Revista del IEEM
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Valentina Piquerez

PP_Piquerez

¿Qué te inspiró a traer la iniciativa CreativeMornings a Montevideo?

Viví la experiencia local en Barcelona mientras estudiaba el posgrado en Innovación Design Thinking. Esa vivencia prendió la llama, pero fue mi amor por Montevideo y su gente, la necesidad de pertenecer a una comunidad y las ganas de crear algo propio, con nuevas reglas de juego donde pudiera poner en práctica lo que acababa de aprender, lo que me inspiró a la acción.

 

¿Cómo usan el Design Thinking en sus procesos creativos?

Creo que el Design Thinking no es algo que se “use”, tiene que ver con la cultura de la organización. Desde el comienzo nos planteamos como un equipo multidisciplinario, horizontal, movilizado por un propósito común. Trabajamos con comunicación transparente, habilitamos la curiosidad y la creación desde la empatía, probamos, creamos, medimos, ajustamos. Abrimos canales muy cercanos con las personas usuarias, cocreando juntas la experiencia mes a mes.

 

¿Cómo cambió tu visión del diseño industrial a partir del pensamiento de diseño?

El pensamiento de diseño me ayudó a salir del producto físico como centro de la creación. Me dio herramientas para diseñar intangibles, experiencias, servicios. Me acercó aún más a las personas, tanto a las usuarias como a las que componen los equipos. Me abrió a la posibilidad real de crear en y para el colectivo. Humanizó mucho mi visión del diseño.

 

¿Qué falta para que haya más y mejores aplicaciones del Design Thinking en Uruguay?

Creo que aún existe desde las empresas y organizaciones cierta reticencia a crear de manera horizontal, empoderar a sus colaboradores, abrazar la diversidad y habilitar el intercambio, crear cultura y redefinir el propósito. Se precisa valentía para escuchar con apertura lo que las personas usuarias puedan decir, así como visión para invertir en los procesos de investigación cualitativa que habilitan este intercambio. El pensamiento de diseño bien aplicado implica un cambio estructural, sistémico, que acompaña el movimiento que estamos viviendo hoy en día y que tiene un impacto positivo en el negocio. Hace falta coraje.

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