Revista del IEEM
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Aprecias y sos apreciado: ¡Estás en una empresa que va a triunfar!

¡Feliz año a todos! Qué bueno empezar otra década. Qué bueno tener un día más en febrero y poder explicarle a quien pregunte por qué cada tanto hay que ajustar la matemática.

Lo mismo pasa con los empresarios. Cada tanto deben ajustar su calendario. Sobre todo, su calendario de factores que hacen la diferencia entre ser una empresa exitosa y quedarse por el camino.

Para este artículo, pedí prestada una presentación que el “Dr. Dr.” Dan Ariely expuso en Punta Tech en enero de este año. Los dobles “Dr.” son a propósito, porque es doctor en Psicología Cognitiva y también en Administración de Empresas. Dan es uno de los autores más reconocidos y respetados en la economía del comportamiento, esa que valida que los seres humanos somos irracionales. Y que, por lo tanto, no actuamos necesariamente por lo que digan los números o nuestra intuición.

Dan Ariely es uno de los autores más reconocidos y respetados en la economía del comportamiento, esa que valida que los seres humanos somos irracionales.

Al comenzar el año muchos fijamos metas empresariales. Cuánto vamos a vender, cuántos clientes queremos procurar, qué cantidad de personas nuevas vamos a emplear, en qué países vamos a desarrollar nuestro negocio, quiénes van a ser nuestros aliados o canales de venta, cuánto vamos a invertir en innovación y desarrollo, y otros objetivos “duros”. ¿Pero qué lista preparamos para evaluar los factores blandos? Estos son, según investigación de Ariely, los que diferencian a las empresas exitosas.

Veamos cuáles son. Y en cada una de ellos, acerco mi interpretación, que espero les sirva a los lectores para armar un checklist útil.

Tener un trabajo apreciado

Qué poderoso, estar orgulloso de contribuir con valor. No solo para uno mismo, sino también para mi empresa, los clientes y cualquiera que pregunte. Por supuesto, esto solo es posible en ambientes que conversan, intercambian, dejan hacer, piden ayuda y aplauden logros.

Transparencia de las gerencias

Esto no solo implica que los que lideran estén disponibles, sino que sepan cuál es su agenda y cuáles son sus opiniones. También la clara necesidad de poder llegar a ellos, que se preocupen por toda la empresa. Básicamente, que sean parte del equipo y que el equipo no vea a las gerencias como lugares de poder.

Qué poderoso, estar orgulloso de contribuir con valor. No solo para uno mismo, sino también para mi empresa, los clientes y cualquiera que pregunte.

Seguridad

La que se consigue compartiendo lo que pasa en la empresa. La que se genera por la cercanía entre las personas. La seguridad que brinda conocer los objetivos, los planes, las maneras de resolver problemas no previstos, la actitud con respecto a las regulaciones y los compromisos con terceras organizaciones. Una empresa segura es la que mantiene la ética como prioridad número uno.

Gerencias que actúen hasta el final

Es decir, que se hagan cargo. De lo bueno y celebrarlo. De lo malo y corregirlo. De la presencia y de dar explicaciones cuando es necesario. Gerencias que no se esconden.

Sinceridad

El preferido de los millennials. Ese atributo que permite percibir que la empresa y sus personas son genuinas. Que si fallan en algo, lo corrigen explicándolo. Que sus productos o servicios mantienen la expectativa y resultados desde que lo presentan hasta que lo entregan y más allá.

Una empresa segura es la que mantiene la ética como prioridad número uno.

Justas

Son las que tienen buenos sueldos, buenos precios, no hacen discriminación, colaboran con el entorno, no abusan de su posición de mercado y, sobre todo, tratan bien, en sentido amplio, a sus equipos y clientes.

Expectativas claras

Se sabe cuáles son las metas. Se sabe cómo se trata a un cliente. Se sabe cuáles son las recompensas y los castigos. Se sabe qué tiene que hacer cada miembro del equipo. Estas empresas empoderan, y exigen resultados, a todo nivel.

Entorno empático

Son las empresas que logran entender a sus clientes. Les piden comentarios y actúan de acuerdo a ellos. Crean equipos de trabajo multidisciplinarios. Dan opinión sobre temas que les importan a todos. Buscan mejorar y retornar cada vez más valor.

Claridad en la estrategia

Con tantos cambios en todos lados es difícil crear planes a largo plazo. Y los empresarios deben esforzarse para tener un rumbo, una estrategia, y mantenerla. Creer en ambiciones importantes, que sean lógicas, compartidas por todo el equipo, y luego tener la mayoría de las herramientas listas para ejecutar. Una estrategia clara es facilitarles a todos, equipo y clientes, su perspectiva de futuro.

Valorar los errores honestos

¿Qué sucede cuando nos equivocamos honestamente? Aprendemos. Si hicimos todo lo posible con todas nuestras habilidades y por alguna razón fallamos, ¿qué mejor que ser escuchados y ayudados para no volver por ese camino? Las empresas que no dejan claro que errar está permitido crean una cultura que no compromete.

Con tantos cambios en todos lados es difícil crear planes a largo plazo. Y los empresarios deben esforzarse para tener un rumbo, una estrategia, y mantenerla.

Ariely nos hace pensar con esta lista. Los temas que diferencian hoy en día a los mejores son profundos. La mayoría de estos puntos tiene bastante poca probabilidad de corregirse si no es parte de la cultura fundacional de la empresa. Por supuesto que todos podemos mejorar y adaptarnos. Por ejemplo, pedir ayuda externa. Reunirnos con colegas a conversar, comparar y aprender. Poner planes para achicar brechas.

¿Cómo empezar? Haga muy visibles los elementos que le parecieron más importantes. Comunique por qué lo entiende así y busque empatía en su equipo. Y luego en sus clientes. Genere un plan de mejora que contenga los temas aquí sugeridos. ¡Vale la pena! Son todos hitos humanistas que contrastan con la lluvia de tecnología en la que vivimos.

Perfecto para aprovechar ese día de más que tenemos este año para pensar y construir la lista.

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