Revista del IEEM
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La voz de Gerardo Núñez

“Cuando se habla de exigencias es importante bregar por el cuidado de derechos fundamentales que tienen los trabajadores y trabajadoras”.

Gerardo Núñez – Diputado de la República por el Frente Amplio

PERSONERÍA JURÍDICA

En primer lugar, sería oportuno reflexionar acerca de la necesidad de establecer una nueva exigencia en términos generales, teniendo en cuenta que, en Uruguay, la inmensa mayoría de los sindicatos ya cuenta con personería jurídica. Si bien es cierto que el PIT-CNT no la tiene como tal, la mayoría de sus integrantes sí la tiene. Es más, el Instituto Cuesta Duarte del PIT-CNT cuenta con ella.

Por otro lado, cuando se habla de exigencias es importante bregar por el cuidado de derechos fundamentales que tienen los trabajadores y trabajadoras, como lo es el de la libertad sindical, elementos ampliamente debatidos a nivel mundial y que ambos han sido recogidos en el Convenio 87 de la OIT.

 

REGULACIÓN SINDICAL

La existencia de sindicatos es un aporte indiscutible al fortalecimiento democrático de la sociedad. Hay mucha normativa a nivel laboral que establece los parámetros de acción, tanto para los sindicatos como para el sector empresarial. Es decir, teniendo claro el marco general de acción, deben ser los trabajadores organizados quienes fijen sus propias reglas de funcionamiento. En Uruguay, desde 2005 ha existido un aumento significativo de la sindicalización, que implica mayores niveles de participación e involucramiento. Esto coincide, no por casualidad, con una clara mejora de las condiciones generales de trabajo. Puede verse ejemplificado en el aumento del salario real, y de la tendencia general, al cabo de casi 14 años, de la reducción del desempleo. Todo esto indudablemente amplía las bases democráticas de una sociedad que vivió durísimos recortes en materias de libertades y derechos, primero con la dictadura y luego con la imposición del neoliberalismo durante los gobiernos blanqui-colorados.

Un segundo componente tiene que ver con la redistribución de la riqueza. Sin la presencia de trabajadores organizados, se dejaría librado a la magia la construcción de una sociedad redistributiva en sentido de los intereses populares. Una sociedad que no redistribuye la riqueza es una sociedad concentradora de poder y profundamente inequitativa y, por lo tanto, mucho menos democrática. La convocatoria a los Consejos de Salarios ha sido, y es, una herramienta fundamental de cara a la redistribución.

Por último, la seguridad en el trabajo es otro de los grandes temas de impacto social. La organización sindical es su principal impulsor. El solo hecho de pensar que hoy en Uruguay hay menos siniestros fatales que los que había antes de la Ley de Responsabilidad Penal Empresarial y, por lo tanto, menos muertes que lamentar, nos debería llenar de alegría. Es de una dimensión incalculable. Cuando se avanza en materia de seguridad laboral se avanza en el cuidado de la vida, se la califica y valora. Cuando esto sucede, toda la sociedad avanza porque vuelve a reafirmar la importancia de la vida por encima de todo.

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