La marca empleadora

La marca empleadora es la esencia de una compañía, su ADN, pero principalmente, cómo lo muestra al mundo. Es la imagen que proyecta a sus empleados actuales, al talento futuro y al mercado en general. Es la reputación de la organización como empresa al momento de cuidar a sus empleados y atraer a los mejores profesionales.  Y todo claramente se encuentra atado a los resultados de negocio. Una mala marca empleadora lleva a una alta tasa de rotación y baja capacidad de atracción de talento: en otras palabras, mucho dinero que se pierde cada año.

Hay muchas empresas que en la actualidad lo están haciendo realmente bien, ya que se lo propusieron desde hace varios años. Algunos ejemplos que conozco con cercanía y que realmente destacan son Netflix, BBVA y Spotify.

Resaltar como aplicante

Resaltar es clave. Así como las empresas se preocupan por su imagen, reputación y posicionamiento, las personas deberían hacer lo mismo. La marca personal es cómo nos mostramos y cómo nos perciben en el mercado y el ambiente profesional. Es ese ejercicio consciente de diferenciarnos como profesionales y destacar respecto de la competencia. Cada día más, las empresas miran con detalle cuál es el perfil del profesional: qué genera, cómo se maneja, quién lo sigue, quiénes son sus contactos. Ya no basta solo con la perfección en las aptitudes técnicas, sino que hoy se destacan aquellos buenos técnicamente, pero también con perfiles trabajados, dinámicos o que quieren ser referentes en el sector. Todo eso te lo da en gran medida una buena marca personal.

Personal branding y metaverso

La Web3 vino a cambiarlo todo. Van a existir nuevas formas de reclutar (ya las hay) y nuevas formas de trabajar tanto la marca empleadora como la personal. El personal branding integrará, en mi opinión, inevitablemente al metaverso. Esto quiere decir que, así como la marca empleadora abarca la gran mayoría de las redes sociales, también abarcará nuestra presencia en el metaverso. En muchos casos, el metaverso será utilizado para reclutar, por lo que la forma en que nos presentamos en el mismo, a través, por ejemplo, de avatares, tendrá un impacto directo en nuestra imagen. Lo mismo con nuestra conducta dentro de estos espacios que, en la gran mayoría, no están regulados.

En cuanto a las habilidades, siempre recomiendo lo mismo. Este barco recién está partiendo. Casi todo se encuentra por hacer. Estudien, averigüen, aprendan. Las habilidades para sumergirse en este nuevo mundo se van generando de a poco a medida que uno va comprendiendo y entendiendo de qué se trata todo esto.