¿Cómo definirías el estilo de liderazgo del presidente?

Firme con las ideas, suave con las personas.

¿Cuáles fueron los mayores logros en la gestión de la crisis sanitaria a nivel país?

Primero hablaría de aciertos. Fue un acierto del presidente apostar a la libertad responsable. Fue un acierto la creación del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH), cuyas recomendaciones científicas permitieron elaborar protocolos generales para el cuidado y la toma de decisiones. Fue un acierto la creación del Fondo Coronavirus, votado por todos los partidos políticos para atender específicamente los gastos asociados a la pandemia.

Gracias a estos aciertos, logramos mantener los motores de la economía encendidos y, de esa forma, disminuir el impacto sanitario, social y económico de la pandemia. El Gobierno demostró que estaba preparado para gobernar y con una enorme capacidad de adaptarse rápidamente a nuevos desafíos. En este sentido, se adelantó y expandió la vacunación antigripal, se crearon nuevas camas de CTI en todo el país, se establecieron corredores sanitarios y se repatriaron cerca de 6000 uruguayos.

Se logró dar rápidas respuestas en materia de empleo, y se crearon figuras como la del subsidio especial por desempleo parcial, incentivos a las empresas que reintegraran trabajadores, así como exoneraciones impositivas. Se difirieron pagos, se flexibilizaron créditos, se aumentaron las transferencias sociales (56 %) y se implementaron nuevos instrumentos como tuapp para la entrega de canastas de alimentos. Nuestro país fue el único en América Latina que pudo volver a la presencialidad educativa en todos sus niveles.

Todo esto se hizo cumpliendo con el compromiso electoral de no aumentar impuestos y principalmente cumpliendo con la agenda del Gobierno, que pese al COVID-19 continuó con su proceso de reformas, entre las que puedo destacar: se eliminó la obligación financiera para el cobro de salarios; se facilitó la carga tributaria de pequeñas y medianas empresas, adecuándola a su facturación; se otorgó un beneficio a microemprendedores que, a partir del 1.^o de enero de 2021, están exonerados de aportes patronales e IVA mínimo y se creó una regla fiscal para asegurar un manejo responsable de los fondos públicos. Además, se creó la comisión de expertos para la reforma de la seguridad social; se aprobó la posibilidad de alquileres sin garantías; se les dio más autonomía a las unidades reguladoras, se implementó la portabilidad numérica; se agilizaron los procesos de adopciones; se generaron cambios en materia penal, que han ayudado a bajar los delitos y se abrieron nuevos mercados para nuestros productos.

De los avances del gobierno de Luis Lacalle Pou en su primer año de gestión, ¿cuáles continuarán siendo priorizados en 2021 y por qué?

Todos. Hay que seguir trabajando en la generación de empleo, en inserción internacional (flexibilización del Mercosur), en atraer inversión extranjera, en apoyar a las mipymes y al emprendimiento (el Poder Ejecutivo acaba de enviar un proyecto de ley en este sentido), en la agenda digital, en la modernización y profesionalización del Estado (equiparación salarial y movilidad horizontal), en consolidar los resultados positivos en seguridad pública y en profundizar los cambios positivos en materia de educación pública.

Hay que seguir trabajando para disminuir los efectos adversos de la pandemia en la población más vulnerable, seguir estimulando a los sectores de la economía que más han sufrido el efecto de la pandemia, continuar cuidando las cuentas públicas, cumpliendo las metas fiscales para tener credibilidad, confianza, sostener las políticas sociales a lo largo del tiempo y continuar con las reformas estructurales.

Como suele decir el presidente: “No hay causas chicas, ni causas grandes, hay casusas justas”, y esto nos obliga a ser un gobierno todo terreno.

Uruguay está liderando la vacunación en la región y en el mundo en cantidad de vacunados cada 100 habitantes, ¿cuáles fueron los mayores desafíos para asegurar este logro?

Colarse entre los países más poderosos para obtener las vacunas lo antes posible. Asegurar un buen sistema de vacunación que siempre ha caracterizado a Uruguay. Y haber realizado una buena campaña de concientización. Seguramente en pocas semanas Uruguay será el país con mayor porcentaje de vacunados, tanto a nivel de América Latina como en el resto del mundo.

Esto nos deja abierta la oportunidad —sí nos seguimos cuidando— de ser uno de los primeros países en el mundo en abrir las fronteras para aquellas personas que estén vacunadas, y, al mismo tiempo, permitirá la reactivación de algunos de los sectores más golpeados como el turismo. El buen manejo que ha hecho Uruguay de la pandemia, y su reconocimiento a nivel internacional, van a tener un efecto positivo para nuestro país.

En la edición pasada de Hacer Empresa, Gabriel Oddone expresó que: «Si el sector privado no termina de convencerse de que el camino que propone el gobierno es consistente, es probable que se mantenga retraído». ¿Cuál es la estrategia para evitar que esto suceda?

Lo primero sería ver cómo evalúa Oddone la toma de decisiones del sector privado, porque 2020 fue un año muy complejo como consecuencia de la pandemia. Los privados han hecho esfuerzos importantes, pero es natural que se retraigan en un contexto de incertidumbre mundial.

Dentro de este escenario, el gobierno ha dado señales claras y también ha hecho esfuerzos muy importantes para poder dar esas señales. Congelar en pesos uruguayos el precio del combustible durante todo 2020 y no realizar los ajustes del gasoil a principio de 2021 es una señal que va en línea con la búsqueda de mayor eficiencia en la cadena de valor de los combustibles.

El nuevo Decreto n.° 268/020, que reglamenta la Ley de Inversiones, permitió que se presentaran 898 proyectos con una inversión total de USD 951 millones que compromete la creación de 3400 puestos de trabajo. Se realizaron cambios en la reglamentación de la Vivienda Promovida, resultando en la presentación de más de 200 proyectos de promotores privados que significan la construcción de más de 6000 unidades y una inversión asociada de USD 500 millones. Se aprobó una normativa alineada con los criterios de OIT que garantiza el derecho de los trabajadores no huelguistas y de los directivos de las empresas de ingresar a sus lugares de trabajo.

También se han dado señales importantes en materia de inserción internacional, abriendo nuevos mercados y aumentando la capacidad de colocación de nuestros productos. Sabemos que hay una apuesta clara a flexibilizar el Mercosur. Se ajustó el concepto de residencia fiscal en relación a la realización de inversión extranjera, así como se hicieron modificaciones al régimen de “vacaciones fiscales” para facilitar la instalación en Uruguay de todos los extranjeros que deseen elegir al país como destino de sus proyectos personales y económicos.

Para este año se anunció una inversión pública en infraestructura de más de USD 1200 millones. También es importante el impulso que se le ha dado a las mipymes con cambios impositivos relevantes en la Ley de Urgente Consideración y en el proyecto de ley recientemente enviado al Parlamento. El gobierno ha dado señales claras y el sector privado ha respondido de buena forma, aun en contexto de pandemia.

Has expresado que no te interesa hacer una carrera política personal y destacaste tu perfil técnico. En tu opinión, ¿qué rol juega la dupla político-técnico para una buena gestión?

La dupla político-técnico es la ecuación equilibrada de la relación política. El político necesita de insumos para la toma de decisiones y esos insumos generalmente vienen de los equipos técnicos. Los técnicos no tienen muchas veces la mirada pragmática del político, ni el olfato y necesitan del liderazgo político. El técnico produce insumos, el político decide y ejecuta.

Estar en el gobierno también posibilita que muchos cuadros técnicos puedan formarse políticamente y ese perfil más híbrido te permite incorporarle al trabajo técnico una mirada más política, más pragmática, que facilite la toma de decisiones.