria suele elegir opciones y estrategias acordes a su visión del mundo y sus valores, porque aquello que somos es lo que determina a dónde queremos ir.

La familia debe reflexionar periódicamente sobre sus valores mientras rearma sus estrategias. Hay que evitar que la empresa encare una estrategia inconsistente, y para eso se deberá re­evaluar tanto los valores como las estrategias, adaptándose mutuamente y haciendo los cambios necesarios para que, tanto la dirección de la empresa como los valores de la familia, estén en armonía. Si los valores familiares son compatibles con la estrategia, la empresa y la familia lograrán superar cualquier obstáculo, porque son dos fuerzas que actúan unidas. De lo contrario, es muy probable que la estrategia fracase.

Muchas familias con empresas centenarias han descubierto que la redefinición de ellos mismos y de sus negocios ha sido un baluarte importante para su sustentabilidad y que ha fortalecido el compromiso de los integrantes con la empresa y con su continuidad.

Referencias

[1] Vallejo y Martos, M. C. (2011). “The organizational culture of family firms as a key factor of competitiveness”. Journal of Business Economics and Management 12 (3): 451­481

[2] Denison, D.; Lief, C. y Ward J. L. (2004). “Culture in Family­Owned Enterprises: Recognizing and Leveraging Unique Strengths”. Family Business Review 17(1): 61­70

[3] Koiranen, M. (2002). “Over 100 Years of Age But Still Entrepreneurially Active in Business: Exploring the Values and Family Characteristics of Old Finnish Family Firms”. Family Business Review 15 (3): 175­187

[4] Arnoff, C. (2004). “Self­Perpetuation Family Organization Built on Values: Necessary Condition for Long­Term Family Business Survival”. Family Business Review, 17 (1): 55­59

Denison, D.; Colleen, L. y Ward, J. (2004). “Culture in Family­Owned Enterprises: Recongnizing and Lveraging Unique Strengths”. Family Business Review 17: 61­70

[5] Ward (2011). “How Family Values and Vision Drive Business Strategy and Continuity”. Universia Business Review, num. 32, pp. 26­38

Autor

Directora asociada del Centro de Empresas Familiares del IAE

Postear un comentario