¿Cuán importante es tener una pata en la investigación y la ciencia para la aplicación de Machine Learning a problemas reales?

Desde mi corta experiencia en la industria, diría que bastante. Los avances en Machine Learning (ML) se han dado tan rápido que usualmente, para poder implementar la solución más adecuada a un problema real, se requiere una búsqueda científica del estado del arte actual. El hecho de estar cerca de la academia permite no solo que la búsqueda se haga de forma más fluida, sino también enriquecerse de las nuevas perspectivas que nuestros investigadores pueden aportar a las necesidades industriales.

¿La investigación de la mecánica de fluidos computacional está relacionada al Machine Learning?

ML se puede combinar con técnicas de mecánica de los fluidos computacional tradicionales (CFD, por sus siglas en inglés) para aumentar su eficiencia o mejorar la performance. Particularmente, realizar simulaciones CFD es muy costoso computacionalmente, por lo que algunas técnicas en ML ayudan a reducir estos costos, implementando algoritmos que “aprenden” de simulaciones CFD ya existentes. Es un cruce de áreas reciente y con perspectivas muy interesantes.

¿Qué rol debería tener el sector privado en la investigación y la ciencia en Uruguay?

En mi opinión, las empresas privadas deberían invertir en equipos internos que dediquen parte de su tiempo a investigar en los avances más pertinentes al área que les incumbe y estar en contacto con la comunidad académica local; sobre todo las de tecnología, área en la que los avances son más rápidos. Eso no solo da una ventaja competitiva a empresas que lo aplican (dado que tienen mayor know-how), sino que agrega valor a las capacidades económicas y culturales del país.

¿Qué está faltando en Uruguay para tener más conexión entre la ciencia y las empresas?

Hacen falta más iniciativas que faciliten la interacción entre equipos empresariales y académicos. Las empresas deberían ver el apoyo a equipos académicos como una inversión para mejorar la calidad de sus productos o soluciones. De fondo, también creo que existe una cierta brecha cultural entre el entorno empresarial y el académico que es histórica y política. Aunque, en la sociedad tecnocrática de hoy en día, sería un impulso simbiótico muy grande para el país combinar la fuerza económica de la industria con el conocimiento e innovación de la academia.