Revista del IEEM
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La voz de David González

«Es fundamental que la ciencia se inserte en la sociedad como parte de la cultura y no como una actividad alienígena».

David González | Director del Programa de Desarrollo de las Ciencias Básicas (Pedeciba)

Desarrollo de las ciencias

Pienso que la diferenciación entre ciencias básicas y aplicadas es un poco obsoleta. Toda generación de conocimiento eventualmente tendrá una aplicación, la diferencia está en qué tan cercano o lejano está ese horizonte de aplicación. A veces el conocimiento generado tiene aplicación inmediata en un tema productivo o de salud, mientras que otras veces ese conocimiento encuentra su valor años después de ser generado. El estudio de las costumbres de un animal salvaje puede parecer de escasa aplicación inmediata, pero cobra valor cuando se descubre una enfermedad zoonótica transmitida por esa especie. En Uruguay la investigación de aplicación a largo plazo es apoyada fundamentalmente por la Udelar, el MEC, el Pedeciba y la ANII a través de becas y proyectos competitivos. Además, está indisolublemente atada a la formación de recursos humanos que es el principal producto de una universidad.

 

Salida laboral

El Pedeciba trabaja apoyando seis áreas: Biología, Física, Geociencias, Informática, Matemática y Química. Las personas formadas en ciencias básicas tienen salida laboral diversa dependiendo de la especialidad. El desempleo hoy en áreas como informática o química es muy bajo. En el caso de los matemáticos y físicos, que son pocos, las universidades absorben a la mayoría de los egresados. En las geociencias, que abarcan desde la geología a la metodología, la situación es variada, pero en general la demanda por personas formadas en estas ramas está creciendo. El caso más complejo es la biología, ya que, por ser la ciencia de mayor desarrollo en Uruguay (y en el mundo), es la que tiene un mayor número de estudiantes y de egresados. Afortunadamente, en Uruguay desde hace algunos años ha comenzado a desarrollarse un sector biotecnológico con potencial de generar empleos de calidad, además de hacer viables soluciones productivas, veterinarias y médicas modernas para toda la sociedad.

 

Jóvenes en las ciencias

En este momento la mayor barrera es el escaso número de becas de posgrado de parte de la ANII y la Udelar, sumado al monto salarial de las becas que no es para nada competitivo con los salarios de entrada de la industria farmacéutica o informática. Superada esa barrera, es necesario que se visualice a la investigación como una necesidad para la competitividad del sector productivo. De nada sirve que las universidades formen a personas para hacer investigación si luego en sus lugares de trabajo no será valorada esa parte de su educación y realizarán tareas que no involucren creación de conocimiento. Es fundamental que la ciencia se inserte en la sociedad como parte de la cultura y no como una actividad alienígena. Ha habido enormes progresos desde finales del siglo XX, pero aún nos falta un largo camino. Creo que una señal puede ser dada a través de la creación de departamentos de I+D+i en las cuatro empresas públicas. También a través de programas para que profesionales jóvenes realicen investigación y tesis de posgrado dentro de empresas privadas apoyados por becas específicas. La ANII acaba de lanzar un programa piloto en ese sentido que se suma a esfuerzos de las universidades y del Pedeciba para apoyar la investigación conjunta universidad-empresa que existen pero están subfinanciados.

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