La pandemia aceleró la transformación de los modelos y dinámicas organizacionales, lo que, a su vez, llamó a la acción a las organizaciones a responder a nuevas y cambiantes demandas de los colaboradores enfocadas en mayor medida en el equilibrio y el bienestar.

La edición número 11 de la “Encuesta Millennial y Gen Z 2022” de Deloitte refleja una profunda preocupación de estas generaciones por la situación actual del mundo y su activa intención de equilibrar los desafíos de su vida cotidiana con su deseo de impulsar el cambio social.

Estas generaciones representan el 55,1 % de la fuerza laboral de Latinoamérica. Además, constituyen el segmento con mayor capacidad de aprendizaje, impulso e innovación de la organización.

Los resultados de la encuesta en su edición 2022 reflejan que estas generaciones son las que tienen más preocupaciones frente a su situación financiera y a su futuro laboral. A nivel global, 36 % de los millennials y 29 % de los centennials están preocupados por el alto costo de vida actual.

Esta inquietud frente al elevado costo de vida se traduce en que 43 % de los centennials y 33 % de los millennials consiguieron un segundo trabajo y están buscando vivir en zonas menos costosas, aprovechando la posibilidad del trabajo híbrido.

Estas preocupaciones no deberían ser un tema menor para las empresas, ya que la pandemia fue prueba de cómo el trabajo en exceso o las situaciones estresantes pueden impactar profundamente la salud física y mental. El 46 % de los Gen Z y 45 % de los millennials sufre burnout o desgaste profesional en sus organizaciones, factor que atenta contra su continuidad en estas empresas.

A lo anterior, se suma el sentimiento de angustia que muchos jóvenes experimentaron durante los últimos tres años, por lo que resulta todavía más desafiante para las organizaciones procurar el bienestar de sus profesionales, quienes demandan ambientes flexibles y un mejor balance entre el trabajo y su vida personal.

Las preocupaciones de los jóvenes van más allá de su propio bienestar, ya que estas generaciones instan a las organizaciones a abordar el cambio climático, la diversidad, la inclusión y el desarrollo personal. Estas cuestiones son inspiración para ellos por lo que las empresas que consigan abordarlas de manera efectiva estarán contribuyendo al bienestar de sus colaboradores, además de fomentar sociedades más “verdes”, equitativas y conscientes.

La gran renuncia

Durante 2021 y 2022 se observó un número inusual de renuncias a nivel mundial. Esta situación es algo que se empieza a observar en Latinoamérica, donde las empresas están registrando un gran porcentaje de trabajadores que renuncian a su empleo debido al estrés, el exceso en la carga laboral, desgaste mental y físico; además de la búsqueda de mejores salarios.

Este fenómeno se llama “la gran renuncia” y se convirtió en un desafío actual y crítico para las organizaciones, que están cada vez más preocupadas por encontrar a los profesionales que necesitan mientras hacen enormes esfuerzos por retener a sus colaboradores y líderes en sus puestos actuales.

La pregunta que surge es: ¿Qué pueden hacer las empresas para mantener el compromiso, la lealtad y competitividad de estas generaciones? Un primer paso es no conformarse con ofrecer a sus profesionales remuneraciones atractivas, sino procurar, además, el bienestar físico y emocional, con iniciativas enfocadas en estos aspectos muchas veces desatendidos.

Esto se puede lograr considerando y resolviendo su necesidad de equilibrio entre su vida laboral y personal, ofreciendo un ambiente profesional flexible, en el cual puedan elegir dónde trabajar para poder ahorrar en gastos de transporte y cuidar de su salud, por ejemplo. Otra opción es brindar oportunidades de aprendizaje y desarrollo que les permita incrementar sus habilidades profesionales.

Nuestra encuesta “Millennials y Gen Z 2022” identificó el balance y flexibilidad; las oportunidades de aprendizaje y desarrollo; los salarios y beneficios como las principales razones por las que estas generaciones deciden permanecer en una empresa.

Si una organización logra brindar a sus profesionales un balance entre sus vidas profesionales y privadas y flexibilidad sumado a oportunidades de desarrollo, elegirán quedarse y “ponerse la camiseta” de la empresa.

Las empresas también pueden asumir un rol de apoyo a la salud mental de sus colaboradores, mitigando las causas del burnout y aportando soluciones. Resulta necesario contar con una estrategia profunda, que promueva una verdadera cultura de salud mental.

Las afectaciones mentales no solo impactan en la salud sino también en la productividad de las personas. A medida que las organizaciones y sus líderes otorguen la importancia necesaria a estos temas, consolidarán una cultura organizacional que hará a sus profesionales más sanos y leales, impactando positivamente en las organizaciones y en la sociedad en general.

Para retener al talento: cuidar al planeta

Además de las acciones mencionadas, las organizaciones que cuenten con una convicción honesta sobre la importancia mundial de los temas Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ASG), podrán generar un vínculo más estrecho con sus colaboradores jóvenes, ya que compartirían los mismos principios.

Mientras el 75 % de la Generación Z y 73 % de los millennials considera que el mundo se encuentra en un punto de quiebre para tomar acción con respecto al cambio climático, solo el 15 % y el 14 % respectivamente piensa que las empresas están tomando acciones significativas para lograrlo. Por lo anterior las empresas todavía tienen que mejorar para alinear sus acciones con las expectativas de sus colaboradores.

Para aquellas organizaciones que quieran diferenciarse en el mercado, será fundamental emprender estas acciones genuinamente, involucrando a sus colaboradores millennials y centennials, quienes tienen un auténtico deseo de mejorar su entorno.

Estas situaciones, sumadas a la “democratización” de las oportunidades laborales que surgen a partir de la pandemia (en la que los millennials y centennials están siendo contratados remotamente por compañías de otras partes del mundo), deben impulsar a las organizaciones a responder rápidamente y ofrecer a las nuevas generaciones las condiciones de trabajo que desean. No solo se trata de atender sus preocupaciones, sino de mejorar su futuro, el de nuestra sociedad y el de nuestro planeta.