Revista del IEEM
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“Las fuentes de energía renovable abundante y doméstica permitirán la segunda transición energética de Uruguay”

Fernando Schaich

Fundador de SEG Ingeniería

¿De qué hablamos cuando hablamos de energías renovables? ¿Cuáles son las ventajas económicas y ambientales que ofrecen para Uruguay?

Energía renovable es toda aquella que proviene de una fuente que se regenera o que al menos no se agota. Los ejemplos más comunes son la hidroeléctrica, la eólica y la solar fotovoltaica. Algunos no tan conocidos son la energía proveniente de las mareas, la geotérmica, etc.

Es importante diferenciar o destacar algunas que son las llamadas energías renovables no convencionales. Generalmente, se asocia este término a la solar fotovoltaica y a la eólica por ser las más utilizadas.

El caso de Uruguay no escapa a la situación mundial: las energías renovables ofrecen energía de fuentes limpias a un costo muy bajo —hoy en día, menor que las energías provenientes de combustibles fósiles, por ejemplo—. En Uruguay, en particular, además de los beneficios ambientales y económicos que ofrecen, le permiten tener energía eléctrica abundante y de fuentes autóctonas sin depender de la importación de petróleo. Esto genera una previsibilidad enorme en los precios de la energía eléctrica a futuro y, sobre todo, permite que el sistema eléctrico no sea dependiente de la geopolítica del momento.

Por otro lado, contar con fuentes de energía renovable abundante y doméstica permitirá dar un salto enorme en el futuro, lo que llamamos: la segunda transición energética del Uruguay. Además de contar con una matriz de generación eléctrica casi 100 % renovable —como tenemos hoy—, podremos descarbonizar el resto de la matriz productiva del país —transporte, agro, industria— y, a la vez, exportar energía renovable al mundo. ¿Cómo? A través del hidrógeno verde y sus derivados.

Hay que recordar que el hidrógeno verde es producto de la electrólisis del agua con energía eléctrica renovable y es la base para otras moléculas verdes transables en diferentes mercados tales como: amoníaco, metanol, fertilizantes y combustibles verdes.

 

¿Qué rol jugaron las políticas de Estado para lograr la transformación de la matriz energética de nuestro país?

Fueron fundamentales. No solo por cómo se diseñaron las políticas, sino por su aplicación y, especialmente, por su permanencia en el tiempo sin depender del color político del gobierno de turno. Eso es lo más importante para atraer inversiones, tanto extranjeras como nacionales. Reglas claras, reglas respetadas y de largo plazo. El cocktail perfecto para lo que se dio en el pasado y lo que se viene.

«Lo más importante para atraer inversiones, tanto extranjeras como nacionales, son reglas claras, respetadas y de largo plazo»

Uruguay debe seguir alimentando la realidad y mostrando al mundo que es un país en el que las políticas de Estado se diseñan a largo plazo, se aplican rápidamente entre públicos y privados, y se respetan siempre. Ese patrimonio —que lamentablemente algunos países de la región no tienen— es fundamental para atraer inversiones extranjeras necesarias para la segunda transición energética.

 

SEG Ingeniería fue un actor clave en esa transformación, ¿cuál es su modelo de negocio?

La instalación de un parque eólico o solar se puede dividir en tres etapas principales: desarrollo, construcción y operación. Nuestro modelo de negocio fue enfocarnos en la primera etapa y en la última.

Comenzamos los parques desde cero —aseguramos la tierra, completamos todos los permisos necesarios, realizamos todas las tareas técnicas para asegurar el mejor proyecto para ese sitio, hacemos la ingeniería básica y diseñamos el parque, etc.—, hasta el estado ready to build, de manera tal que sea posible venderlos a inversionistas, que se convertirán en los nuevos propietarios de los parques. Una vez finalizada la construcción y en la etapa de operación, otra empresa del grupo SEG (SEG Heliotec Uruguay SA) se encarga de administrar el activo para los propietarios del parque, maximizando así su producción energética y, por ende, su rentabilidad.

De cara al futuro, hace unos tres años que estamos trabajando en proyectos de hidrógeno verde en la región, principalmente para empresas internacionales, pero aportando toda la capacidad técnica local configurando de alguna manera una exportación de conocimiento.

 

¿Qué buscan los clientes cuando se acercan a ustedes? ¿Proyectos de eficiencia energética o de generación de energía eléctrica en base a renovables?

Ambas. Justamente la misión de SEG aborda el tema energético desde ambos extremos: demanda y oferta. Demanda lo más eficiente posible ya que el kilovatio-hora más económico es siempre el que no se consume —es la base de la eficiencia energética— y oferta de energía eléctrica renovable —fundamentalmente eólica y solar fotovoltaica—.

Después de 25 años en el mercado, y en particular para proyectos tanto de eficiencia energética como de energías renovables, los clientes buscan contar con un aliado de larga trayectoria que los acompañen durante toda la vida útil de los proyectos. Nuestro eslogan no por casualidad es: “Cuidamos la energía, generamos futuro”.

 

¿Cuáles han sido sus proyectos más importantes en Uruguay y en la región?

Desde el lado de la demanda de energía hemos llevado a cabo más de 2000 proyectos de eficiencia energética en nuestros 25 años de existencia. Hemos trabajado con clientes de todo tipo y tamaño: plantas industriales, entidades financieras, shoppings, hospitales, escuelas, empresas de bombeo de agua y hasta estadios.

«Hemos llevado a cabo más de 2000 proyectos de eficiencia energética y desarrollado más de 1500 megavatios en proyectos de energía renovable»

Desde el lado de la oferta, hemos desarrollado más de 1500 megavatios en proyectos de energía renovable en mercados como México, Colombia, Chile, Argentina, Brasil y Uruguay. De ellos, aproximadamente 300 megavatios se encuentran ya en operación y el resto en diferentes grados de avance del desarrollo.

Por ejemplo, en Uruguay, desarrollamos el parque eólico privado más grande del país con 117 megavatios de potencia instalada: el parque eólico Peralta.

 

¿Cómo proyectás que seguirá creciendo y evolucionando el sector?

Si lo que vimos hasta ahora —en cuanto a capacidad instalada de generación eléctrica renovable— nos pareció mucho, entonces lo que se viene de la mano del hidrógeno verde será de otra escala. Será impresionante. Sabemos que se vienen años con mucha actividad en el área de generación eléctrica renovable y ya estamos preparados hace muchos años para ello.

Uruguay y la región tienen un desafío y, a la vez, una oportunidad de poder exportar energía verde al mundo a través de la molécula más pequeña de la naturaleza: el hidrógeno verde.

Europa y los países desarrollados no tienen la capacidad de autoabastecerse con la cantidad de derivados del hidrógeno verde si realmente se cumplen las metas de descarbonización que están declarando. Ahí es donde Latinoamérica aparece como una solución y, en particular, Uruguay que, con su estabilidad política y jurídica, destaca sobre el resto.

HIDRÓGENO VERDE: EL FUTURO

El hidrógeno verde es producto de la electrólisis del agua con energía eléctrica renovable.  Es una fuente de energía limpia, ya que solo libera agua (H2O), en forma de vapor, en lugar de los gases de efecto invernadero que provienen de los combustibles fósiles. H2 verde junto con otras moléculas derivadas serán el vector de la descarbonización de nuestro planeta en el futuro cercano.

La descarbonización global no solo hará de nuestro planeta un mejor lugar para vivir, sino que, además, cambiará para siempre el transporte, la industria, el agro y el sector de la energía en general.

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