Revista del IEEM
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La voz de Santiago Sena

«En el IEEM desarrollamos un programa que pone al liderazgo en acción, cambiamos pizarrones, tizas, aulas y casos por montañas, lagos y glaciares, donde el caso somos nosotros»

Santiago Sena | Profesor de Comportamiento Humano en la Organización y de Iniciativa Emprendedora en el IEEM

Autoconocimiento y desarrollo

No hay posibilidad de gestionar personas, ni de transformar a otros, sin primero transformarse uno y autogobernarse. Los latinos afirmaban: “Nemo dat quod non habet” (nadie da lo que no tiene). Por eso, cualquier programa de liderazgo tiene que tener un componente fuerte de autoconocimiento. Empezar por uno. Pero el ejercicio del liderazgo es más que eso. Supone desarrollar una mirada sistémica o estratégica y ganar perspectiva, para lo cual hay que saber preguntar y manejar la frustración. Habilitar el disenso, generar ámbitos de confianza y contención. Comunicar. Facilitar dinámicas que contribuyan a la cooperación y a la colaboración. Algo difícil es aprender a frustrar a los demás, no por malo, sino con propósito. Gestionar los conflictos constructivamente. Delegar. Promover el cambio. ¿Existe la posibilidad de liderar sin convivir con la incertidumbre y el riesgo? La gestión de las emociones, tanto propias como de los equipos, también es una competencia relevante. Y todo esto se tiene que dar en un marco que favorezca el aprendizaje “del cuello para abajo”. No se trata solo de saber, sino también de ser y saber hacer.

 

Capital para la vida

Cuando una persona avanza en su carrera, generalmente pasa de un rol técnico a uno en el que se le exigen otras habilidades y capacidades, como el de trabajar con otras personas y gestionar equipos de trabajo. Aquellas personas que no sean capaces de desarrollar estas habilidades pueden poner en riesgo el crecimiento de su carrera en determinadas industrias y organizaciones. Sin embargo, liderar no se reduce a tener gente a cargo, sino también a ser capaz de generar cambios en las organizaciones y sistemas en los que la persona participa. Esta capacidad es útil en muchas más circunstancias que en las que la persona ejerce roles de autoridad. Sirve como ciudadano, como miembro de un club, como padre de familia o cónyuge, etc. La capacidad de orientar a un colectivo en la resolución de problemas complejos es necesaria para transformar la sociedad.

 

Liderazgo en práctica

Los adultos aprendemos diferente a como aprendíamos de niños. Podemos entender ciertos conceptos de manera racional, pero el proceso de internalizarlos supone un ejercicio activo. Con el liderazgo sucede lo mismo. Podemos aprender teorías de liderazgo, pero lo que desarrolla habilidades es la práctica. Por eso, en el IEEM desarrollamos un programa que pone al liderazgo en acción. Cambiamos pizarrones, tizas, aulas y casos por montañas, lagos y glaciares, donde el caso somos nosotros. Y nos embarcamos en la aventura de caminar un terreno incierto, que supone algunos riesgos (medidos, cuidados, pero los riesgos que supone una actividad outdoor en un parque nacional en la Patagonia Argentina) con el objetivo de poner esas habilidades en acción. Gestionar incertidumbre, riesgo, variables sobre las que no hay control (por ejemplo, el clima o humor de otros participantes), generar consensos, superar desafíos, escuchar(se), gestionar las propias emociones, el conflicto y el cansancio… Tomar decisiones con información incompleta. Lo mismo que nos sucede en la gestión organizacional, pero en un espacio diferente, que habilita el proceso introspectivo y que se enriquece con dinámicas de feedback personal y grupal. De eso se trata el IEEM Leadership Week, Patagonia 2023. Ni más, ni menos…

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