Revista del IEEM
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“El acceso a financiamiento será fundamental para evitar un círculo vicioso”

Pablo Ottonello

Profesor de Economía de la Universidad de Michigan y NBER Faculty Research Fellow

¿Cuáles son tus preocupaciones en cuanto al efecto que puede tener esta crisis en el mercado laboral?

En Estados Unidos, donde ya hay bastantes datos y la crisis ha pegado fuerte, los efectos en el mercado de trabajo han sido devastadores. En un par de meses se pasó de una tasa de desempleo históricamente baja a la más alta desde la Gran Depresión. Creo que lo más preocupante es que el confinamiento ha afectado principalmente a trabajadores que demoran bastante tiempo en conseguir un trabajo estable, por lo que la recuperación del mercado laboral puede ser lenta[1].

Se están observando situaciones similares en todo el mundo, por lo que es imposible evitar que en Uruguay el impacto sea fuerte. Un aspecto relativamente positivo en este panorama es que Uruguay tuvo buenos reflejos ante el shock y lo viene manejando bien. De todas formas, no hay que bajar la guardia porque queda un camino largo por delante y la incertidumbre global es alta.

 

De acuerdo con tu investigación[2], ¿cuál es la diferencia de estos efectos con los producidos por una crisis puramente financiera?

Las etapas iniciales son bastante diferentes. En las crisis financieras el origen es económico, y si bien son complicadas, los economistas contamos con herramientas para atacar el problema que sabemos que funcionan. En este caso, el shock no solo es distinto a todo lo que ha ocurrido en muchas décadas, sino que además su evolución depende en gran medida de aspectos médicos, epidemiológicos y políticos.

A pesar de estas diferencias iniciales, la evidencia de las crisis financieras y sus grandes efectos sobre el mercado de trabajo es útil para enfatizar la importancia de evitar que la crisis afecte la provisión de financiamiento, en todas sus fuentes. Para esto, la experiencia de la Gran Recesión de hace una década dejó sobre la mesa un set de medidas que han sido testeadas en muchos países con buenos resultados, que se basan principalmente en la provisión de liquidez a agentes clave en el sistema de crédito. En la crisis actual, instituciones como la Reserva Federal adoptaron desde relativamente temprano una batería de medidas en esta dirección. Dado que las principales instituciones financieras se encuentran inicialmente muy sólidas, uno de los mayores objetivos en este caso son las conexiones financieras entre otros agentes del sector privado. El acceso a financiamiento es fundamental para evitar un círculo vicioso en el que hogares sin liquidez demanden menos de las empresas, y empresas sin liquidez tengan dificultades para mantener el empleo y efectuar pagos a otras empresas, y que, en definitiva, esto siga manteniendo bajos la liquidez y el consumo de los hogares. El acceso a financiamiento será fundamental además para cuando comience la recuperación económica y se necesite relocalizar capital y trabajo entre empresas y sectores.

 

¿Cómo influye la inflación de dos dígitos en la recuperación económica?

Es difícil pensar que la inflación alta ayude. Si bien algunos países que generan más inflación en las crisis a veces hacen que el empleo se recupere más rápido, esto es a costa de los salarios reales. Las políticas del mercado de crédito tienden a ser mucho más efectivas en ayudar simultáneamente al empleo y a los salarios.

En este sentido, la inflación baja y estable tiende a ayudar a la estabilidad general de la economía, y, a través de esto, al mercado de crédito y a la inversión, que son fundamentales para la recuperación.

 

¿Estamos viendo una reestructuración del orden económico?

Depende de cuánto dure el estado de confinamiento. Por ahora, en lo económico, hay dos elementos importantes en la discusión que pueden marcar la recuperación. El primero es la deuda. Familias, organizaciones y gobiernos se están endeudando para mitigar el impacto del shock. Cualquier política que se piense hacia adelante debe tener en cuenta este endeudamiento como algo central.

El segundo elemento de cambio es el tecnológico. Esta crisis aceleró el proceso de digitalización en todo el mundo, lo que promete una nueva manera de producir y hacer negocios. Para países como Uruguay esto puede representar una oportunidad en términos de mercados.

Referencias

[1] Ver, por ejemplo, “Pandemic Recession: L or V-Shaped?” (n. o w27105), Gregory, V., Menzio, G. and Wiczer, D.G., 2020. National Bureau of Economic Research.

[2] Guillermo Calvo, Fabrizio Coricelli y Pablo Ottonello, “The Labor Market Consequences of Financial Crises With or Without Inflation: Jobless and Wageless Recoveries”.

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