¿Qué motivó el desembarco de Glue Executive Search en Uruguay?

Nos atrajo la estabilidad política y económica que ofrece Uruguay, muy diferente a lo que se ve en otros países de la región. Esto lo vuelve un destino muy propicio para los negocios. Estamos viendo que muchas compañías multinacionales se están instalando en Uruguay y también vemos mucho deseo de radicarse allá. Todo esto convierte al mercado uruguayo en una apuesta interesante, porque nuestro servicio es requerido sobre todo por empresas multinacionales. Hay un potencial de maduración muy interesante en nuestro sector y creo que en los próximos años se van a materializar muchas oportunidades.

Siempre mantuvimos un vínculo estrecho con Uruguay porque Daniel, mi socio, es uruguayo y tenemos contacto asiduo. También vimos que en Argentina se empezó a escuchar mucho más de Uruguay y muchos argentinos se estaban yendo. En años anteriores, pasaba a la inversa. Muchos expatriados querían volver a Argentina y el mercado laboral era mucho más activo acá. Con el cambio de gobierno se invirtió la ecuación. A todo esto, se suma que a los talentos argentinos les encanta la idea de ir a Uruguay, no solo a los candidatos, sino toda la familia. Esto sucede por la seguridad económica, la cercanía cultural y la tranquilidad que ofrece.

A nivel de negocio, no solo es una oportunidad para nosotros por las multinacionales que se están instalando en el país, sino también por los potenciales clientes uruguayos. Porque, a medida que se va desarrollando el mercado, nuestro negocio empieza a ser requerido por empresas locales que encuentran valor en la propuesta. Cuando un mercado no es maduro, en general las búsquedas ejecutivas se hacen a través de algún referido, pero a medida que madura el mercado, hay más necesidad de un servicio como el que ofrecemos.

¿Cuáles son los sectores que más demandan puestos de alta dirección y cómo cambió con la pandemia?

La pandemia hizo que los ganadores sean los negocios digitales, no solo los nativos digitales, sino también quienes estaban en el proceso de transformación digital.

Trabajamos con numerosas industrias, pero los sectores principales son: digital, farmacéutico, logístico, agronegocios y consumo masivo. De la mano de la pandemia se disparó la compra online y detrás de eso hay mucha logística. También tenemos mucha experiencia en agro. En países más desarrollados, como EE. UU., hay headhunters especializados por industria. Argentina tiene un grado de desarrollo mayor que Uruguay, aunque no existe tanta especialización por sectores en el negocio de búsquedas ejecutivas, pero creemos que Uruguay va a empezar a caminar ese trayecto.

En este último tiempo el sector digital fue el ganador y es un sector en el cual ya teníamos mucha experiencia. Hubo mucha demanda, tanto de los que ya se estaban transformando digitalmente (como empresas financieras, bancos y seguros) como de quienes tuvieron que empezar un proceso de transformación digital de cero. En definitiva, la pandemia resultó en que se requieran muchos puestos nuevos.

Se especializan en la búsqueda de talentos para procesos de transformación digital, ¿qué perspectivas de crecimiento encuentran en el país?

Históricamente, Argentina y Brasil traccionaban esa transformación, pero Uruguay no se queda atrás en términos de perfiles digitales. Respecto a lo público, Uruguay ya tiene una transformación digital mucho más grande que otros países, de hecho, es uno de los países más digitalizados de América Latina.

Por un lado, creo que en Uruguay hay muy buenos perfiles. Por otro, hay excelentes oportunidades que vienen de la mano de la estabilidad política y económica, aunque es cierto que con lo digital las fronteras se empiezan a desdibujar. Creo que en Uruguay hay un know-how muy interesante. A medida que se instalen más compañías, van a recibir más perfiles del exterior, principalmente de Argentina por la cercanía cultural. Esto hará que el mercado sea cada vez más competitivo e interesante.

Todas las grandes empresas se están transformando —o se van a empezar a transformar— y van a requerir perfiles con experiencia digital. La transformación digital exige, por un lado, una transformación cultural y, por otro, hace que aparezcan nuevas posiciones que en el mercado tradicional no existían. Se empiezan a requerir perfiles muy específicos de tecnología, manejo de datos, producto y user experience. Uruguay es una plaza interesante para este tipo de perfiles y tiene un grado de avance muy bueno.

¿En qué se diferencia una búsqueda digital de una tradicional?

Es una lógica diferente que rompe las estructuras tradicionales. Las industrias tradicionales, como la bancaria, siempre fueron muy endogámicas. Tradicionalmente, se buscaba a alguien de la competencia directa. En las búsquedas digitales necesitás know-how digital y la experiencia de industria pasa a un segundo plano. Este punto cambia muchísimo el mercado y la manera de reclutar.

También cambia la forma en la que se remuneran esos perfiles. El negocio digital rompe con las estructuras de compensación y beneficios típicas. Primero porque los cabezas de área empiezan a participar de las ganancias —empiezan a tener equity de la compañía—, que en general está dolarizado y es una barrera grande. Es un long-term incentive que muchas empresas tradicionales no están acostumbradas a ofrecer y que, cuando lo ofrecen, son montos menores comparados con lo que sucede en digital. Esto pasa porque la potencialidad de explosión de esos negocios es muy grande.

Por otro lado, al desdibujarse las fronteras en digital, un candidato puede ser atractivo para otros mercados también. Tenemos mucho know-how en esta área y vemos que este es un punto muy importante a la hora de salir a buscar talento. Los bancos, por ejemplo, suelen atraer muy buenos perfiles, pero no están acostumbrados a este nuevo perfil. Quieren al mejor en su negocio, pero el mejor vale y cuesta. En la región, Mercado Libre lidera este tipo de perfiles, pero los paquetes de compensaciones que ofrece son extremadamente competitivos. Ahí están los puntos de dolor cuando se hace una búsqueda digital y es algo en lo que trabajamos desde el principio.

¿Cómo puede impactar en los top managers uruguayos que se instalen en el país?

Creo que les puede servir mucho el contacto con nosotros para ampliar sus opciones, generar vínculos con un headhunter especializado en top management y salir al mercado a ver nuevas oportunidades. Por otro lado, al incorporarse perfiles de afuera en Uruguay, permite a todo el mercado crecer y naturalmente elevarse.

Cuando hay headhunters instalados se empieza a dinamizar el mercado, siempre y cuando la economía acompañe. Esto sucede porque las búsquedas suelen ser más profesionales, se empieza a requerir más el servicio y un perfil se mueve de una compañía a otra, abriendo la posibilidad a nuevas demandas.

Si la economía no tracciona, no se dan nuevas posiciones, quedando solo búsquedas que implican reemplazos, como pasa hace tiempo en Argentina. En Uruguay se van a buscar muchas posiciones nuevas. Al tratarse de un mercado pequeño, al crecer necesitará mayor cantidad de perfiles. La industria digital tiene pocos expertos y demanda más de los que hay. Es un segmento muy específico que crece rápido y no siempre se encuentra la persona correcta en el mercado. Lo mismo sucede en Argentina, aun siendo mucho más grande. Pero ahí volvemos al tema de que se rompen las barreras y hay más movilidad de talentos.

¿Qué desafíos puede presentar la dinamización del mercado laboral para el talento local?

Estamos viendo que se afianzan los headquarters regionales en Uruguay. Esto abre posiciones que requieren un know-how regional que no se tiene localmente. En Argentina y Brasil hay más experiencia regional, que es otro scope de responsabilidad. Ese me parece el principal catch-up que van a tener que hacer algunos perfiles locales que estén en multinacionales.

Van a haber puestos que implican otra exposición a las casas matrices de las empresas multinacionales y se requiere estar a la altura de esa exposición. Uruguay como plaza era un merado pequeño que, muchas veces, se manejaba desde Argentina. Esto está cambiando, muchos ojos están puestos ahí. El mercado seguirá siendo chico, pero las decisiones más importantes a nivel regional se van a tomar ahí. Esto eleva a Uruguay a un lugar de mayor responsabilidad y es una oportunidad única para el país y para los profesionales que deberán fortalecer su desarrollo para ocupar esa silla.