Revista del IEEM
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La voz de Ignacio Zuasnabar

“El presidente y el gobierno tuvieron una «luna de miel» más profunda y duradera de lo que era esperable”.

Ignacio Zuasnabar | Director de Opinión Pública de Equipos Consultores

Gestión y aprobación

El presidente Lacalle Pou mantenía en marzo de 2021 un elevado nivel de aprobación de su trabajo (58 % de los uruguayos aprueba, 24 % desaprueba, y el resto de las opiniones son intermedias). La principal clave explicativa en torno a este registro está vinculada a la visión positiva del público sobre el manejo de la pandemia. En marzo este era el principal factor de preocupación de los uruguayos y, al menos hasta fines de ese mes, la mayoría de la población creía que el gobierno lo estaba haciendo bien en este plano.

El funcionamiento del sistema de vacunación y el buen ritmo de crecimiento de vacunados es uno de los elementos que impulsa esta opinión. En sentido contrario, el fuerte aumento de casos y de fallecimientos en abril, y la situación de estrés del sistema de salud, representan desafíos importantes para la sostenibilidad de estos niveles de aprobación. Desde una perspectiva más general, es habitual que en contextos de crisis la opinión pública se alinee detrás de sus Gobiernos, y ese factor puede haber ayudado a mantener altos los niveles de apoyo al presidente. Pero, por otra parte, también es cierto que, a la larga, en general los Gobiernos son vistos como responsables de los problemas que no logran solucionarse, lo que también plantea desafíos a futuro para poder sostener los elevados niveles de apoyo.

 

Más de un año

Los niveles de aprobación al presidente han sido elevados a lo largo de todo su primer año de gobierno. Si bien los registros actuales están por debajo de los del primer semestre de 2020, la conclusión del primer año de gestión es que el presidente y el gobierno tuvieron una «luna de miel» más profunda y duradera de lo que era esperable al inicio del período.

 

Oposición

Para sostener esta «luna de miel» fue necesario que se conjugaran dos factores: a) una alta aprobación entre los votantes de la Coalición Multicolor, y b) el apoyo, o al menos la no-crítica de los votantes del Frente Amplio. Lo primero se ha mantenido casi sin variaciones desde principio del período: los votantes de los partidos de la Coalición Multicolor se han alineado fuertemente detrás del presidente, y se mantienen así un año después. Respecto a lo segundo, gradualmente los votantes del Frente Amplio han comenzado a tener posturas más críticas con el presidente. En los últimos meses, alrededor de la mitad de los votantes frenteamplistas «desaprueban» el desempeño de Lacalle Pou, mientras que alrededor de uno de cada cuatro lo aprueba.

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