¿Con qué objetivo surgió Enecé?

Surgió con dos objetivos principales, uno personal, y otro profesional. En primer lugar, quería formar mi camino como emprendedora para dejar de trabajar en relación de dependencia, y enfocarme en lo que estudié durante varios años de mi vida. Por otro, el combo de servicios que ofrece la empresa (marketing digital, contenidos, corrección profesional, diseño gráfico profesional, desarrollo de marca) era una carencia, sobre todo para otros emprendedores y en el norte del país.

¿A qué desafíos se enfrentan al transmitir a los emprendedores del interior la importancia de gestionar su marca personal?

Existe bastante escepticismo al momento de entender que trabajar la marca personal es una necesidad, no algo adicional de lo que pueden prescindir. Cuando comenzamos a ver resultados y se diferencian de la competencia, cuando entienden realmente qué los identifica y aprenden a definir objetivos, comprenden que no es algo accesorio, sino primordial. Hacer ese camino no es fácil, pero de a poco lo vamos recorriendo.

¿Qué herramientas ofrecen para gestionar la marca personal?

Asesoría continua. Comenzamos con las inquietudes del propio cliente, porque si llegó a plantearse la necesidad de definir su marca personal, significa que tiene una inquietud no resuelta. Partiendo de esa base, diseñamos el logo, creamos la identidad (acá en Paysandú hay varios fanáticos de los eslóganes), y, más que nada, trabajamos la identidad en redes, que es por lo que más acuden a Enecé.

¿Nos contás un caso de éxito de un emprendedor?

El de Universo Propiedades, un emprendimiento que acompañamos desde el comienzo. Noel, una chica que conocí en un taller de emprendedores, quería abrir su propio negocio inmobiliario, pero su diferencial era que solo trabajaría con propiedades que aceptaran mascotas. Hoy en día, Noel administra varias propiedades con su inmobiliaria, y siempre con la convicción de que las mascotas son parte de la familia, no son descartables. Busca con eso un cambio de paradigma y que más propietarios o edificios acepten mascotas. Por ese camino sigue, incluso cuando al principio parecía una locura.