Revista del IEEM
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Renuncia, ¿mito o realidad?

El artículo How to Quit Your Job in the Great Post-Pandemic Resignation Boom”, de Bloomberg Businessweek, asevera que la gran renuncia está llegando producto de la recuperación de la economía en Estados Unidos. La explicación está en que muchas personas habían retrasado su decisión de cambio debido a la pandemia y a la incertidumbre, y a que habían tenido más tiempo para pensar en temas vinculados con la familia, el trabajo a distancia, el recorrido que debían realizar todos los días para llegar a sus distintos lugares de trabajo, la vida y la muerte, temas en los que, por la vorágine diaria, no se detenían antes. Y, de un tiempo a esta parte, encontramos una innumerable cantidad de artículos y notas que hablan de la gran “gran renuncia” en todo el mundo.

De forma de situar en el tiempo el artículo, podemos decir que esto comenzó a surgir cuando Estados Unidos tuvo su pico de renuncias en abril de 2021 (4 millones de renuncias). Otro reporte que dio cuenta del cambio y del impacto en el mundo del trabajo fue el que publicó Microsoft en marzo 2021, “The Next Great Disruption Is Hybrid Work — Are We Ready?”, en el que se afirmaba que el 46 % de la fuerza de trabajo mundial proyectaba hacer un giro importante o una transición de carrera.

Comenzábamos a contar con información que nos decía que las personas habían pasado mal trabajando en la pandemia y que la mitad de la población trabajadora en Estados Unidos estaba interesada en cambiar su trabajo. Adicionalmente, comenzaron a faltar trabajadores en todos los niveles profesionales, en todos los sectores y eso daba cuenta de que todo se podría poner más difícil, producto de la recuperación económica de la salida de la pandemia.

En el reporte «The Next Great Disruption Is Hybrid Work — Are We Ready?”, se afirmaba que el 46 % de la fuerza de trabajo mundial proyectaba hacer un giro importante o una transición de carrera.

Cuando analizamos algunas de las causas de renuncia, observamos que según los resultados de la encuesta del Pew Research Center sobre “las principales razones por las que las personas han renunciado a su trabajo en 2021 en Estados Unidos”, encontramos: un salario demasiado bajo (63 %), no tener oportunidades de mejora (63 %) y no sentirse respetado en el trabajo (57 %).

Sin embargo, luego de un año vemos que la gran renuncia anunciada se ha generado. No obstante, como punto a destacar, vemos que los motivos principales de renuncias siempre giran alrededor de lo mismo: condiciones laborales insatisfechas y culturas organizacionales tóxicas.

 

¿Qué pasó en nuestro país?

Es muy difícil dimensionar el componente de renuncia, ya que nuestro país venía de una recesión en materia de oportunidades de trabajo, la cual se vio duramente impactada con la llegada de la pandemia. Para agregar contexto, datos del INE plantean que Uruguay se encontraba en 10,10 % de desempleo, alcanzando los valores más altos de desempleo en febrero de 2021 (11,10 %). Otros reportes agregan información del mercado y del impacto que sufrió Uruguay producto de la pandemia. Por ejemplo, el Monitor del Mercado Laboral de Advice expone que en abril de 2020 la demanda laboral sufrió una caída interanual de 67 %. Esto se traduce en una diferencia de alrededor de 1200 oportunidades laborales menos entre abril 2019 y abril 2020. Ahora, si nos paramos en mayo 2021, cuando salió el artículo de Bloomberg Businessweek, vemos que la demanda laboral en Uruguay se ubicó 114 % por encima de lo que fue el mismo mes del año anterior. Esto se traduce en un aumento de 1373 solicitudes de empleo, mientras que el desempleo empezó a bajar (10,20 %, datos del INE), generándose una mejoría en los indicadores del mercado de trabajo.

Nuestro país venía de una recesión en materia de oportunidades de trabajo, la cual se vio duramente impactada con la llegada de la pandemia.

Cuando Uruguay comienza a tener un crecimiento sostenido de su economía, empieza a generarse un movimiento continuo y sostenido de las personas, el cual se traduce en renuncias en las organizaciones. Esto responde a motivaciones similares a las expresadas en el artículo inicial, que llevan a la persona a la búsqueda de otros objetivos para su vinculación laboral.

A su vez, vemos datos que se desprenden de distintos artículos y encuestas que muestran que las personas valoran cada vez más la posibilidad de teletrabajar, reducir la cantidad de horas de trabajo, mayor reconocimiento económico, pero, por sobre estos aspectos, vemos que las personas se sienten impulsadas a tomar decisiones de renuncia producto de culturas organizaciones tóxicas y falta de reconocimiento.

Más allá de los diversos motivos de las renuncias, no debemos pasar por alto que hay otros aspectos que han cambiado después de dos largos años de pandemia. Sin lugar a duda existe un gran consenso de que hay un “gran agotamiento” provocado por el teletrabajo, jornadas muy extensas, interminables videollamadas, gran incertidumbre, cambio de prioridades, entre otras tantas razones. Debemos aceptar que estamos viviendo muchas cosas que no habíamos pasado anteriormente, y que, por lo tanto, generan cambios en las personas, de los cuales deben tomar nota las organizaciones.

No obstante, a pesar de encontrarnos en otro mercado y de que el impacto de la pandemia ha generado situaciones totalmente distintas, las causas por las cuales las personas cambian de trabajo siguen siendo similares y las personas que renuncian son aquellas que pueden o las que ya no se alinean con la cultura de su organización.

Comenzamos a ver cada vez más que las personas incluyen dentro de su decisión de cambio y desarrollo profesional la flexibilidad para un balance de la vida personal y familiar.

En conclusión, aunque no exista una gran renuncia en nuestro país, sí podemos decir que tenemos instalado cierto agotamiento y que, a medida que la pandemia se está controlando, pueden comenzar a perderse aspectos asociados a la flexibilidad en el trabajo. Ante una situación de este tipo, no es conveniente responder con tensión, rigidez y control, ya que generaría mayor confrontación entre las empresas y las personas, lo que llevaría a continuar perdiendo talento y personas valiosas. Por el contrario, si tenemos una postura de escucha activa, de apertura a buscar soluciones a los distintos planteos, de creatividad para solucionar temas que no son cotidianos y mayor flexibilidad, estaremos contribuyendo desde la organización a disminuir las tensionas, a enfocar a las personas en una mejora de su productividad y trabajaremos en organizaciones más sostenibles.

Autor

Director Comercial de Advice

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