Revista del IEEM
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“El viaje de expandirse a nuevos mercados es una aventura que siempre vale la pena, sin importar el resultado”

Diego Sayanes

Fundador y CEO de Grupo RUA

Grupo RUA nació en 2011 como RUA Asistencia, ¿cómo ha sido el recorrido del crecimiento de la empresa al grupo que es hoy?

Inicialmente el foco estuvo puesto en crear una empresa que derribara ciertos paradigmas que había a la hora de gestionar determinado tipo de servicios. En el mercado existía una idea de que habíamos alcanzado el nivel de calidad máximo al que se podía aspirar y nosotros nos propusimos acabar con ese mito. De alguna manera rompimos con esa zona de confort en la que estábamos. Creo que ese espíritu fundacional está presente en el ADN de la compañía y es como una brújula que nos guía.

De ese modo fuimos ganando terreno en el mercado local, que nos fue recibiendo con alegría, dado que teníamos una propuesta de valor innovadora y una marcada ética de negocios que daba tranquilidad a nuestros clientes, lo que nos permitió lograr el liderazgo del mercado.

Aun siendo líderes del mercado, el espíritu innovador y la preocupación de estar en constante evolución y transformación estuvo siempre presente. Fue lo que nos llevó a diversificarnos desde el comienzo. Buscamos ampliar nuestra propuesta de valor, incorporando permanentemente nuevas verticales de negocio en nuestro modelo, desarrollando, además del esquema b2b inicial, otros como b2b2c y luego b2c. Así nacieron otro tipo de empresas que giraban en torno a RUA Asistencia, nutriendo y nutriéndose en un ecosistema virtuoso para, finalmente, dar el paso a expandir nuestras operaciones a otros mercados en el extranjero.

A través de esta visión estratégica que llevamos adelante, RUA ha evolucionado hasta convertirse en el grupo empresarial que es hoy en día, en que distintas empresas de la industria de los seguros, financieras, cooperativas y bancos encuentran un aliado estratégico de negocio.

 

¿En qué momento y por qué pensaste que el crecimiento podía continuar fuera de fronteras? ¿Proyectás seguir creciendo en otros mercados?

En algún momento nos dimos cuenta de que en Uruguay estábamos llegando al límite del potencial que podíamos lograr y de nuevo quisimos salir de nuestra zona de confort. Además, gracias a la experiencia desarrollada y la aceptación de marcas internacionales confiamos en el potencial y la capacidad de la empresa para expandirnos con éxito a nuevos territorios. Desde ahí, comenzamos a identificar mercados en los que nuestra propuesta de negocio podría ser valorada y competitiva.

En la compañía cada miembro del equipo siempre da el máximo de sí mismo y estamos convencidos de que no tenemos límites. Trabajamos día a día con mucha pasión, como si se tratara de una aventura y un desafío apasionante, seguros del potencial que tenemos para continuar creciendo y evolucionando.

«Operamos en más de cinco países y en este momento estamos abriendo una nueva filial en Colombia en el marco de un plan estratégico que nos permitirá llegar a 20 países en un plazo de cinco años».

Hoy en día operamos en más de cinco países y en este momento estamos abriendo una nueva filial en Colombia en el marco de un plan estratégico que nos permitirá llegar a 20 países en un plazo de cinco años. Esto implica conocer nuevos mercados, crear nuestros productos y servicios, ser protagonistas del cambio en las industrias que nos desarrollamos y poder cumplir con nuestro propósito central de que cada vez más personas puedan acceder a servicios de calidad.

 

La primera experiencia en el exterior fue en Inglaterra, ¿cómo fue desembarcar en ese mercado y con qué productos/servicios lo hicieron?

En Inglaterra desembarcamos con la ayuda del Gobierno Británico. RUA forma parte de un programa especial del Departamento de Comercio Internacional del Reino Unido, llamado Programa de Emprendedor Global. Fue así que nos instalamos inicialmente con ServiciosYa y luego con RUA Assistance.

Al desembarcar con su ayuda se nos hizo más sencillo. Es un mercado que es tan atractivo como desafiante. Tiene una oferta de valor muy de vanguardia en la mayoría de los ámbitos de la sociedad, lo que nos exigió realizar algunas innovaciones tecnológicas en nuestra oferta para poder estar en concordancia con las expectativas del mercado.

Esto fue muy positivo, porque esa inversión no solo nos permitió lograr acuerdos locales, sino que, además, nos sirvió para innovar en los otros mercados con prestaciones y experiencias de usuario muy disruptivas.

A nivel cultural también fue un aprendizaje, porque tuvimos que formar un equipo local que pudiera asimilar nuestra cultura y trasladarla de un modo eficiente al mercado. Esto luego lo fuimos replicando en los otros países. En lugar de gestionarlos de modo remoto, optamos por crear equipos locales que combinaran la idiosincrasia de cada país con los valores de Grupo RUA, lo que nos permite internacionalizar no solo nuestro modelo de negocio, sino también nuestro ADN a otros mercados. La experiencia es muy gratificante porque uno llega a las oficinas y es como sentirse en casa.

 

¿Cuáles son las claves para gestionar un grupo tan grande, diverso y anclado en distintos puntos del globo?

Es clave lograr una articulación armoniosa entre los equipos locales y el equipo de la casa matriz. Es importante que la gente que se va sumando —que ya de por sí tiene una cultura y quizá hasta un idioma diferente al nuestro— pueda lograr asimilar los valores y la identidad de la empresa que se está internacionalizando para replicar ese ADN en los otros países.

Luego, desde un punto de vista más funcional, es fundamental que los procesos de la empresa estén bien definidos y puedan trasladarse al funcionamiento de las filiales. Esto hace posible que tanto los procedimientos como la cultura puedan replicarse de la manera más homogénea posible.

Finalmente, es importante que haya objetivos claros de lo que se espera de ellos y cierta estructura regional que pueda estar monitoreando esto. Esta estructura debería ser dinámica e ir creciendo en la medida que la estructura del exterior lo vaya requiriendo para acompañar de buen modo el desarrollo extranjero.

«Trabajar sin fronteras implica grandes desafíos, pero también ofrece una oportunidad muy importante de poder aprovechar la diversidad y el talento global».

Trabajar sin fronteras implica grandes desafíos, pero también ofrece una oportunidad muy importante de poder aprovechar la diversidad y el talento global en beneficio del desarrollo del grupo.

En RUA Asistencia elegimos a cada uno de nuestros colaboradores, confiando en su capacidad y sus valores, que al fin de cuentas son de las características que hacen posible los grandes éxitos del trabajo en equipo. Así se genera un círculo virtuoso entre los diferentes equipos y países, y vamos produciendo una mejora continua de nuestra compañía valiéndonos de ese intercambio cultural.

 

¿Cuáles son tus recomendaciones para entrar con éxito en otros países?

El viaje de expandirse a nuevos mercados es emocionante y desafiante a la vez, pero sobre todas las cosas, es una aventura que siempre vale la pena, sin importar el resultado. La duda es natural, pero no hay que permitir que nos detenga. Es importante creer en nosotros mismos y en la visión que tenemos. Confiar en nuestra capacidad para innovar, para adaptarnos y de superar cualquier obstáculo que se presente en el camino.

Obviamente, es importante investigar y planificar bien la estrategia, realizar un análisis del mercado, entender las necesidades y las preferencias de los clientes locales, y adaptarse a su cultura y sus prácticas comerciales. También algo que nos ha dado buen resultado y puede ser de utilidad es buscar alianzas estratégicas, ya sea con socios locales o partners que compartan nuestros valores y puedan ayudarnos.

Por último, no hay que desanimarse por los obstáculos que sin dudas van a surgir en el camino. Hay que tomar cada desafío y cada acontecimiento como una oportunidad de aprendizaje y de crecimiento.

Una vez leí la historia de Expedición Atlantis, sobre cinco personas que tenían el sueño de cruzar el Océano Atlántico en una balsa hecha de troncos y caña. Atravesaron tormentas y olas de ocho metros que casi los hace naufragar en más de una ocasión. El capitán de la expedición dijo al llegar después de dos meses: “Que el hombre sepa, que el hombre puede”. Creo en eso, en que el mundo está lleno de oportunidades esperando por nosotros.

Comentarios (2)

  • Sergio Lajer

    Muy motivante la entrevista con Sayanes.

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  • Sergio Lajer

    Muy motivante la entrevista con Sayanes.

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