En 2016 te especializaste en la metodología de Design Thinking en la Universidad de Stanford. ¿En qué consiste?

El Design Thinking es una metodología ágil para innovar, que se centra en tres aspectos claves: el usuario, prototipar rápido y el trabajo en equipo multidisciplinario. Se trata de un proceso de diseño. De hecho, la traducción al español sería “pensamiento de diseño”. Al aplicarlo, un equipo debe pasar por cinco etapas: empatizar, definir, idear, prototipar y testear. Para crear innovaciones significativas, es necesario conocer a los usuarios y preocuparse por sus vidas.

Es un proceso que parte de un desafío general y luego, pasando por las diferentes etapas, se utiliza el pensamiento divergente y convergente en diferentes momentos del proceso, lo que permite llegar a una solución innovadora, centrada en el usuario. En el d.school, el Instituto de Diseño de la Universidad de Stanford, ofrecen diferentes cursos. Varios para alumnos y otros para staff y docentes universitarios. Además, realizan programas ejecutivos centrados en esta metodología.

¿Cómo se puede aplicar este método a la gestión del cambio y qué ventajas ofrece?

Se puede aplicar a cualquier situación, rubro, industria, concepto. Para utilizarlo de la mejor manera, uno debe establecer un “mindset”. Es una especie de estado mental, en el que se aplica la manera de pensar del método frente a cualquier tipo de desafío.

La tecnología ha acelerado y cambiado la manera de vivir y trabajar, y también democratizó la posibilidad del cambio. Hoy las personas tienen acceso a la información y la tecnología, y se creen capaces de hacer todo lo que imaginan. En este mundo lleno de posibilidades, los asuntos que quedan sin resolver son aquellos que van creciendo en grado de complejidad. Es para estas situaciones que la educación terciaria tiene que preparar a los profesionales.

El Design Thinking es una de las metodologías que apunta a resolver este tipo de problemas. Si logramos que todos los alumnos la aprendan y la vivan, seguramente formemos personas mejor preparadas para este futuro que ya llegó y que cambia continuamente.

Los esfuerzos de cambio dentro de las organizaciones a menudo son percibidos como forzados. ¿Cuál es la clave para que sean fluidos?

Son varios aspectos que uno debe tener en cuenta para lograr un cambio fluido dentro de una organización. A la hora de enfrentar un cambio, lo que pensamos sobre lo que pasa importa más que lo que realmente pasa. Nuestras creencias acerca del cambio determinan cómo nos sentimos y lo que hacemos al respecto. Si tales creencias son imprecisas, es probable que nuestro esfuerzo de adaptación descarrille.

Examinar y desafiar lo que pensamos sobre un cambio es una de las maneras más efectivas de manejar el impacto emocional que suele impedir que nos adaptemos de manera efectiva a lo nuevo. ¿Cómo podemos definirlo y examinarlo? Haciéndonos preguntas como: ¿Cuál es el cambio? ¿Qué está pasando? ¿Qué pienso sobre el cambio? ¿Cómo me siento sobre el cambio?

Las respuestas dependerán de en qué etapa del cambio se encuentran las personas (negación, enojo, apatía, confusión, aceptación o entusiasmo), del análisis de diferentes escenarios y de la efectividad del equipo y de la organización frente al cambio. Existen factores que pueden ser controlables o influenciables en este proceso de cambio.

¿Qué tan importantes son los quick-wins para motivar a las personas en tiempos de cambio?

Enfrentar el cambio organizacional es un proceso y cuanto más planificado esté, mejor. Pero sin duda que los quick-wins son una ayuda. ¿Y de dónde pueden surgir estas instancias favorables? Los principales líderes de la organización tienen que estar convencidos del cambio, de sus efectos positivos y negativos. Y, sobre todo, deben saber comunicarlo de la mejor manera posible para que el resto de la empresa los entienda y se comprometa. Si logran ese compromiso de la mayoría, seguramente logren superar las adversidades.

También se deben enfrentar los hechos tal cual son, no gastar tiempo y energía en las cosas que no se pueden controlar o influenciar. Es fundamental que estos líderes se pregunten: ¿Qué es todo lo que puedo hacer para dominar las circunstancias y conseguir los resultados deseados? Puedo listar una serie de circunstancias en las que se consiguen dichos resultados: CEO visiblemente a cargo del cambio, metas y aspiración deseada claras, se involucran todas las partes interesadas desde el inicio y se comunica la necesidad del cambio de manera positiva.

¿Qué es Initium y qué herramientas vinculadas a la gestión del cambio brindan?

Initium es el Centro de Liderazgo, Emprendimientos e Innovación de la Universidad de Montevideo. Impulsamos el desarrollo del emprendimiento, liderazgo e innovación, a través de cursos, programas y servicios directos de apoyo a emprendedores. Contamos con diferentes talleres que preparan a los alumnos en diferentes temas como trabajo en equipos interdisciplinarios, pensamiento crítico, confianza creativa, comunicación, flexibilidad para trabajar en contextos ambiguos. Habilidades que no son tan fácilmente sustituibles por máquinas, que le sirven a cualquier alumno, en cualquier carrera y en cualquier momento. Los prepara tanto para el mundo emprendedor como para ser líderes profesionales. Los proyectos que involucran nuestros cursos son problemas complejos, reales. Las metodologías que utilizamos, como el Design Thinking, sirven para abordar este tipo de problemas.