¿Cuál fue la motivación detrás de tu decisión de convertirte en coach y dejar a un lado tu trayectoria como gerente de finanzas en el sector de la construcción?

Tengo claro mi nuevo propósito de vida. Luego de vivir por años lo que siempre soñé, comencé a tener inquietudes. Quería volver a vibrar y, luego de un proceso de desarrollo personal, en el que aprendí a escucharme más y saber qué es lo que realmente quiero en esta etapa de mi vida, descubrí en esta segunda profesión que volví a vibrar, que obtengo en cada sesión y proceso de coaching una gran satisfacción.

Es muy motivante acompañar a las personas en sus procesos de transformación, procesos integrales en los que logran potenciarse, empoderarse, alcanzan mayor bienestar y toman las riendas de sus vidas. Es la razón del éxito en los objetivos que se proponen. La mejor manera de lograr resultados es cuando la persona es consciente y vive sus valores en lo que hace. Es por eso que decimos que luego de vivir un proceso de coaching logras una mejor versión de ti mismo.

¿Qué aspectos específicos del coaching te motivan e inspiran para seguir este camino profesional? ¿Hay alguna experiencia en particular que haya influido en tu decisión?

He trabajado en diferentes empresas. Pude vivir distintos tipos de liderazgo, algunos en los que te sentís parte de un equipo y otros en los que priman las individualidades por encima del equipo. Tuve la oportunidad de liderar equipos y experimentar ser líder coach y ver el efecto en las personas y en los resultados de la empresa. Es fantástico.

Todas esas vivencias sin duda influyeron en mi búsqueda para dedicarme a algo que realmente me generara gran satisfacción y contribuyera a que las cosas sucedan de la mejor manera, para las personas, para las empresas y, como consecuencia, para nuestra sociedad. Ejecutivos conscientes, líderes coach que derramen optimismo hacia todos los que los rodean, empoderando y potenciando a sus colaboradores. Mejores ejecutivos, mejores empresas para los colaboradores, mayor eficiencia, más bienestar para todos. Mi motivación es aportar desde mi rol a que esto suceda.

¿Cuáles han sido los desafíos y las recompensas de encarar una segunda carrera profesional?

El gran desafío fue salir de mi zona de confort. Si no hubiera tenido inquietudes, si no las hubiera escuchado, no hubiera descubierto al coach como segunda profesión. Los cambios implican esfuerzos, ¡pero valen la pena!

El desafío de hacerme en un mundo nuevo, además del rol, implica crear mi propia marca personal, venderme como coach. Son muchas cosas nuevas. La recompensa es que fluyo de forma integrada en mis tres dimensiones, el ser, el saber y el hacer. Siento que tengo una facilidad natural que se suma a la experiencia como líder en el mundo empresarial.

Por lo que cada vez que termino una sesión lo que viene a mi cabeza es: “Alejandra es por acá, tu camino es por acá”.

¿Qué aspectos sobre vos descubriste y cuáles fortaleciste a medida que incursionaste en el coaching?

Descubrí muchas cosas, una de ellas es que le daba más importancia al “deber” que al “querer”. Empecé a preguntarme una y mil veces “qué quiero para mi vida” y si realmente era feliz con lo que hacía o quería buscar algo que me hiciera sentir más plena. Tomé conciencia de todo lo que ocurría en mi interior. Ahora sé lo que quiero y lo que no.

Esta toma de conciencia me dio confianza, seguridad y me empoderó para explorar hasta encontrar cómo trascender en mi vida, encontré el medio para ello, que es acompañar a otras personas a que sean conscientes y tomen las riendas de su vida. El rol de coach es muy gratificante.

Descubrí que el despertar de las personas a través de la metodología es un proceso individual, es una revolución y esa transformación viene para quedarse en cada persona. Quien pasa por un proceso de coaching logra una mejor versión de sí mismo, sin dudas.

¿Cómo crees que tu experiencia previa influye en tu enfoque como coach, especialmente en el contexto del IEEM?

Mi experiencia como gerenta en varias empresas hace que conozca perfectamente el mundo empresarial, lo cual es una facilidad a la hora de comprender el contexto y las distintas circunstancias que atraviesan los ejecutivos y los equipos de trabajo que pasan por un proceso de coaching.

Me siento agradecida de estar en el IEEM, porque comparto la misión y los valores de la institución. El IEEM, a través de su Unidad de Coaching, acompaña a las personas para que sean profesionales que no solo destaquen en lo técnico sino también en lo que tiene que ver con la inteligencia emocional. Ambas cosas son fundamentales para crear empresarios vanguardistas. Me siento orgullosa de ser parte y de aportar mi granito de arena en nuestra sociedad.