Los metaversos son una realidad que vino para quedarse, ¿qué tanto prevés que los uruguayos nos involucremos y de qué forma?

Los metaversos son una realidad emergente en el mundo digital que está ganando cada vez más popularidad. Se trata de espacios virtuales en los que los usuarios pueden interactuar y participar de experiencias inmersivas en línea. Estos metaversos pueden usarse para diversos fines, desde juegos hasta encuentros sociales y trabajo colaborativo.

En el caso de Uruguay, esperamos que siga la tendencia mundial y se vea un uso cada vez mayor de los metaversos. Sin embargo, también se está observando una tendencia hacia el desarrollo de la realidad aumentada, lo que puede verse como un paso intermedio hacia el metaverso. Esta tecnología es un poco más fácil de desarrollar y parece tener una mejor aplicación en el corto plazo, mientras que la adopción masiva del metaverso está tomando más tiempo y sigue evolucionando junto a sus casos de uso.

Otro factor clave, atado al crecimiento de los metaversos en Uruguay, serán los costos del hardware necesario para acceder a ellos, y también la conectividad. Es importante tener en cuenta que, para determinadas aplicaciones, como juegos a través de streaming, la velocidad de la conectividad puede ser un factor limitante.

En cuanto al hardware, hoy un visor de metaverso en Uruguay puede ir desde los USD 600 hasta los USD 2500. En 2022 se vendieron alrededor de 500 unidades en nuestro país, y la industria de videojuegos se perfila como la gran impulsora de esta tendencia.

De todas formas, a pesar de que a veces se piensa que en Uruguay las cosas llegan tarde, en el campo de la tecnología esto no es cierto. Gracias a la globalización, Uruguay está al día con las últimas tendencias tecnológicas y es un país en constante evolución en este ámbito, incluso considerado un hub tecnológico a nivel regional.

¿Cómo se entra y se interactúa en un metaverso como usuario? ¿Cualquier persona puede hacerlo?

Entrar y participar en un metaverso como usuario es bastante fácil. En la mayoría de los casos, se requiere solo un dispositivo conectado a Internet (que puede ser un visor como Oculus Quest de Meta, Pico Lenses de Pico, o una computadora) y un software de realidad virtual.

Algunos metaversos, como Second Life, requieren descargar un software especial, mientras que a otros, como Minecraft, se puede acceder a través de un navegador web.

Una vez que se cuenta con el software necesario, solo resta crear una cuenta y comenzar a explorar el metaverso. En algunos casos, te proporcionan un avatar predefinido con el que podés interactuar con otros usuarios y el entorno virtual, mientras que en otros vas a poder personalizar tu avatar.

Una vez dentro del metaverso, se puede interactuar con otros usuarios y el entorno virtual de diversas maneras. Por ejemplo, hablar con otros usuarios a través de chat de voz o de texto, moverse por el entorno virtual y explorar diferentes áreas, y participar en actividades y juegos. Ciertos metaversos también te permiten crear tu propio contenido, como mundos virtuales o aplicaciones, y compartirlo con otros usuarios. Sin embargo, algunos universos no son aptos para todo público, por lo que es posible que tengan restricciones de edad o requisitos adicionales para crear cuentas.

La experiencia en el metaverso va a depender del hardware que tengamos. No es lo mismo entrar con un visor completamente inmersivo hacerlo con una computadora de escritorio o laptop. Incluso, en algunos casos será requisito disponer del hardware, de lo contrario no podremos acceder.

¿Qué implica para una empresa estar en un metaverso? ¿Por qué debería considerarlo?

Estar en un metaverso implica que la empresa tiene presencia en una realidad virtual y que los usuarios pueden visitarla a través de los dispositivos que mencionamos. El fin de estas plataformas es que permiten a las empresas expandir su alcance hacia un público más amplio y diversificado, y ofrecer nuevas formas de interacción con sus clientes y socios comerciales.

Los metaversos son accesibles desde cualquier lugar del mundo y permiten a las empresas llegar a personas que de otra manera no podrían tener acceso a sus productos o servicios. Estar en un metaverso también les brinda la posibilidad de ahorrar gastos en eventos y reuniones presenciales, viajes y alojamiento. Por ejemplo, en lugar de alquilar un espacio físico para un evento o una exposición, la empresa puede crear un stand virtual y recibir visitas desde cualquier país.

La posibilidad de ofrecer una experiencia de marca única y personalizada es otra ventaja del metaverso. Las empresas pueden crear entornos virtuales que reflejan su identidad y valores e interactuar con sus consumidores mediante juegos, así como aprovechar herramientas como el marketing en el metaverso para llegar a un público específico.

Un factor determinante para ofrecer una experiencia exitosa es tener a un equipo de personas que se ocupe de “estar en el metaverso”. Podemos pensarlo como una analogía de un stand físico en un evento presencial: cuando las personas pasen por allí, es lógico que se encuentren con alguien (bot o humano) que pueda ampliar información o generar nuevas vías de interacción.

Muchas empresas están considerando generar experiencias one-shot (use y tire) para estar o anunciar que están en el metaverso, lo que no es conveniente si no se sostiene en el tiempo. Estar en el metaverso debe ser considerado un trabajo permanente, como abrir otra oficina.

¿Cómo se logra una experiencia inmersiva del cliente en el metaverso?

Para lograr una experiencia inmersiva del cliente en el metaverso debemos tener en cuenta varios factores. En primer lugar, es importante el diseño del mundo. El metaverso debe ser un lugar que parezca real, con un diseño atractivo y coherente. Esto incluye elementos como la arquitectura, la ambientación, la iluminación y el diseño de personajes y objetos. Si el mundo es atractivo, los usuarios estarán más dispuestos a explorar y a pasar tiempo en él.

En segundo lugar, la interacción con el usuario es clave. El metaverso debe ofrecer diferentes formas de interacción para que los usuarios exploren y experimenten el mundo de manera activa. Esto puede incluir juegos, actividades y eventos. Si los usuarios pueden participar y hacer cosas en el metaverso, se sentirán más inmersos en el mundo.

Otro factor es la comunidad. Debe existir una comunidad activa y comprometida, ya que esto puede hacer que la experiencia sea más atractiva. Si hay otras personas con las que los usuarios pueden interactuar y compartir, esto puede hacer que se sientan más conectados. Hoy en día, este es uno de los factores más desafiantes a la hora de crear experiencias inmersivas.

Por su parte, tenemos el contenido: debe ser interesante y diverso para mantener a los usuarios comprometidos y atraer a nuevos visitantes. El objetivo es claro: lograr que los usuarios pasen más tiempo en él.

Por último, es importante que sea fácil acceder y usar el metaverso. En este punto, la experiencia de usuario juega un rol primordial en el diseño de estos mundos; si no cuidamos este factor, puede tirar nuestro trabajo sobre los puntos anteriores a la basura. Si los usuarios tienen problemas para acceder o utilizar el metaverso, se frustrarán y no querrán volver.

¿Cómo podría una empresa usar el metaverso puertas adentro?

Uno de los usos más comunes del metaverso para empresas es la creación de un entorno virtual para reuniones y colaboración. Por ejemplo, en Quantik trabajamos durante 2022 creando reuniones virtuales con equipos en República Dominicana y Uruguay, con grupos de hasta 10 personas en un mismo espacio virtual. Incluso estamos explorando realizar el onboarding para nuevos colaboradores de otros países 100 % en el metaverso, una experiencia más enriquecedora que las inducciones clásicas.

Además, en 2022 Microsoft anunció una integración de Teams, el paquete de Office y Windows 365 con Oculus, lo que puede llevar las colaboraciones a otro nivel. Estamos hablando de una llamada con personas en cámara desde laptops, celulares y representados con un avatar digital desde el metaverso.

Con esta noticia, la integración con Windows 365 podría llegar a un nivel en el que ya no sea necesario una computadora para trabajar y el dispositivo laboral sea un visor que tenga todas las herramientas y documentos integrados. Esto resultaría mejor en cuanto a la portabilidad y comodidad, porque en el visor podríamos tener varias pantallas o monitores virtuales para trabajar. Hoy en día, dependemos de pantallas y espacio físico para lograrlo. Las posibilidades son muchísimas.

Otro ámbito en el que se aplica hoy en día es en la industria de arquitectura y construcción. Un grupo de personas en distintas partes del mundo puede crear, modificar y hasta recorrer maquetas en 3D a escala real, como si estuvieran todos en la misma sala. El nivel de realismo e inmersión permite tener una noción más exacta del lugar creado y las sensaciones una vez construido. Por lo tanto, se obtiene una experiencia casi igual a recorrer un modelo construido, con costos y tiempos mejores.

Si bien algunas de estas aplicaciones pueden sonar futuristas o que nunca tendrán un uso cotidiano, recordemos que a principios del 2000 salieron los primeros celulares con cámara, y muchas personas los consideraban un accesorio de nicho o cuyo uso se iba a reducir en la profesión de arquitectura; hoy en día, no concebimos un dispositivo móvil sin esta funcionalidad.