Revista del IEEM
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La voz de Mariale Ariceta

«El triple impacto que propone la sustentabilidad es encontrar el equilibrio entre lo ambiental, lo económico y lo social».

Mariale Ariceta | Cofundadora y directora creativa de ReAcción

ReAcción

ReAcción forma parte de Alva Creative House, una agencia liderada por mujeres, conformada por más de 20 personas, que trabaja con un modelo con base en habilidades transversales que combina capacidades para lograr procesos de innovación de alta calidad.

Somos un equipo multidisciplinario y especializado en diversas áreas para apoyar los procesos de cambio hacia el triple impacto organizacional, la transformación de los negocios y la promoción del cambio cultural para un mundo sostenible.

ReAcción promueve cambios en las empresas y hogares hacia la sustentabilidad, a través de la sinergia de la ingeniería ambiental, la comunicación y el diseño. Las soluciones buscadas están enfocadas en tres pilares: la economía circular, la resiliencia de las ciudades y las organizaciones, y la descarbonización a través de la movilidad sostenible y la regeneración.

Nuestros proyectos siempre tienen una mirada de género integradora, creativa y atenta para liderar el cambio y empujar la agenda en los medios y la comunicación. Promovemos la eficiencia con estrategias de sensibilización y acción a medida para impulsar el cambio hacia hábitos de producción y consumo responsables, en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

 

Acciones con impacto

El triple impacto que propone la sustentabilidad es encontrar el equilibrio entre lo ambiental, lo económico y lo social, aportando valor en cada acción. Desde ReAcción trabajamos en una metodología que aborda la innovación hacia la sustentabilidad en seis pasos. (1) Diagnóstico: un estado de situación y una mirada propia de la cultura del sector establecido, los datos y procedimientos que forman la base de la organización, sus proyectos y los espacios de actuación. (2) Identidad: el desarrollo de un marco de identidad, tanto gráfica como conceptual, que construye una narrativa sobre el cambio que se quiere implementar. (3) Capacitación: buscar la sinergia de habilidades complementarias, sensibilizando y capacitándonos técnicamente para lograr más rápidamente los desafíos. (4) Acción: dar herramientas y ejercicios para producir las acciones concretas, sean pilotos o aplicaciones. (5) Indicadores: construir y cruzar los datos relevantes. Medir como forma de construir un relato en el tiempo. (6) Evolución: la mejora continua, que aprende constantemente de su seguimiento, interacciones e intercambio.

 

Un mapa de ruta

Ninguna práctica es imposible si se trabaja con convicción y desde una mirada integral y estratégica. Los desafíos llevan tiempo y, para actuar de manera ágil, hay que encontrar los ejes de acción que se relacionan más con el impacto propio de cada organización. Hay que construir un mapa de ruta con objetivos, metas, equipos, aliados y presupuestos que acompañen un sistema de hitos y logros.

El compromiso es la clave y, para ello, como decimos en ReAcción, lo primero es “conocer para comprender, comprometernos para cambiar”.

Es importante entender que toda acción humana tiene impactos. Debemos trabajar para cuidar los recursos (energía, agua, residuos) y rediseñar procesos más eficientes que prioricen reducir su uso o generación, reutilizarlos y repararlos para extender su vida útil, reciclarlos, valorizando los materiales, y regenerar los sistemas dañados.

Hay que comprender que las acciones siempre incluyen personas y que ser justos e inclusivos es clave para lograr un sistema fuerte y sano.

El aspecto económico también se atiende cuando uno no solo cuantifica el valor desde lo monetario, sino desde los costos o riesgos, a veces ocultos, y las inversiones que nos hacen evolucionar, mantenernos vigentes y activos.

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