La inserción internacional de las empresas impacta positivamente en su nivel de productividad, en la calidad del empleo y en la incorporación de innovación, entre otros aspectos positivos que ayudan a su desarrollo y supervivencia. Existe consenso acerca de que las empresas exportadoras son más productivas que las que solo venden en el mercado local, pues mejoran a partir de la competencia con el exterior.

El aprendizaje derivado de la actividad exportadora impulsa a las empresas a innovar, porque deben hacer frente a las demandas provenientes de un mercado externo que impone requisitos de acceso al mercado, adaptación de productos a la demanda, nuevos canales de comercialización, know-how, entre otros. Exportar permite a las empresas mayores ventas y generar economías de escala, ya que se utiliza eficientemente la capacidad productiva. También les permite lograr mayor rentabilidad, lo que asegura la existencia de la empresa en el largo plazo.

En Uruguay, las exportaciones de bienes las realizan empresas con características bien diferentes. En 2022, aproximadamente 1700 empresas exportaron bienes por USD 13 991 millones. De este total, 1027 conformaron el núcleo exportador —empresas que realizan exportaciones de forma habitual—, que concretó colocaciones internacionales por USD 13 190 millones. Las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) representan el 81 % del núcleo exportador y su participación en el valor exportado es de solo 4 %, mientras que las grandes empresas son el 19 % del total y representan el 96 % del valor exportado en 2022.

Esto ilustra la importancia numérica que tienen las mipymes en el tejido empresarial exportador de Uruguay y el rol clave que juega el diseño de herramientas que les permitan un crecimiento en la participación del valor total exportado.

Enfocar esfuerzos para que este tipo de empresas se internacionalicen es fundamental, porque hay que considerar que las 1027 empresas que conforman el núcleo exportador generaron aproximadamente 61 500 empleos en 2022. Las empresas grandes representaron casi el 80 % del total, mientras que el 20 % restante, unos 12 000 puestos de trabajo fueron empleos generados por las mipymes.

En lo que respecta a productos, las pequeñas y microempresas tienen un rol relevante en las exportaciones de algunos productos puntuales como piedras preciosas, cítricos, miel y vino. Las empresas medianas tienen una relativa influencia en algunos productos tradicionales como el arroz, la soja y la madera. Las empresas grandes explican casi la totalidad de las exportaciones de carne bovina y gran parte de las exportaciones de celulosa, soja y productos lácteos. Entonces, mientras las micro y pequeñas empresas realizan exportaciones de bienes no tradicionales, las medianas y grandes tienen foco en bienes tradicionales. En este sentido es importante que las mipymes cuenten con planes de internacionalización adecuados, que se puedan implementar, ya que esas son las empresas que contribuyen a la diversificación de la canasta exportadora del país.

Otro aspecto relevante de la internacionalización son los destinos de exportación. Las mipymes uruguayas tienen una marcada orientación exportadora hacia la región, mientras que las grandes empresas exportan a países extrarregionales. El Mercosur fue el principal destino de las exportaciones de las mipymes con una participación de 39 %, mientras en el caso de las grandes empresas la participación fue de 23 %. El 49 % de las mipymes tiene como principal destino de exportación algún país de América del Sur, por lo general, en esos mercados hay un mejor acceso arancelario (arancel 0 % para los países del Mercosur) y cercanía geográfica y cultural, lo que facilita el abordaje de algunas medidas no arancelarias y, posiblemente, las negociaciones comerciales. Además de la orientación exportadora, es importante resaltar que, con base en los datos disponibles, se observa que mientras que una mipyme exporta en promedio a tres destinos, las empresas grandes exportan en promedio a 12 mercados. Nuevamente, es clave que las empresas accedan a más mercados para diversificar riesgos.

En el proceso de internacionalización de las empresas no solo es importante lograr que las empresas exporten, sino que mantengan su comportamiento exportador. Los datos muestran que, en Uruguay, las mipymes exportadoras tienen menor tasa de supervivencia que las empresas grandes. Solo el 14 % de las mipymes exportaron en forma ininterrumpida en los últimos 20 años. Este porcentaje ascendió a 54 % para el caso de las empresas grandes, lo que ratifica la hipótesis de que la supervivencia exportadora y el tamaño de la empresa están directamente asociados.

Uruguay XXI y el proceso de internacionalización

Los objetivos estratégicos de Uruguay XXI para el área de promoción de exportaciones son contribuir con la consolidación, expansión y diversificación de las exportaciones de bienes y servicios, lograr la participación de la mayor cantidad de empresas en el proceso exportador y promover la cultura exportadora en todo el país.

La agencia responsable de la promoción de exportaciones, la atracción de inversiones y la difusión de la imagen país  trabaja en cuatro pilares para cumplir con estos cometidos: la profesionalización de las empresas uruguayas a través del asesoramiento en el proceso exportador y en la planificación de su internacionalización, la gestión comercial identificando de forma proactiva y reactiva oportunidades de exportación y mejoras del entorno, así como el apoyo en la participación en eventos comerciales, la prospección activa de identificación de compradores e identificación de factores críticos de decisión de la demanda y la promoción a través de la elaboración de materiales de difusión.