En febrero de 2020 mencionaste que el cambio de gobierno generaba “expectativas positivas” para el sector agropecuario. Tras dos años de pandemia, ¿cómo han evolucionado esas expectativas?

Veo un muy buen panorama para los sectores productivos en varios frentes. Para empezar, cercanía para atender a la urgencia en plena pandemia, y también escuchar lo estratégico de cada sector. También hay buenos estímulos a la inversión de calidad que mejore la productividad, mitigue el cambio climático o ambos. Hay bajas de tasas de interés, un marco de negocios estable, una búsqueda de mercados y una baja de aranceles. Por último, la promoción del país en su conjunto nos hace más visibles globalmente y genera entusiasmo en toda la sociedad.

¿Qué impacto podría tener la firma de un TLC con China en el sector?

No creo que nadie tenga métricas precisas de qué puede pasar. Entendiendo que asusta el tamaño de la contraparte, y es un punto que cuidar, la complementariedad de las economías es enorme. Uruguay debe intentar capturar más valor por los productos exportados, eso también es competitividad (no solo ser más eficientes y tener un tipo de cambio bajo). Y China, aun en los mismos rubros que hoy producimos, tiene nichos para negocios de valor. La cercanía va a generar más oportunidades.

¿Qué medidas del gobierno pueden impulsar el crecimiento sostenido por el agro a lo largo del año pasado?

Mantener los estímulos a la inversión, porque cada empresa es la mejor para encontrar dónde producirá más retorno, y eso genera crecimiento a largo plazo. También hay que tener reglas claras e información sobre lo que el gobierno puede lograr en tratados internacionales. Hay que mantener el costo país competitivo y el equilibrio con toda la sociedad, porque nadie es exitoso en un entorno que no lo es. Ese es un aspecto clave de la sustentabilidad del crecimiento de un país a largo plazo.

¿Cuáles son tus proyecciones de crecimiento para 2022?

La propuesta es crecer en todos los negocios del corazón de la compañía: productividad agropecuaria y servicios comerciales para otros productores.

También queremos salir de negocios complejos que, si bien agregan valor, son una aspiradora de felicidad en la empresa. Y afirmar aún más la relación con los socios estratégicos en las cadenas de valor e incrementar el valor del equipo de trabajo, capacitando y participándolos cada vez más de las estrategias y de la toma de decisión. ¡Y disfrutar trabajando!