Revista del IEEM
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“Sueño con que nuestra región lidere en materia de igualdad de género en la industria de capital privado”

Susana García-Robles

Cofundadora de WeXchange y WeInvest LATAM, Venture Partner de CAPRIA y asesora ejecutiva de LAVCA (Latin American Private Capital Association)

¿Qué rol tiene la mujer en el ecosistema emprendedor de América Latina?

La situación de las mujeres emprendedoras e inversoras empezó a mejorar en la última década. La entrada de las aceleradoras en la región en busca de un gran número de emprendimientos ayudó mucho a que las mujeres se animaran. En 2012 cofundé WeXchange como un intraemprendimiento mientras estaba en el FOMIN (hoy BID Lab).

WeXchange respondió a la necesidad real que tenían las emprendedoras en tecnología de recibir oportunidades para ser conocidas en la industria, ampliar sus redes de contactos, poder hacer sus pitches a inversores y recibir mentorías y capacitación adecuadas a sus necesidades. En ese entonces, la mayoría de los emprendedores exitosos eran hombres: ya habían emprendido en serie exitosamente, vendido sus startups y algunos ya eran inversores ángeles y fund managers que invertían en otras startups. En otras palabras, ya habían recorrido el círculo virtuoso de emprender, tener éxito y devolver al ecosistema emprendedor a través del apoyo a nuevos emprendedores con su dinero y su experiencia.

A las mujeres les faltaban modelos a seguir. Al mismo tiempo, las investigaciones comenzaron a proveer datos sobre el efecto de tener equipos diversificados en compañías y en la toma de decisiones, ya sea al momento de invertir o en la compra de productos y servicios. Estas investigaciones indicaron que las mujeres controlan entre el 65 % y el 80 % de las decisiones de compra totales en bienes y servicios a nivel global. Esto quiere decir que, si las excluimos de las compañías, estamos excluyendo a quien puede hacer de esas compañías un éxito, porque saben lo que el mercado quiere.

A nivel de inversión, también comenzó a mostrarse que los retornos se veían impactados muy positivamente cuando los fondos de capital emprendedor y los comités de inversión tenían hombres y mujeres analizando las compañías. Hoy la mujer ya ha ganado un espacio en el ecosistema emprendedor, aunque aún le falta consolidarse.

 

¿Qué hace falta para fortalecer el ecosistema emprendedor de la región?

Los ecosistemas han avanzado mucho gracias a la adopción de tecnologías que reducen los costos iniciales de las startups, pero aún el gran tema es el acceso al financiamiento. No hay suficientes vehículos para la financiación en etapas tempranas hasta series B. Recién a partir de la serie B hay fondos locales e internacionales que pueden invertir montos importantes. Por lo tanto, a las emprendedoras les cuesta aún más conseguir financiamiento en etapas tempranas, ya que en general los inversores son hombres y muchas veces tienden a mirar a las startups fundadas por mujeres como más riesgosas que las de los hombres. Un estudio por Dana Kanze y otros[1] demostró que, en general, los inversores preguntaban a las mujeres sobre riesgos, potenciales pérdidas y capacidad de ejecución (preguntas de prevención) y a los hombres les hacían preguntas de expansión del modelo y potenciales ganancias (preguntas de promoción).

«Queríamos agrupar inversoras que, desde sus fondos o con dinero propio, promovieran equidad».

Eso cambia fundamentalmente cuando hay inversoras porque esos prejuicios —escondidos o no— desaparecen. Por eso cofundé WeInvest LATAM con Marta Cruz, quien también es una pieza fundamental de WeXchange. Queríamos agrupar inversoras que, desde sus fondos o con dinero propio, promovieran equidad —sin cuotas preimpuestas— a la hora de invertir. Y hoy ya hay más de 50 fondos en la región que tienen socias o mujeres en las instancias del comité de inversión o analizando las inversiones. Confío que en unos años vamos a ver cómo el peso de la balanza se equilibra y las emprendedoras comienzan a recibir más financiamiento.

 

¿Por qué es importante para las mujeres emprendedoras tejer redes de contacto?

Las emprendedoras no necesitan solo mentores, sino sponsors que tengan influencia y la usen para que el mercado conozca a las emprendedoras. Al hablar públicamente de estas startups, y al tener una audiencia relevante que las escucha, promueven que sean conocidas y que los inversores se interesen. Las redes de contacto son muy importantes para hacer el fundraising, abrir puertas para expandir la compañía y, eventualmente, venderla.

En general, aunque la mujer también ha salido a estudiar y trabajar en el extranjero, el porcentaje es menor que el de los hombres. Y por eso sus redes tienden a ser más locales que las de los emprendedores. Las redes también tienen que ser a nivel de pares, entre ellas, con mentores, inversores y otros agentes del ecosistema, para tener una mejor lectura de las tendencias y de las posibilidades del mercado. Es importante que los role models que tienen estas emprendedoras sean, como me gusta llamarlas, “mujeres de carne y hueso”, con las que se puedan identificar: mujeres reales con historias de vida reales, que las inspiren a saltearse obstáculos como ellas lo hicieron, mostrándoles el camino al éxito. Mujeres que han lidiado con las responsabilidades familiares y profesionales, por ejemplo. Este es sin duda un gran tema que, dependiendo del país, puede presentar grandes obstáculos para que la mujer emprenda y puede recrear el tan errado dilema de los años 80: “Career woman or mother?”.

 

¿Hay algún país que está liderando en materia de igualdad de género que sirva de inspiración y referencia?

La igualdad de género tiene muchas esferas de acción relevantes, y muchas de ellas precisan de políticas públicas más que de acciones del sector privado.

En general, los países nórdicos tienen buenas políticas en materia de ausencia por maternidad y por paternidad, y tiempo flexible de trabajo desde el hogar. Aunque esta es una de las pocas cosas buenas que nos trajo la pandemia en algunos sectores económicos más afluentes: muchos hombres y mujeres han tenido que dividir más las tareas del hogar, al estar los dos en la casa y trabajando; y el trabajar desde la casa ya se considera como el “new normal” y no la excepción.

Creo que en todos los países de la región se vienen dando pasos, algunos más relevantes que otros. En general, ya hay conciencia de que ignorar a la mitad de la población mundial no ayuda a nadie. Las diferencias aparecen en cómo se pone en práctica esta aspiración por la igualdad. Algunos países quieren promover la adopción de cuotas para tener mujeres en el gobierno o en los boards de las compañías. En otros, el sector privado se está enfocando en ser más inclusivo porque ve que los retornos financieros mejoran con equipos diversificados en órganos de tomas de decisión. Ya hay muchas compañías que no solo tienen mejores políticas por ausencia de maternidad y paternidad, sino que también están incorporando lactarios, por ejemplo.

 

¿Qué nos podés contar de WeInvest Latam?

WeInvest nace a fines de 2019 como la respuesta al difícil acceso al financiamiento que experimentan las mujeres “STEMpreneurs”. Conocíamos muy bien sus desafíos gracias a WeXchange y desde el primer día en 2012 quisimos poner cara a cara a inversores con emprendedoras en los eventos de WeXchange. Pero nos dimos cuenta de que no era suficiente, teníamos que buscar más inversoras que estuvieran trabajando con sus pares masculinos y pudieran ayudar a que las decisiones de inversión fueran más equitativas, de modo de recompensar el talento sin importar si es emprendedor o emprendedora.

«Queremos asegurarnos de que la voz de la mujer inversora esté presente en eventos y seminarios, y que eso pase a ser la norma y no la excepción».

Cuando comenzamos a unirlas a la red quedó en evidencia la necesidad de hacer networking entre ellas, compartir dealflow e información sobre inversiones realizadas, y recibir capacitación en temas claves para invertir mejor: cómo evaluar startups en tiempos de COVID-19, cómo hacer un análisis de inversión de manera remota, temas legales, etc. También queremos asegurarnos de que la voz de la mujer inversora esté presente en eventos y seminarios, y que eso pase a ser la norma y no la excepción. Al que diga que no conoce mujeres con experiencia para que hablen en paneles, que nos contacte: tenemos ya más de cien inversoras activas en la región que forman parte de WeInvest.

Así, la tesis de WeInvest amplifica la voz de las inversoras en LATAM y más allá. Nos estamos conformando como asociación sin fines de lucro, y ya tenemos un canal de YouTube, una página en LinkedIn y nuestro grupo en WhatsApp. Es un proyecto ambicioso que fomenta la igualdad de género en la industria de capital privado, que no es famosa mundialmente por esta característica. Personalmente, sueño con que nuestra región lidere en esta materia mundialmente.

WeXchange es una plataforma que conecta a emprendedoras de alto crecimiento de América Latina y El Caribe con mentores e inversores. Establecida en 2013 por BID Lab, el laboratorio de innovación del Grupo BID, busca liberar el potencial de crecimiento de las emprendedoras de América Latina y El Caribe.

La plataforma organiza un foro anual que brinda a las mujeres emprendedoras de la región la oportunidad de ampliar su red de contactos, acceder a mentores e inversores, recibir capacitaciones en temas claves para desarrollar sus startups, así como la posibilidad de participar en el Pitch Competition, un concurso que premia a la emprendedora más dinámica e innovadora de la región.

Referencias

[1] “Male and Female Entrepreneurs Get Asked Different Questions by VCs’ and it affects how much funding they get”, Harvard Business Review, junio de 2017. Dana Kanze, Laura Huang, Mark. A. Conley y E. Tory Higgins.

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