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Inteligencia Artificial: su evolución y futuro (Parte 2)

En el artículo anterior analizamos la historia del desarrollo de la inteligencia artificial y sus avances. Vimos que se ha llegado al punto en que la cantidad se transformó en calidad, se ha dado un punto de inflexión a partir del cual la inteligencia artificial permite el desarrollo de aplicaciones directamente aplicables al mundo productivo. En el presente artículo procuraremos analizar el impacto que estos nuevos avances tendrán en la economía y, en particular, en el mercado laboral.

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En un artículo de investigación que acaba de salir [1], Trina et al. (2023) analizan las implicaciones potenciales de los modelos de transformadores generativos, más conocidos por su sigla en inglés, GPT. A esos efectos se evaluaron los distintos tipos de ocupaciones en relación con las capacidades del GPT. El resultado es que aproximadamente el 80 % de la fuerza laboral de los EE. UU. podría tener al menos el 10 % de sus tareas laborales afectadas por la introducción de las GPT, mientras que alrededor del 19 % de los trabajadores podrían ver afectadas al menos el 50 % de sus tareas. Los trabajos que enfrentan una mayor exposición a este efecto potencial son aquellos asociados a los mayores niveles salariales. El efecto potencial permea todos los sectores de actividad.

Las conclusiones impactantes de este paper nos llevan a recordar el antecedente de la investigación de los profesores Frey y Osborne de 2013 [2]. El objeto de esa pesquisa fue responder a la pregunta: ¿qué tan susceptibles son los trabajos a la informatización? Esta metodología fue replicada por el Centro de Economía, Sociedad y Empresa del IEEM en 2016. El resultado fue que el 54 % de las posiciones de trabajo ocupadas en Uruguay corrían un alto riesgo de automatización en los siguientes 10 a 20 años. La metodología partía de la base que las cualidades más difíciles o imposibles de automatizar eran la percepción y la manipulación, la capacidad creativa, la interacción social y la inteligencia social —que incluye habilidades como la percepción para ser consciente de las reacciones de los otros y poder entenderlas, la persuasión para influir a otras personas para cambiar su pensamiento o comportamiento, la negociación para alcanzar acuerdos ante diferencias y la asistencia para proveer atención médica y apoyo emocional—. Lo que más nos interesa de aquella investigación es que se encontró que aquellos trabajadores que tenían un nivel educativo más elevado están ocupados en empleos con menor riesgo de quedar obsoletos. El riesgo era 59 % para aquellos que tenían primaria completa; 49 % para los que se habían quedado con secundaria; 44 % para aquellos con educación técnica; 27 % para los que terminaron la universidad y 18 % para los que tenían un título de posgrado. También era relevante el riesgo de robotización por sector. Quienes trabajaban en el sector servicios tenían menos riesgo de que su trabajo fuera realizado por un robot en los próximos 20 años (38 %) que los que trabajan en el comercio (69 %); en la industria manufacturera (75 %); o en el sector agropecuario (78 %). Análisis posteriores de los puestos de trabajo que se destruyeron desde aquel momento al presente confirmaron que efectivamente la educación era el factor crítico.

Se encontró que aquellos trabajadores que tenían un nivel educativo más elevado están ocupados en empleos con menor riesgo de quedar obsoletos.

El mensaje en aquel momento era que la educación protegía. Las nuevas investigaciones indican que eso ya no es así. En otras palabras, los trabajadores que enfrentan mayores (menores) barreras para ingresar a sus trabajos derivados de las exigencias de preparación tienden a experimentar una mayor (menor) exposición a los GPT. ¿Esto quiere decir que los trabajos previos estaban metodológicamente mal? No, quiere decir que el avance de la tecnología volvió obsoletas comparaciones hechas hace ya diez años. Trina et al. estiman que entre el 28 % y el 40 % de la variación en la exposición a la IA no estaba presente cuando la exposición se realizaba con tecnologías anteriores.

Veamos cuál es la metodología empleada en este nuevo paper. Los autores evalúan las ocupaciones usando un nuevo criterio llamado GPT-Task Exposure Index (GTEI), que mide el grado de correspondencia entre las capacidades de los GPT y las tareas laborales. El GTEI se basa en dos fuentes de información: la experiencia humana y las clasificaciones de GPT-4. La experiencia humana se obtiene a través de una encuesta a expertos en inteligencia artificial y economía, que asigna puntuaciones a cada tarea según su estimación del desempeño que tendría un GPT. Las clasificaciones de GPT-4 se obtienen mediante el uso del modelo para generar descripciones textuales de cada tarea y luego compararlas con las descripciones originales del Occupational Information Network (O*NET), una base de datos que contiene información detallada de más de 900 ocupaciones en Estados Unidos. El GTEI es el promedio ponderado de las puntuaciones humanas y las clasificaciones de GPT-4 para cada tarea. El paper también utiliza el Standard Occupational Classification (SOC), un sistema que agrupa las ocupaciones según el tipo de trabajo realizado y las habilidades requeridas. Se calcula el GTEI para cada grupo ocupacional del SOC y se relaciona con variables como el salario medio, la educación requerida y el crecimiento proyectado.

La investigación concluye que los trabajos que más expuestos están son aquellos que tienen un alto GTEI, es decir, que tienen una alta correspondencia con las capacidades de los GPT.

La investigación concluye que los trabajos que más expuestos están son aquellos que tienen un alto GTEI, es decir, que tienen una alta correspondencia con las capacidades de los GPT. El paper expone que los grupos ocupacionales con mayor exposición son los siguientes:

  • Arquitectos e ingenieros (GTEI = 0,72), debido a que sus tareas implican el diseño, la simulación y la optimización de sistemas complejos, así como la comunicación de resultados técnicos.
  • Profesionales de las ciencias sociales y legales (GTEI = 0,71), debido a que sus tareas implican el análisis, la interpretación y la síntesis de datos e información provenientes de diversas fuentes, así como la redacción de informes y documentos legales.
  • Profesionales de las artes, el diseño y los medios (GTEI = 0,69), debido a que sus tareas implican la creación, la edición y la presentación de contenidos visuales, auditivos y textuales para diversos fines y públicos.

Estos grupos ocupacionales también se caracterizan por tener salarios medios y altos, una educación requerida elevada (al menos una licenciatura) y un crecimiento proyectado moderado o bajo (menos del 10 % para el período 2019-2029).

Los autores realizan una evaluación preliminar del impacto que tendrán los GPT y las tecnologías relacionadas en el mercado laboral estadounidense. En su opinión, el impacto dependerá de varios factores, como la velocidad de adopción, la complementariedad o sustitución con el trabajo humano, la demanda de nuevos servicios y productos, y las políticas públicas. Ellos sugieren que el impacto podría ser tanto positivo como negativo, dependiendo de cómo se distribuyan los beneficios y los costos entre los diferentes grupos sociales y económicos.

Nos hemos centrado en el caso del ChatGPT; pero la misma tendencia de evolución en sus capacidades está presente en otros terrenos de habilidades tradicionalmente “humanas”, como el reconocimiento de audios (speech-to-text), el reconocimiento de imágenes y videos, y la manipulación de objetos tridimensionales.

Por otro lado, los sectores menos expuestos son aquellos que tienen un bajo GTEI, es decir, que tienen una baja correspondencia con las capacidades de los GPT. El paper expone que los grupos ocupacionales con menor exposición son los siguientes:

  • Trabajadores de la salud y técnicos (GTEI = 0,27), debido a que sus tareas implican el cuidado directo de pacientes, el uso de equipos médicos especializados y la aplicación de conocimientos clínicos.
  • Trabajadores de la construcción y la extracción (GTEI = 0,28), debido a que sus tareas implican el trabajo físico en entornos al aire libre o subterráneos, el manejo de materiales pesados y la coordinación con otros trabajadores.
  • Trabajadores de la producción e instalación (GTEI = 0,29), debido a que sus tareas implican el ensamblaje, la reparación y el mantenimiento de maquinaria y productos industriales, así como el control de calidad y la seguridad.

Estos grupos ocupacionales también se caracterizan por tener salarios medios y bajos, una educación requerida baja (menos de una licenciatura) y un crecimiento proyectado negativo o nulo (menos del 0 % para el período 2019-2029).

Nos hemos centrado aquí en el caso paradigmático del ChatGPT; pero la misma tendencia de evolución en sus capacidades está presente en otros terrenos de habilidades tradicionalmente “humanas”, como ser el reconocimiento de audios (speech-to-text), el reconocimiento de imágenes y videos, y la manipulación de objetos tridimensionales. En definitiva, con un retraso respecto al procesamiento de lenguaje natural de unos pocos años, no hay razón para suponer que no habrá un avance equivalente en todos los ámbitos, estímulos y mecanismos por los cuales los humanos interactúan con el mundo y entre sí.

¿Cuál es la evaluación que se puede realizar del impacto de tendrán estos cambios tecnológicos en la realidad económica, social y especialmente laboral?

Entre los posibles efectos positivos, se destacan:

  • El aumento de la productividad y el crecimiento económico, al reducir los costos y mejorar la calidad de bienes y servicios.
  • La creación de nuevas ocupaciones y sectores, al generar nuevas demandas y oportunidades de innovación.
  • La mejora de las condiciones laborales y el bienestar humano, al liberar a los trabajadores de tareas rutinarias o peligrosas.

Entre los posibles efectos negativos:

  • La pérdida o transformación de empleos existentes, al reemplazar o modificar las tareas humanas por las máquinas.
  • La polarización o desigualdad del mercado laboral, al aumentar la brecha entre los trabajadores con altas y bajas habilidades o ingresos.
  • Los desafíos éticos y sociales, al plantear cuestiones sobre la responsabilidad, la privacidad, la seguridad y la gobernabilidad de las tecnologías.

Referencias

[1]     Tyna E., T; Sam Manning S., Mishkin, P. y Rock D. (2023). GPTs are GPTs: An Early Look at the Labor Market Impact Potential of Large Language Models. arXiv:2303.10130 [econ.GN], 17 de marzo de 2023.

[2]           Frey, C. B., & Osborne, M. (2013). «The future of employment: How susceptible are jobs to computerisation?», setiembre de 2013.

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Autor

Responsable del GEM Uruguay y profesor de Economía Política en

Ph.D. en Gobierno y Cultura de las Organizaciones, Universidad de Navarra; máster en Dirección y Administración de Empresas, IEEM, Universidad de Montevideo; contador público, Universidad de la República (Uruguay); licenciado en Administración, Universidad de la República (Uruguay); GloColl, Harvard Business School.

Profesor de Análisis de Decisiones y Sistemas de Información en

Ph.D. en Informática, Universidad de la República y en Computer Sciences, INRIA (Francia); máster en Dirección y Administración de Empresas, IEEM, Universidad de Montevideo; máster en Informática, Universidad de la República (Uruguay); ingeniero en Computación Universidad de la República (Uruguay); GloColl, Harvard Business School.

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