Revista del IEEM
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“El escaso desarrollo de nuestro mercado de capitales opera como una traba”

Carlos Matyszczyk

Gerente general de República AFAP

En Uruguay las pymes encuentran trabas para crecer debido a la ausencia de financiamiento adecuado, principalmente a largo plazo. ¿Por qué cree que sucede?

Se pueden identificar problemas o trabas tanto del lado de la oferta como de la demanda de fondos prestables. Por el lado de la oferta de financiamiento, el escaso desarrollo de nuestro mercado de capitales opera como una traba, tanto por contar con un reducido elenco de inversores institucionales como por ausencia de vehículos de inversión.

Para que las AFAP puedan participar de una emisión de oferta pública, es necesario que la empresa emisora cuente con rating crediticio de, al menos, grado de inversión. Además, debe estar listada en alguna bolsa e inscripta en el Registro de Mercado de Valores del BCU.

La realidad es que para una pyme con escaso track record en el mercado resulta muy difícil sortear todas esas exigencias, sumadas a la dificultad que le puede significar alcanzar un monto de emisión importante para poder licuar esos costos y comparar con el costo de fondeo bancario.

En Argentina, por ejemplo, el descuento de cheques en la bolsa ha sido un canal muy utilizado por las pymes para su financiamiento, resultando en un instrumento muy adecuado para los montos que maneja una pyme y con costo controlado. Por todo esto, no es casualidad que las pymes en nuestro país se hayan volcado al financiamiento bancario, aunque este no sea normalmente de largo plazo y, por tanto, tampoco sea el más idóneo para financiar el crecimiento de la empresa.

Del lado de la demanda de financiamiento, el tamaño de las firmas y su propiedad familiar, la falta de cultura de transparencia de información, la falta de liquidez de los mercados secundarios y el relativo bajo costo del financiamiento bancario —en relación al financiamiento bursátil— son las principales razones que operan como trabas para que se desarrolle un fluido financiamiento a pymes en el mercado.

En 2017, el BCU lanzó un nuevo marco regulatorio para facilitar el acceso de las pymes al mercado; se trata de un régimen simplificado de emisiones que busca facilitar la salida en bolsa de las pymes y reducir los costos de transacción.

 

¿Las AFAP pueden ser una herramienta para cambiar esta realidad?

Creo que sí. Podrían hacerlo, por ejemplo, a través de un instrumento como el Fideicomiso Financiero —que se ha convertido en un vehículo de inversión muy versátil para las AFAP— y que ha facilitado el financiamiento de muchos proyectos en el sector real de la economía.

Uno de los usos que podría tener sería el de funcionar como un vehículo de propósito especial que permita aglutinar vales de pymes, de forma tal de generar una especie de fondo de inversión en deuda senior diversificada de pequeñas empresas y así poder acceder a un buen rating crediticio y listado bursátil, operado por un servicer que tenga reconocido track record en la generación de créditos. Un instrumento así podría ser una alternativa para facilitar el acceso a financiamiento de las pymes. En cierto modo, sería como emular la experiencia que las AFAP hemos desarrollado con el Fideicomiso Financiero de Infraestructura CAFI para financiar deuda senior de proyectos de PPP (Participación Público Privada).

 

¿Ha habido casos de éxito de inversión en pymes desde República AFAP?

Como es razonable esperar, en estos 22 años hemos visto casos de éxito y de fracaso en el acceso de empresas a fondeo de largo plazo. Casos de éxito interesantes han sido las distintas ediciones de los Fondos Lecheros y Arroceros luego de la salida de la crisis de 2002, momento en el cual la calidad de los balances de los productores lecheros y arroceros no permitía acceder a financiamiento bancario.

Sin embargo, a través de la securitización de flujos futuros de estos productores, el mercado de capitales les permitió acceder al financiamiento que viabilizó la reestructura de sus deudas en un contexto de importante ganancia de competitividad, originada en la devaluación de 2002.

 

¿Por qué las AFAP son una buena fuente de financiamiento sostenible a largo plazo?

Luego de más de dos décadas de funcionamiento del Régimen de Capitalización Individual en Uruguay, se puede ver claramente el derrame positivo que este régimen ha tenido sobre la economía, invirtiendo y financiando proyectos por más de USD 3300 millones, diversificados en varios sectores de actividad (agro, industria, comercio, transporte y servicios, inmobiliario, financiero, infraestructura y energía) y en todo el país (57 % Montevideo y 43 % Interior).

De alguna manera, las AFAP posibilitaron la creación de una curva de rendimiento de largo plazo en moneda local, que sirve de referencia y permite la creación de un mercado de deuda privado para calzar las necesidades de financiamiento e inversión de las empresas con su plazo natural de amortización y calce de moneda de repago de sus flujos.

Previo a 2003, no existía la posibilidad de tomar un préstamo hipotecario en moneda local a largo plazo. Hoy es una oportunidad que tenemos todos los uruguayos. Esto genera un sistema bancario fuerte y protege a las familias de los shocks del tipo de cambio real sobre sus ingresos. Parte de ese financiamiento que brindan los bancos proviene del fondeo de las AFAP, ya sea mediante la emisión de certificados de depósito o de Notas de Crédito Hipotecarias.

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