Revista del IEEM
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Innovación y cultura

En el IEEM tuvimos el privilegio de recibir hace pocas semanas a Diego Garagorry, Country Manager de Globant para Uruguay y Chile. Con más de 27 000 empleados y presencia en más de 25 países, Globant ha logrado establecerse como una fuerza líder en la industria de la transformación digital.

La invitación se dio en el contexto de un módulo de nuevas tecnologías e innovación que forma parte del curso de Dirección de Operaciones II del MBA. Le pedimos a Diego que compartiera con los participantes del MBA Senior cómo son las operaciones de una empresa en la cual la innovación es parte central de su ADN. Pero la conversación no se quedó en innovaciones tecnológicas ni mucho menos en conceptos duros de operaciones, sino en un tema central en cuanto a la innovación: la cultura.

En las grandes organizaciones de tecnología, es frecuente que los colaboradores estén distribuidos en diferentes países y necesiten mantenerse actualizados sobre las últimas tendencias tecnológicas para innovar en las soluciones que brindan a sus clientes. De esto se infiere rápidamente que los equipos de desarrollo que están en contacto directo con los clientes son los que poseen el conocimiento más sofisticado sobre qué entregar y cómo hacerlo. En este contexto, surge la pregunta fundamental: ¿Cómo dirigir a las personas en estas condiciones?

La autonomía que necesitan estos equipos requiere de un contrapeso por parte de la organización en forma de una cultura organizacional sólida, bien comunicada e internalizada por cada colaborador, que permita garantizar que todos los productos o servicios entregados estén alineados con los objetivos de la empresa. En este sentido, la cultura de Globant, claramente definida e instrumentada, se presenta como un ejemplo concreto en el que los líderes empresariales pueden encontrar inspiración para abordar situaciones similares en sus propias organizaciones, ya sean tanto de tecnología como de otros sectores más tradicionales, pero que necesitan adoptar una cultura de innovación dada la naturaleza cambiante de los entornos actuales.

La cultura de Globant se define como una cultura global autónoma, y se apoya en tres pilares fundamentales.

La cultura de Globant se define como una cultura global autónoma, y se apoya en tres pilares fundamentales.

En primer lugar, Globant ha implementado equipos de desarrollo e innovación conocidos como “Agile Pods”. Estos equipos son flexibles, multifuncionales y multidisciplinarios, y combinan habilidades de diseño e ingeniería. Funcionan a través de metodologías ágiles para ofrecer productos y soluciones a sus clientes. Los Pods se distinguen por fijarse sus propios objetivos, experimentar con enfoques diversos y medir sus propios resultados. De esta manera, se busca empoderar a los miembros de los equipos, fomentando la autogestión y la responsabilidad individual. La madurez de cada Pod se evalúa mediante cuatro variables clave: innovación, velocidad, calidad y autonomía, promoviendo así su crecimiento y desarrollo a lo largo del tiempo.

Por otro lado, la estructura organizativa de Globant es una pirámide invertida. Los Pods son el elemento central del organigrama y el resto de la organización tiene la función de proporcionar el soporte necesario para su funcionamiento. Esta estructura refuerza la importancia de los equipos de desarrollo e innovación como el corazón de la empresa, mientras que el resto de la organización se adapta y brinda el apoyo requerido para maximizar la eficiencia y la efectividad de los Pods.

El tercer pilar de la cultura de Globant es la plataforma StarMeUp. Cuando Globant comenzó a crecer de manera exponencial y a estar presente en diferentes puntos geográficos, resultaba clave contar con una herramienta que permitiera dar cuenta de los valores de la compañía. Por eso se desarrolló StarmeUp que es una red social interna que busca que cada Glober (como llaman a sus colaboradores) pueda reconocer el trabajo del otro en función de ciertos pilares clave para la compañía tales como: la amabilidad, el trabajo en equipo, la innovación constante, la excelencia en el trabajo, el pensamiento a gran escala y la diversión. Esta plataforma ayuda a fortalecer los valores compartidos, convirtiendo a cada colaborador en un guardián activo de la cultura de la empresa.

Otra característica con la que conviven las empresas de tecnología es la facilidad para realizar el trabajo de forma remota, modalidad que actualmente no es exclusiva de este sector, sino que se encuentra ampliamente instalada a raíz de la pandemia y constituye un desafío de gestión para muchos directivos de diversas empresas. El trabajo remoto pasó a ser el nuevo estándar en muchas organizaciones y constituye parte del salario emocional, de modo que, en entornos de alta competencia por los talentos, muchas empresas no se pueden dar el lujo de negar esta modalidad, aun cuando hay cierto consenso sobre las falencias que tiene respecto a la presencialidad.

Cuando Globant comenzó a crecer de manera exponencial y a estar presente en diferentes puntos geográficos, resultaba clave contar con una herramienta que permitiera dar cuenta de los valores de la compañía.

En este sentido, Diego Garagorry comentó que en Globant se trabaja en una modalidad híbrida en la que los equipos pasan parte del tiempo en la oficina y parte remoto. Dentro de los beneficios de la presencialidad, las oficinas tienen el objetivo de fomentar la conexión con los equipos. Cuentan con espacios de esparcimiento como una pista de bowling, un bar y una sala de música, lo cual promueve la interacción y a su vez está en línea con uno de los valores centrales de la compañía: divertirse mientras se trabaja. Por otro lado, también comentó que es fundamental empoderar a sus colaboradores para trabajar de manera autónoma y poder aprovechar el trabajo remoto para tareas que requieran de mayor concentración y foco.

Asimismo, existen otras empresas del sector que optan por una modalidad 100 % remota. Ejemplos de ello son Baires Dev y Nearsure.

Partiendo de la base de que, al trabajar de forma remota, se pierde parte importante de las interacciones valiosas que se dan en la presencialidad, el factor común entre las empresas que manejan con éxito el trabajo a distancia es que cuentan con un gran despliegue de herramientas que buscan emular la presencialidad de forma virtual.

Algunos ejemplos de estrategias utilizadas son: (1) las herramientas de comunicación en línea, como Slack, Microsoft Teams o Zoom, empleadas para mantener a los equipos conectados y fomentar la colaboración, (2) el uso de objetivos claramente definidos, combinados con herramientas de gestión de proyectos, como Notion, Asana o Trello, para asignar tareas y realizar seguimiento del avance, (3) fomentar el bienestar y la conexión social a través de la organización de actividades virtuales, como reuniones sociales, almuerzos virtuales o juegos en línea, y (4) establecer políticas claras en cuanto a horarios de trabajo, disponibilidad, comunicación, seguridad de la información y uso de herramientas, entre otros. El presupuesto asignado a estas y otras herramientas, así como a la contratación de personas que sostienen este sistema, dedicados a compensar la falta de presencialidad, demuestra la importancia de las interacciones reales. Y, a su vez, permite identificar que es posible, aunque laborioso, instaurar sistemas de trabajo remoto en los sectores en los que su implementación es necesaria y hasta beneficiosa.

El sector tecnológico lleva años diseñando estrategias que hacen posible coexistir la autonomía requerida para la innovación con la obtención de resultados, en un entorno desafiante en cuanto a la retención de las personas. Sin embargo, la necesidad de contar con capacidad de adaptarse rápidamente a los cambios tecnológicos y ofrecer soluciones innovadoras ya no está restringida a las empresas de tecnología, sino que es fundamental en el mundo empresarial actual.

El sector tecnológico lleva años diseñando estrategias que hacen posible coexistir la autonomía requerida para la innovación con la obtención de resultados, en un entorno desafiante en cuanto a la retención de las personas.

La combinación de una cultura sólida y una estructura organizativa flexible permite crear un entorno propicio para el desarrollo de ideas creativas y soluciones disruptivas. Pero este entorno se genera solamente si hay consistencia entre el diseño de esa cultura y su implementación a todo nivel.

Muchas veces en el curso de Dirección de Operaciones vemos casos de empresas que son ejemplo por haber logrado una operativa revolucionaria que entrega alto valor a la organización, a los colaboradores y a la sociedad. Me gusta preguntar a los participantes cada vez: “¿Cuál es el secreto del éxito?”. A veces a simple vista nos podemos confundir asignando el éxito a determinadas herramientas o elementos particulares de cada modelo. Y replicarlos de forma aislada en contextos diferentes es un camino al fracaso casi asegurado. Tras un análisis más profundo terminamos sacando siempre la misma conclusión: el secreto está en la coherencia del modelo. Y esto aplica para cualquier sector.

 

* Columna escrita con ayuda de ChatGPT.

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Autor

Profesora de Dirección de Operaciones del IEEM

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