¿Qué plataformas, herramientas y programas de Ceibal sirven para mitigar la afectación del sistema educativo a causa del COVID-19?

Por un lado, están los dispositivos y las terminales, tablet y computadoras de diversa gama en varios años de la escuela y el liceo, con los cuales los estudiantes de la educación pública se pueden conectar a través de Internet a las plataformas. Por otra parte, están las soluciones online, en la nube, que son plataformas de diversa índole, por ejemplo, CREA, que es un sistema de gestión del aprendizaje LMS (Learning Management System) o la Biblioteca País, una biblioteca electrónica con más de siete mil títulos.

Existen otras plataformas más específicas para ciertos temas, como Matific o PAM para matemáticas, así como otros recursos educativos abiertos más específicos de otros temas. Se accede con un login único en el que cada estudiante tiene, además, asignados los cursos que sus docentes armen para ellos. Así que, en realidad, la amplitud de soluciones y dispositivos es grande. Además, están los programas que ya venían funcionando y se van a ir lanzando paulatinamente, como Jóvenes a Programar y Ceibal en inglés, que tiene una red de videoconferencias muy grande con tutores virtuales locales y en otros países. Pensamiento Computacional es otro de los programas que también tiene un formato particular en el que se hacen tutorías a distancia y hay una progresión online.

Por fuera del sistema educativo formal está Ibirapitá y la comunicación con los adultos, que son beneficiarios de este plan. Otros programas que también venían funcionando y se irán lanzando a lo largo del año, como Aprender Tod@s o Diseñando el cambio, tienen más que ver con la metodología design thinking aplicada al formato de los centros educativos. Tienen una carga tal vez más presencial, que hemos ido adaptando muy rápidamente y que estarán disponibles en las próximas semanas.

A través de la plataforma y el sitio de Ceibal se informarán las fechas de los lanzamientos de los programas, que no por ser pensados como presenciales dejarán de estar disponibles. Los estamos adaptando rápidamente para que los puedan aprovechar en breve.

¿Cuáles son los beneficios que presenta la plataforma CREA para docentes y estudiantes en este contexto?

Los beneficios son varios. Por un lado, es un entorno especialmente creado para el aprendizaje a distancia. Es un ambiente, un aula virtual, que ofrece los mismos beneficios —dentro de las posibilidades que ofrece la conectividad online— que un aula. Un espacio seguro y cerrado donde están únicamente el docente y los estudiantes. Todo el contenido que es seleccionado por el docente está a disposición de sus estudiantes, que pueden armar una progresión pedagógica de acuerdo con sus criterios, utilizando multiplicidad de medios. Pueden embeber contenido de diferentes plataformas, desde videos hasta hipervínculos a otros sitios, documentos o tareas para hacerles seguimiento y hasta corregirlas.

En definitiva, tienen la posibilidad de llevar adelante la tarea de manera similar a la presencial, pero en un entorno virtual. Es un espacio en el que se podría llegar a generar una lógica sincrónica, es decir, que el docente y los estudiantes estén al mismo tiempo conectados, hablando del mismo tema y llevando una tarea a la misma vez. O asincrónica, que es el uso más frecuente en estos momentos: los docentes suben tareas, trabajos, progresiones, arman experiencias de usuario en esa plataforma y los estudiantes la recorren progresivamente y se conectan a través de ella.

¿Qué opciones reales de educación a distancia habilitan las ceibalitas?

Como explicaba antes, las ceibalitas son el término que se usa para describir los dispositivos, las terminales, que obtienen los estudiantes beneficiarios del Plan Ceibal. Pueden ser tablets o computadoras, y en cada uno de esos dispositivos los beneficios son diferentes. Hay otros dispositivos que algunos estudiantes reciben a pedido a través de los centros educativos y sus responsables, como placas programables micro bit o incluso estaciones completas para educación Maker, más propia de los Ceilabs, en los que la interacción es un poco diferente. El beneficio de los dispositivos es que ya tienen aplicaciones precargadas a las que pueden acceder.

Este año se entregan computadoras con un sistema dual boot. Así, los estudiantes pueden acceder a un sistema operativo Linux o Windows. En el ecosistema Windows tienen, por ejemplo, programas como Minecraft, toda la suite de Office y todos los beneficios de la conectividad que Microsoft puso a disposición. En el sistema operativo Linux cuentan con todos los beneficios de la comunidad de software libre y todo lo que pueden llegar a programar. Los dispositivos son potentes y robustos y tienen amplitud de posibilidades con las aplicaciones nativas que ya traen precargadas por Ceibal y además lo que los estudiantes y docentes pueden llegar a explorar. En definitiva, se busca que los dispositivos sean lo más parecidos a lo que usaría cualquier adulto todos los días. Por eso las opciones reales son casi totales, las mismas que ofrece cualquier otro dispositivo en el mercado a un estudiante promedio en la región y en el mundo, incluso.

Para la educación a distancia se necesita, más que nada, capacidad de conexión. Y esa es una cuestión super básica con la que cuentan todos los dispositivos que Ceibal entrega. Eso tiene que estar en el contexto de una buena conectividad y cobertura, la cual —afortunadamente— Antel ha brindado en el territorio nacional. Por todo esto, las posibilidades para generar opciones de educación a distancia están dadas y son buenas.

¿El sistema educativo uruguayo está preparado para el entorno virtual?

Es una muy buena pregunta y lo vamos a ver una vez superada esta crisis. Desde mi punto de vista, Uruguay está en una posición privilegiada con respecto a la región para aprovechar los beneficios de los entornos virtuales en una situación como esta. Lo está demostrando ahora en la capacidad de los docentes de innovar rápidamente, actualizar sus prácticas, zambullirse en un entorno que tal vez no era el más frecuente para su asignatura, para su disciplina, para su experiencia pedagógica e, incluso, no era de su preferencia. Eso nos está demostrando que hay esperanza, porque la verdad es que los docentes lo están logrando. Están explorando, generando entornos virtuales, aprovechando estas herramientas para mantenerse en contacto con los estudiantes, generando todo el tiempo nuevas necesidades que nos hacen llegar. Y desde Ceibal estamos generando nuevas ofertas todo el tiempo.

Dentro de CREA hay un espacio docente en el que cada uno puede explorar nuevas opciones con respecto a la enseñanza virtual, y otro para estudiantes de bachillerato que antes no estaba tan atendido por Ceibal. Vamos sumando otros espacios, más de soporte, para la realidad de la cuarentena. Tenemos a todo el equipo de Ceibal, que es un equipo muy potente, talentoso y eficiente, generando nuevas propuestas, que también pondremos en marcha en estas semanas y que ya la comunidad está aprovechando muchísimo.

Además, por otros medios como redes sociales, WhatsApp u otras aplicaciones, los docentes están innovando para llegar incluso a aquellos lugares más recónditos o a aquellos estudiantes que tienen algún problema de acceso o que necesitan descargar los contenidos para poder usarlos en zonas donde no hay conectividad. El sistema educativo uruguayo cuenta con un apoyo muy importante en Ceibal.

¿Qué desafíos se han presentado desde que se desató la crisis y qué enseñanzas ha dejado hasta ahora?

Sigue dejando enseñanzas y es algo que cambia constantemente, lo estamos estudiando minuto a minuto. Como dije antes, en Ceibal tenemos equipos generando nuevas propuestas todo el tiempo, nuevos programas, nuevas ideas, nuevas coordinaciones interinstitucionales con la parte de cultura del MEC y con otras organizaciones. La Asociación de Productores y Realizadores de Cine del Uruguay se puso a disposición y ofreció todos los contenidos audiovisuales uruguayos (músicos, espectáculos del Sodre), algunas editoriales ofrecen sus contenidos y empresas de software sus servicios o aplicaciones educativas de todas partes del mundo.

Esto ha presentado un desafío: seleccionar contenidos de entre todas estas ofertas de cara a una buena progresión pedagógica y hacer soporte de la tarea docente, sin sobrecargar a la organización ni a los estudiantes. Uno de los grandes desafíos es generar una comprensión colectiva de que esto no es una suplantación de la actividad educativa formal, de la escuela o del liceo, bajo ningún concepto, sino que es una nueva realidad educativa. Es un nuevo paradigma que implica nuevas habilidades, ciertas curvas de aprendizaje empinadas, un montón de incertidumbres, gestionar estas incertidumbres y ser mucho más ágiles. Implica tener contactos breves y frecuentes más que clases prolongadas como las que podríamos llegar a tener en una escuela o en un liceo. Desde que se desató esta crisis, hemos tenido una altísima demanda de otros centros para los que Ceibal en principio no era una solución: escuelas técnicas, la UTU, centros de formación docente, algunos colegios privados e incluso ministerios y otras organizaciones.

Estamos definiendo cómo procesar la cantidad de información y ofertas que nos llegan, y orientarla de una manera que tenga sentido y que vaya en pro de la experiencia de aprendizaje de los estudiantes.

Otro desafío grande es encontrar la forma de aprovechar el poder innovador fuera de Ceibal y cómo hacerlo visible. Estas agrupaciones de docentes que son early adopters, que aprenden rápido y que incorporan rápido, que generan cosas muy potentes e interesantes, pueden contribuir significativamente con nuestras soluciones y con el soporte que ofrecemos. Hay que ver cómo amplificarlos, cómo hacerlos visibles para todos y cómo apoyarlos de la mejor manera. Un desafío adicional ha sido tener un espacio delimitado para las familias y su apoyo, su aporte en la tarea del docente a través de las plataformas. El docente propone espacios de aprendizaje, progresiones pedagógicas, entornos puntuales y las familias, junto con el estudiante, tendrán que aprender a incorporarlas en la rutina diaria. En este sentido, la comunicación con las familias también supone un desafío, pero se viene haciendo muy bien y en estrecha coordinación.

Los desafíos son muchos y se siguen apilando. Otro es el del trabajo a distancia. Si bien Ceibal es una organización totalmente preparada para realizarlo, surgen una diversidad de situaciones a partir de la cuarentena: cierre de centros, dónde entregar los dispositivos, cómo hacérselos llegar a los estudiantes de primero de escuela que eran los primeros que los iban a recibir, cómo hacer con los que tienen que cambiar las tablets por computadoras, etc. El desafío es mantener la operativa de aquello que necesita, indefectiblemente, de personas trabajando presencialmente en las oficinas centrales. Hay que encontrar la mejor manera de gestionar a ese equipo numeroso a distancia. Es un equipo potente y muy talentoso que quiere hacer, pero que necesita entender todo el tiempo hacia dónde vamos, cómo estamos yendo, por qué estamos yendo hacia ahí y cómo hacerlo en coordinación con otras organizaciones. El desafío no ha sido menor, pero es importante. En definitiva, mantener a todas las partes interesadas a bordo e informadas con una velocidad sin precedentes para ofrecer un servicio de la más alta calidad.