Es notorio que el mundo laboral ha sufrido cambios, sobre todo en los últimos años, que ha comenzado la búsqueda para estar a la altura de las grandes exigencias y necesidades que la sociedad y los jóvenes hoy reclaman.

Atrás quedó la forma de concebir al trabajo de una manera “tradicional” (siendo esta la más familiar para muchos), y surgieron nuevas mentalidades, proporcionando explicación a los sucesos que en la actualidad comienzan a ser más naturalizados e incorporados, impensables e inimaginables para generaciones anteriores.

Las nuevas generaciones trajeron consigo un quiebre en los paradigmas populares, a la vez de un cuestionamiento acerca de su manera de experimentar y de proyectarse en cuanto a su trayectoria laboral.

La reconversión laboral, conocida también como reskilling, ahora pasa a convertirse en una pieza fundamental dentro del juego del mundo laboral para los jóvenes, pero también comienza a ser seductor para aquellos que pertenecen a la “vieja escuela”.

A diferencia del upskilling, que implica capacitarse para optimizar las capacidades y el desempeño, el reskilling hace referencia al proceso de reciclaje laboral, brindándole a la persona una nueva oportunidad para reinsertarse en un rol con nuevas habilidades, en un nuevo mercado hasta ahora desconocido y que no formaba parte de su know-how.

Los motivos por los que este fenómeno comenzó podrían deberse a factores exclusivamente externos, tales como la revolución de la transformación digital que como sociedad estamos transitando. Esta nueva perspectiva de trabajo nos exige competencias claves para adaptarnos al contexto VUCA (volátil, con incertidumbre, complejo y ambiguo) como son: dinamismo, fuerte adaptación a los cambios y curiosidad por la innovación a la vez de desarrollo de nuevas habilidades técnicas específicas.

Es importante identificar y ser conscientes de que, si lo que buscamos es seguir siendo competitivos y permanecer a nivel de mercado, tenemos que ajustarnos a estas reglas de juego.

Por otro lado, se detectan también factores internos, que son los causados por el propio sujeto y que tienen que ver más con su disfrute del rol ejercido, con la identificación en cuanto a la profesión elegida; esto, junto a información obtenida del exterior, puede contribuir a realizar un balance total acerca de la trayectoria laboral, experimentando así nuevos cuestionamientos y dudas respecto a lo vocacional, haciéndonos repensar muchas veces nuestra elección profesional.

En tiempos de pandemia, la curiosidad ocupó un lugar de relevancia y protagonismo, en la que nuestro desafío consistió en sobrellevar la situación de la mejor manera posible y así hacer frente a la situación mundial en la que nos encontrábamos. Muchos recurrieron a variadas estrategias, siendo una de tantas el uso de plataformas online a fin de incursionar en cursos breves para batallar con el ocio, pero también con el propósito de aprender y adquirir nuevas habilidades, interiorizándose en nuevos rubros y áreas de expertise.

Aquello que comenzó como mera curiosidad, y que logró despertar interés por temáticas que nunca antes indagamos o profundizamos al respecto, hoy se convirtió en una manera efectiva a la hora de complementar nuestros perfiles y potenciarlos a fin de destacar en un mercado desafiante y volátil como al que hoy pertenecemos. Estas nuevas habilidades también nos permiten jugar a otro nivel (si así lo quisiéramos), pues podemos adaptarnos a contextos variados a incorporarnos a equipos multifuncionales y multiculturales de distintas partes del mundo, dado que las distancias geográficas dejaron de ser una limitante.

La importancia de un adecuado acompañamiento profesional puede ser el ingrediente clave para la consecución de los mejores resultados en procesos de reconversión laboral. Cuando las personas experimentan una reconversión laboral, sin importar el motivo —ya sea porque el ambiente así lo requiere o por interés propio—, se enfrentan a una movilización importante. Es una deconstrucción de lo conocido y familiar que debemos hacer para dar lugar a nuevas habilidades y a nuevas formas de trabajar.

Es por esto que el acompañamiento que la persona reciba es fundamental y necesario para poder apaciguar el malestar que podría surgir y, a su vez, sacar el mayor provecho de la situación.

Aquí es cuando ingresa como protagonista el profesional de Gestión Humana, que pasa a convertirse en un apoyo y consultor esencial en este proceso. Se trata de expertos que cuentan con las herramientas y habilidades requeridas para guiar a los individuos a reinventarse y, en el camino, a desarrollarse profesionalmente de una manera funcional y adaptada. Con este acompañamiento, el profesional no solo se beneficia de apoyar a las personas en su reinvención, sino que también contribuye a consolidar el mercado de trabajo actual.

A modo de conclusión, es relevante comprender que esta realidad ha llegado para quedarse y que la manera de concebir el trabajo se ha transformado y continuará haciéndolo a la par de los avances. La sociedad actual nos exige de un constante aprendizaje para adquirir nuevas competencias laborales. Las empresas, aparte de fidelizar a sus equipos, apuntan a lograr a una multifuncionalidad en la diversidad de roles desempeñados por los trabajadores.

Frente a una transición en la que existe un giro de 180° a nivel laboral y vocacional, es fundamental contar con la asistencia de un socio estratégico que brinde apoyo y sostén para que la persona pueda sentirse acompañada, y a la vez comprendida, para que la empresa pueda lograr los mejores beneficios, apostando a que el proceso para todas las partes sea positivo y enriquecedor.