Revista del IEEM
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Con felicidad en el trabajo

La felicidad en el ámbito laboral es un aspecto que las organizaciones están comenzando a valorar como muy importante a la hora de gestionar sus recursos humanos presentes y futuros. Al mismo tiempo, adquirió un mayor peso para las personas que buscan oportunidades laborales; pero ambas partes deben hacer su parte para que el resultado sea el buscado.

Hay muchas definiciones de felicidad, algunas incluso en forma de fórmulas. Hace poco un docente me dijo: “Si quieres ser feliz, lo mejor es no esperar nada de nadie”. Como fórmula se podría expresar así: Satisfacción = Realidad – Expectativas. Cuando las expectativas tienden a cero, la satisfacción y la realidad se igualan, y la felicidad se produce.

Siendo más estricto, es muy difícil describirla en una sola fórmula, y seguramente para cada persona existirá una definición diferente que le haga sentido; pero en general cuando se enumeran los aspectos relacionados con la felicidad, obtenidos de estudios, entrevistas y publicaciones, encontramos, entre otros:

  • Vivir con propósito y actuar de acuerdo a él; tener un por qué.
  • Dar importancia a las relaciones y crear vínculos sanos en todos los ámbitos, y cuidarlos.
  • Tener esperanza e Ilusión.
  • Ser agradecido.
  • Reconocer las cosas buenas, en especial en los momentos difíciles, tener perspectiva.
  • Servir a los demás, ayudar.

Cuando las expectativas tienden a cero, la satisfacción y la realidad se igualan, y la felicidad se produce.

Si hablamos específicamente del ámbito laboral, la felicidad es cada vez más valorada por los colaboradores, y está vinculada a aspectos de aprendizaje, crecimiento, bienestar y desarrollo; a realizar actividades y pertenecer a organizaciones cuyo propósito esté alineado con los valores personales. Las personas buscan:

  • Pertenecer a organizaciones cuyo propósito u objetivo sea ecológico con el propio.

Los colaboradores experimentan una mayor motivación cuando perciben que su trabajo contribuye a algo más grande que ellos mismos, sus tareas tienen un impacto positivo y que sus valores se alinean con los de la organización.

  • Sentir que está aprendiendo y está creciendo; reconocer y sentirse reconocido.

Esto incluye sentirse satisfecho con el trabajo en sí, con las relaciones con los compañeros y superiores, con las oportunidades de crecimiento y desarrollo, y con el equilibrio entre la vida laboral y personal. Sentirse apreciado por los esfuerzos y logros, recibir retroalimentación positiva o constructiva para corregir a tiempo, construye confianza y motivación.

  • La autonomía y el control sobre el propio trabajo.

Los colaboradores se sienten más valorados y empoderados cuando tienen la libertad de tomar decisiones sobre cómo realizan sus tareas, de gestionar su tiempo y de aportar sus propias ideas.

  • Las relaciones interpersonales positivas en el lugar de trabajo.

Un ambiente laboral donde prevalece el respeto, la confianza, la colaboración y el apoyo mutuo, tanto con pares, como con superiores y colaboradores, genera un clima laboral positivo.

  • El desarrollo de las fortalezas personales.

Cuando los empleados tienen la oportunidad de utilizar sus talentos y habilidades en su trabajo diario, experimentan una mayor sensación de confianza y competencia. Esta confianza permite enfocarse de tal manera en las tareas que facilita la posibilidad de alcanzar picos máximos de rendimiento y desempeño en cualquier actividad que desarrollen, manejar mejor el estrés, la presión y obtener los mejores resultados; todos elementos comunes y buscados en cualquier ámbito profesional.

Los colaboradores se sienten más valorados y empoderados cuando tienen la libertad de tomar decisiones sobre cómo realizan sus tareas, de gestionar su tiempo y de aportar sus propias ideas.

Saber qué buscan las personas para pertenecer o permanecer en las organizaciones es clave para que las empresas puedan diseñar estrategias para generar un ámbito propio y fértil para la felicidad de sus colaboradores. Las empresas que incorporen esta visión lograrán mejorar la productividad de sus colaboradores, retener y captar el mejor y más exigente talento, logrando así un impacto positivo directo en sus resultados.

Según el informe “State of the Global Workplace” (Gallup 2024), los colaboradores más felices son hasta 17 % más productivos.

Las organizaciones que priorizan la felicidad de sus colaboradores cosechan numerosos beneficios: mayor productividad, más creatividad e innovación, menor rotación de personal, mejor clima laboral y una mayor capacidad para atraer y retener talento, por mencionar algunos.

A través del Coaching existe la posibilidad de acompañar tanto a organizaciones, como a individuos. En el caso de las primeras, puede apoyar en el diseño e implementación de estrategias que faciliten entornos saludables. Para las personas, brinda herramientas y recursos para su desarrollo y crecimiento.

En definitiva, fomentar la felicidad laboral en el ámbito laboral no es solo una responsabilidad de las empresas, sino también una estrategia inteligente para mejorar el rendimiento, la sostenibilidad, el bienestar general y los resultados. La felicidad en el trabajo, en última instancia, beneficia tanto al individuo como a la organización en su conjunto, creando un círculo virtuoso para ambos y para la sociedad toda.

Con este norte, las organizaciones deben revisar su cultura y diseñar estrategias para crear un entorno propicio para la felicidad laboral, dando pie a un ámbito más favorable para la mejora de los resultados.

La felicidad es, ante todo, una búsqueda individual. Primero que nada, hay que dar un paso adelante en nuestra actitud y no esperar todo del entorno. En general, el trabajo ocupa un lugar central en la vida de muchas personas, por lo que amerita al menos dar la batalla y buscar ser felices en ese ámbito. No es suficiente que las organizaciones generen las condiciones adecuadas: cada uno debe estar disponible para que la felicidad nos encuentre.

Autor

Coach de la Unidad de Coaching del IEEM

Comentarios (2)

  • Leticia Gerez

    Celebro profundamente la iniciativa de abordar la felicidad en el trabajo como un eje estratégico y humano. Coincido en que la felicidad laboral no es un lujo, sino una necesidad organizacional que impacta directamente en la productividad, el compromiso y la salud emocional de los equipos. Implementar estrategias que promuevan estos aspectos no solo mejora la calidad de vida de los colaboradores, sino que también potencia el rendimiento y la sostenibilidad de la empresa. Es fundamental que las organizaciones reconozcan la felicidad laboral como una inversión estratégica y trabajen activamente para cultivarla.

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  • Rodolfo Alegre

    Muy buen articulo Osvaldo.
    Mas que de acuerdo con lo planteado, creo ademas que siempre es importante «sentirse parte», cada uno es un elemento de «dar y recibir», tanto sea felicidad, como apoyo en el momento indicado, supervision, acompañamiento en el crecimiento y es como simpre digo: ¨devolver un poquito de lo tanto que hemos recibido¨, la felicidad debe ser compartida y la busqueda no es un fin es si mismo sino un camino para ser nuestra mejor version y contribuir en la mejora version de nuestras organizaciones.
    Muchas gracias por compartir este articulo.

    Saludos,
    Rodolfo.

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