Revista del IEEM
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“Hace falta que más emprendedoras cuenten sus fracasos y sus éxitos”

Carolina Bañales

CEO de Eyecue Insights y cofundadora de GlamST

¿Qué se necesita hoy para emprender y no morir en el intento?

Se necesita mucha perseverancia, claridad en el objetivo y un equipo para ejecutar la idea. El equipo siempre es clave. El objetivo claro es muy importante porque en el mundo de hoy surgen ideas todo el tiempo. No digo que hay que casarse con una sola idea, pero sí tener foco, si no como emprendedor podés terminar haciendo un auto de diez ruedas.

Siempre es necesario algo de fondeo, pero más importante es saber cuidarlo y priorizarlo. No siempre es intuitivo el trabajo de CFO. Ser emprendedora es muy solitario, y requiere de mucho trabajo. Por esto, siempre recomiendo buscar mentores que te acompañen, pero de verdad. Y lo digo así porque no sirve una charla cada dos meses, por arriba. Los mentores tienen que entender los puntos más críticos para “pincharte” en ellos, y no dejar que desvíes la mirada a lo que parece más atractivo o lo que está funcionando.

La fuerza emprendedora por naturaleza nos lleva a seguir y es algo medio instintivo, casi como el instinto materno. Para hacerlo ponemos mucho foco en lo que va a funcionar, y no tanto en lo que no. Está bueno tener gente alrededor que te ayude a prestarle atención a estos puntos para mitigarlos y trabajarlos.

Por último, aprendí con el tiempo que un punto fundamental como emprendedora y fundadora es conocerse mucho a una misma. Es desde el emprendedor que surgen las prioridades del emprendimiento y cómo se prioriza el capital y el tiempo. Muchas veces ahí están las debilidades más grandes de la empresa: cuando el fundador no conoce sus propias carencias y no las complementa o las trabaja a tiempo.

 

¿Cuáles son los pasos necesarios para convertir una idea en una realidad?

Lo primero: MVP, MVP, MVP (Minimum Viable Product). Empezar con algo chico, que sepas que se puede escalar. Es muy relevante el segundo punto. Si no se puede escalar, probarlo en modo boutique no tiene sentido. Otra clave es armar un equipo que funcione, que sea ágil al comienzo, y que pueda crecer con la empresa. No siempre es fácil que el equipo que hace el MVP sea el que genere un exit de la compañía, pero si lográs eso, las transiciones de crecimiento son mucho menos dolorosas. Es importante saber que es normal que haya cambios, y que es parte del crecimiento. También se necesita financiamiento, puede ser propio, levantado o prestado. El financiamiento es clave, sobre todo porque permite ejecutar. Si no tenés financiamiento el problema pasa a ser la falta de capital y no la forma en que se ejecuta.

«Si hubiera más mujeres inversoras, habría mas empatía con las mujeres emprendedoras».

¿A qué desafíos se enfrentan las mujeres a la hora de financiar sus empresas?

Se enfrentan a varios desafíos, pero destacaría los dos más comunes. El primero, que hay menos inversoras mujeres que hombres. Por lo tanto, menos empatía en varios frentes. Algunos ejemplos son: productos que tienen como foco a la mujer, o balance de vida entre mujer-mamá-emprendedora. Los inversores entienden menos y, por lo tanto, les asusta más. Y hay que entender que los inversores son expertos en medir riesgo. Para ellos, con estos dos puntos ya alcanza para aumentar el riesgo de los emprendimientos liderados por mujeres. Si hubiera más mujeres inversoras, habría mas empatía con las mujeres emprendedoras.
Segundo, a las mujeres nos cuesta más recurrir a nuestros “friends and family” para buscar capital. Nos cuesta pedir capital a familiares y contactos directos. Nos da más miedo el fracaso, por lo tanto, nos cuesta más levantar capital.

 

¿Qué características de la sociedad uruguaya impulsan el crecimiento del emprendimiento de las mujeres y cuáles lo frenan?

Las características que impulsan el crecimiento de mujeres emprendedoras son muy relevantes. Uruguay tiene una historia de ir por delante en cuanto a cambios sociales. Tenemos un gobierno estable y leyes muy avanzadas. También hemos luchado por no quedarnos en lugares comunes de América Latina, como son las costumbres conservadoras.

Todo esto apoya un cambio de paradigma en la sociedad, que conduce a una mujer exitosa y emprendedora. Porque, aunque no sea un objetivo en sí mismo, todo lo que nos ajusta, cambia, y hace crecer, impulsa una sociedad más abierta y menos encasillada en lugares comunes y a poder romper modelos de rol. Uno de ellos, típico en Latam, es el rol de la mujer en el hogar y en la fuerza laboral. En este sentido, creo que tenemos ventajas. De todas formas, cambiar estos paradigmas —de forma real— no es fácil. La intención está, y eso es bueno.

Por otro lado, tenemos un ecosistema robusto, que funciona. Es importante entender el rol que cumplen las organizaciones. En mi caso particular, tanto la ANII como Endeavor apostaron a emprendimientos liderados por mí en una etapa un poco más temprana de lo normal. Eso fue un riesgo; pero se deben tomar para lograr aumentar los números de mujeres emprendedoras. Tenemos gente comprometida con la causa en varios frentes. Desde lo político, con mujeres como Laura Raffo, la vicepresidenta Beatriz Argimón, y Lorena Ponce de León. Desde las organizaciones tenemos a Sara Goldberg y Amalia Quirici, que llevan años empujando el emprendimiento en Uruguay, y me consta que buscando que, en particular, el emprendimiento femenino aumente. No solo mujeres, sino también hombres, nos vemos cada vez mas comprometidos con la causa.

Pero la realidad es que el problema es más de base. Creo que en Uruguay el problema parte más desde la emprendedora que desde el apoyo que pueda contar. Creo que nos faltan más ejemplos a seguir, más emprendedoras que cuenten sus fracasos y sus éxitos. Como sociedad, no somos de exponernos tanto, al contrario, tratamos de ser lo más humildes posible. Y, si bien eso tiene su lado sano, también hace que haya menos mujeres que se expongan a contar sus historias. Necesitamos ver para creer que lo podemos hacer también.

Nos faltan más mujeres inversoras que tengan empatía con los desafíos que conlleva ser mujer y emprendedora. Parece repetitivo, pero tener ejemplos es fundamental. Y tener un ecosistema de mujeres inversoras es parte de eso también. Uruguay es muy carente de este punto.

«Estamos preparando la primera ronda de levantamiento de capital para ampliar operaciones en Estados Unidos».

¿Cuál es la visión de crecimiento de Eyecue Insights?

Estamos preparando la primera ronda de levantamiento de capital para ampliar operaciones en Estados Unidos y mejorar el producto. Como a muchas empresas en 2020, a Eyecue le fue muy bien en el primer trimestre, y se pararon mucho los avances comerciales durante el segundo y tercer trimestre del año. Ahora, en el cuarto trimestre, vemos los frutos de haber trabajado en mantener buenas relaciones con los potenciales clientes que veníamos trabajando al comienzo del año. Creemos que el final de este año va a ser bueno, y estamos muy expectantes por el comienzo de 2021 para concretar varios proyectos.

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