El McGuire Center for Entrepreneurship es considerado uno de los mejores centros de emprendimiento de EE. UU. ¿Qué lo diferencia de otros y cuál es la clave de su éxito?

Fundado en 1984, McGuire es uno de los centros de emprendimiento con más tradición en el oeste de EE. UU.  Mientras otras instituciones educativas se enfocaban en venture capital o en otros aspectos del emprendimiento, McGuire se especializó en ser líder en educación para el emprendimiento. No solo enfocado en los que desean lanzar su propio negocio, sino también en aquellos que desean añadir un espíritu emprendedor a sus carreras, tanto si trabajan por su cuenta como si lo hacen como ejecutivos en grandes multinacionales.

¿En qué consisten los diferentes programas que ofrecen?

New Venture Development se enfoca en participantes que deseen prepararse para lanzar su propia empresa. Esto incluye desde científicos de prestigio que quieren comercializar sus descubrimientos, hasta jóvenes millennials que deciden no seguir la ruta corporativa y prefieren ser sus propios jefes.

Small Business and Economic Development está enfocado en la comunidad. Está dirigido a emprendedores y dueños de pequeños negocios que quieren formalizar los conocimientos que han adquirido a través de la experiencia. Este programa los ayuda a ver su pequeño negocio desde un panorama más amplio, ofrece un bird eye view que les ayuda a comprender mejor las interconexiones y prepararse para los cambios que el contexto les obligue a hacer en su modelo de negocio.

Global and Cross-Border Entrepreneurship se enfoca en el emprendimiento con una visión global, tanto de recursos como de mercados y talentos. Una mención especial para nosotros es el área de la frontera: la Universidad de Arizona se encuentra a una hora de la frontera México-EE. UU. en Nogales, Arizona. Nogales, Arizona-Sonora es uno de los pasos de comercio internacional más transitados del mundo. En conjunto, los diez estados fronterizos, tanto de México como de EE. UU., representan la cuarta economía mundial.

¿Cómo facilitan el acceso a fondos de los emprendedores?

Hay varios programas de acceso a fondos, tanto de inversores ángeles como de venture capital. Existe una falacia de que el emprendimiento necesita de mucho capital, pero lo cierto es que en EE. UU. casi el 98 % de los nuevos emprendimientos autofinancian su crecimiento. A esto le llamamos bootstrapping.

En McGuire preparamos a nuestros emprendedores para que hagan un uso consciente, pragmático y estratégico de sus opciones de financiamiento. El hecho de que un fondo esté dispuesto a darte un cheque por USD 20 millones para desarrollar tu negocio no quiere decir que los debas aceptar, o que los necesites. El dinero nunca es gratis.

¿Crees que el “gen emprendedor” es algo nato o se puede enseñar? ¿Cómo describirías la “mentalidad emprendedora”?

La razón de ser de nosotros implica que el emprendimiento se aprende y se enseña. Sobre todo, si uno no quiere ser una estadística más en los datos que indican el alto índice de fracaso en los nuevos negocios.

La mentalidad emprendedora consiste en desarrollar las habilidades para, consciente y continuamente, buscar la manera de mejorar las cosas, para nosotros, para nuestra compañía, para nuestra comunidad, para la sociedad, para el mundo. Esto se hace a través de ideas que mejoran procesos, productos y servicios para, ojalá, hacer la vida más fácil y, sobre todo, mejor.

¿Es más fácil conseguir fondos en algunas industrias que en otras? ¿Varía dependiendo del país?

Sí, claro. En el caso de EE. UU., las firmas en las industrias tecnológicas lo tienen mucho más fácil a la hora de atraer grandes capitales. Hay un factor de sexiness indudable. Los grandes capitales buscan donde se pueda obtener mayor rendimiento en el menor tiempo posible. Es su trabajo y su razón de ser. Pero, como dije antes, no es necesario recaudar mucho dinero para lanzar una idea y que sea un éxito. La paciencia también es importante.

En base a tu experiencia, ¿cuáles dirías que son los principales errores que hay que evitar a la hora de emprender?

Mencioné algunos puntos anteriormente en cuanto al financiamiento. Otro punto que hay que evitar es pensar que tu idea genial va a tener éxito a la primera. Más allá del glamour de programas como Shark Tank, la vida del emprendedor está llena de un día a día más monótono.

Hay que perderle el miedo al fracaso. El fracaso es tu amigo, porque el fracaso y los errores son el pan de cada día del emprendedor. Son los que te ayudan a mejorar tu producto, a aprender y a desarrollar la resiliencia que necesitas para mejorar tu concepto y consolidar tu marca hasta que se convierta en un éxito. Puede que suene muy cliché, pero el emprendimiento es como un evangelio: el fracaso no te convierte en un fracasado, sino en todo lo contrario. A partir de ahí tienes que ser consciente de que tu éxito y tu fracaso dependen solo de ti.

Si tienes miedo de que alguien te pueda robar tu idea de negocio, quiere decir que tu idea es pésima. Porque si tu producto fuera tan bueno no le sería tan fácil a otros poder copiártelo. Tienes que mejorar tu oferta de valor constantemente, una y otra vez, hasta que solo tú seas capaz de ofrecer lo que tus clientes prefieren. Esa es la base de ser competitivo. La competitividad no es una lucha contra otros para ver quién va a ganar, sino una lucha contra ti mismo para ver cuál es tu mejor versión.

¿Cuáles son los pasos infaltables a la hora de pasar de la idea a la implementación de un emprendimiento?

A veces, en la búsqueda de fórmulas mágicas nos olvidamos de lo obvio:

• Agilidad: los momentos perfectos no existen y las acciones se deben tomar ya.
• Propósito: además del dinero ¿por qué estoy haciendo esto? ¿Para quién?
• Buena actitud: nada ni nadie es demasiado pequeño para recibir mi apoyo.
• Tolerancia para el riesgo: el fracaso no te convierte en un fracasado.
• Paciencia, paciencia, y paciencia. Aprender de los errores, mejorar cada día y reconocer que lo importante no es lo que tú quieres vender, sino lo que mejor soluciona las necesidades de la sociedad.