Los profesionales universitarios constituyen un grupo de especial interés para los empleadores, porque son los perfiles que típicamente buscan para ocupar posiciones de liderazgo y de importancia estratégica para las organizaciones.

En los últimos años, la demanda laboral de profesionales ha seguido, en líneas generales, la misma tendencia que la generalidad de los empleos¹, pero con algunas diferencias clave. Mientras la pandemia marcó el ritmo del mercado de trabajo, tuvo un menor impacto en las fases de contracción y ajuste, y un mejor resultado en los momentos de crecimiento y mayor dinamismo. Sin embargo, en la tendencia actual de crecimiento, ha mostrado un menor dinamismo: considerando el período mayo-agosto (los cuatro meses que lleva vigente la tendencia), mientras la demanda laboral en su totalidad creció a una tasa de 17,2 % interanual, la demanda de profesionales universitarios apenas creció un 1,6 %.

Esto se debe a factores estructurales que vuelven a influir en la demanda de trabajadores una vez superadas las distorsiones provocadas por la pandemia. Normalmente, los empleos que requieren un nivel académico universitario tienen tasas de contratación inferiores a la media, porque se caracterizan por una menor rotación de personal, mayor estabilidad laboral y procesos de selección más extensos y especializados.

Lo anterior no significa que los profesionales hayan perdido relevancia en el mercado de trabajo. Lejos de eso, y pese al “enfriamiento” reciente, la demanda de empleos que requieren un nivel universitario muestra un crecimiento contundente en los últimos cinco años, pasando de representar un 11,8 % de la totalidad de oportunidades laborales en 2019, a un 18,1 % en la actualidad.

Las actividades que demandan más profesionales y los cargos más demandados

No todas las actividades son iguales en cuanto a la demanda de profesionales: las oportunidades laborales que requieren, como mínimo, un nivel de formación universitaria, alcanzan más del 50 % en algunas áreas. ¿Cuáles son?

En primer lugar, se destacan la salud, área en la que los cargos más buscados son diversos en sus campos y grados de especialización (licenciado en enfermería, médico general, odontólogo, fisioterapeuta y pediatra), y los servicios profesionales de gestión humana (gerente de recursos humanos, jefe de selección, psicólogo, reclutador, entrevistador) y finanzas (gerente financiero, controller, auditor).

Por otra parte, se encuentra el sector de las Tecnologías de la Información, con una alta demanda de profesionales en las áreas de desarrollo e ingeniería de software (ingeniero de software, arquitecto de software) y analítica de datos (ingeniero de datos, data scientist, arquitecto de datos).

Incluso en el sector secundario de la economía, que es, en términos generales, menos especializado, hay algunas actividades que se destacan: la construcción (ingenieros civiles y arquitectos son los más demandados, usualmente para posiciones de gerencia y supervisión de obras), la industria (ingenieros industriales y químicos) y la forestación (ingenieros agrónomos y agrimensores).

¿Qué habilidades son más demandadas en los profesionales?

Las habilidades interpersonales son el complemento indispensable de la formación académica. La actualización más reciente del Monitor Laboral refleja que un 76 % de las oportunidades laborales orientadas a profesionales requieren al menos una habilidad blanda como parte del perfil de competencias del candidato que buscan, 14 puntos porcentuales más que el promedio de los empleos (62 %).

Asimismo, hay un conjunto de cualidades que se destacan por ser demandadas para puestos profesionales específicamente.

Un primer subconjunto se refiere al liderazgo, ya que las posiciones de jerarquía se asocian en su amplia mayoría a perfiles universitarios: para estos cargos, las habilidades de liderazgo se demandan hasta 2,4 veces más en el caso de candidatos profesionales, comparados con el promedio de los empleos.

En segundo lugar, los empleadores buscan la capacidad de hacer frente al desafío de permanente cambio y actualización que atraviesa a la mayoría de las profesiones en la actualidad: cualidades como la curiosidad, la creatividad, la adaptabilidad y la capacidad de innovación, que implican un talento para interpretar los cambios y generar soluciones que representen una ventaja competitiva. Estas se demandan hasta 2 veces más en comparación con el promedio de empleos.

Complementariamente, valoran aspectos vinculados a la productividad (eficiencia, autonomía, proactividad), que indican que el profesional puede gestionar su trabajo de manera eficaz sin necesidad de supervisión constante. Estos se demandan hasta 2,2 veces más en el caso de oportunidades de empleo orientadas a perfiles profesionales, en relación al promedio de los empleos.

En conclusión, aunque la demanda de profesionales ha mostrado un menor crecimiento en comparación con el promedio de empleos en 2024, su relevancia en el mercado laboral sigue siendo significativa. La tendencia a largo plazo muestra un incremento en la demanda de estos perfiles. Los empleadores no solo buscan formación académica sólida, sino también habilidades interpersonales y cualidades que les permitan adaptarse a entornos cambiantes, y contribuir al crecimiento y competitividad de las organizaciones.

* Todos los datos mencionados en esta columna provienen del Monitor Laboral de Advice, estudio recurrente con base en el relevamiento continuo y sistemático de las vacantes publicadas en portales de empleo y otros medios de búsqueda laboral en Uruguay.