Revista del IEEM
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Un nuevo marco para la sustentabilidad

Toda estrategia de negocios que quiera perdurar en el tiempo debe tener base en la creación de valor en forma sostenible. En este contexto es que adquirieron importancia los temas Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ESG por sus siglas en inglés) no solo para las empresas, sino también para inversores, reguladores, clientes y proveedores. Esto impulsó la necesidad de dar a conocer qué están haciendo las organizaciones en la materia de una forma congruente, completa, comparable y verificable.

La necesidad de incorporar reglas que ayuden a las organizaciones a elaborar información que permita transmitir sus estrategias y desempeños a diferentes usuarios, generó la creación del Consejo de Normas Internacionales de Sustentabilidad (International Sustainability Standards Board – ISSB, por sus siglas en inglés), creada por la Fundación IFRS y cuyo objetivo es emitir, próximamente, un marco normativo único para que las compañías reporten información no financiera, relacionada con sustentabilidad y clima.

En marzo, la ISSB publicó dos borradores de normas: uno sobre Requerimientos Generales para la Información a revelar sobre sustentabilidad relacionada con información financiera (NIIF S1) y otro sobre Información a revelar relacionada con Clima (NIIF S2). Se trata de propuestas con base en estándares y marcos existentes, como los del Consejo de Normas de Contabilidad de Sustentabilidad (SASB, por sus siglas en inglés) y las recomendaciones del Grupo de Trabajo sobre Divulgaciones Financieras Relacionadas con el Clima (TCFD, por sus siglas en inglés).

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Toda estrategia de negocios que quiera perdurar en el tiempo debe tener base en la creación de valor en forma sostenible.

La NIIF S1 establece requerimientos generales respecto a temas de sustentabilidad que las compañías deben revelar de manera periódica, por ejemplo, qué tipo de estructura de gobierno tiene la compañía para identificar, evaluar y monitorear los riesgos relacionados con el clima o con la sociedad; la forma en la que gestionan y mitigan esos riesgos; la estrategia de la compañía para abordar riesgos y oportunidades significativos relacionados con la sustentabilidad; sus métricas y objetivos, es decir, los compromisos que tienen para combatir el cambio climático, las mediciones que hacen al respecto y las acciones con las que piensan cumplir sus metas.

La NIIF S2 se enfoca más específicamente en el clima y en las revelaciones que las compañías deben realizar, concretamente, respecto a su impacto ambiental; por ejemplo, la medición de los gases de efecto invernadero (GEI).

El giro organizacional y los desafíos por venir

Las nuevas normas financieras sobre sustentabilidad representan un hito importante en lo que tiene que ver con preparar la información contable de las empresas, por dos razones. La primera es que se podrá contar con un marco integral y único que promueva la responsabilidad social y el cuidado del medio ambiente. La segunda, que dicho marco utilizará un lenguaje estructurado que será entendible para las áreas que elaboran los reportes contables o financieros de las empresas. Este proceso de emisión de normas es un gran desafío que las diferentes organizaciones deberán transitar, quizás tan desafiante como en su momento fue la adopción de las Normas Internacionales de Información Financiera.

Transitar hacia un enfoque sustentable no solo debe limitarse a un trabajo exclusivo de los equipos contables, sino que debe abarcar a todas las áreas de la organización. Cuando una compañía crea una estrategia de sustentabilidad, en realidad está creando una estrategia de valor, y ello implica tomar decisiones de inversión, de financiamiento, de fusiones y adquisiciones, planeamiento fiscal, aspectos legales, así como de los procesos productivos. Por ejemplo, puede ocurrir que la organización modifique su proveeduría para cumplir con su estrategia sustentable y sus compromisos de reducción de emisión de GEI.

Las nuevas normas financieras sobre sustentabilidad representan un hito importante en lo que tiene que ver con preparar la información contable de las empresas.

En ese sentido, la educación interna representará un verdadero reto para las empresas. Estas tendrán que transmitir, a todos sus profesionales, de todas las áreas, la importancia que tienen las acciones enfocadas en la sustentabilidad.

Adicional al reto de inculcar la nueva cultura organizacional, las compañías tendrán otro desafío: recolectar y capturar la información no financiera para preparar sus revelaciones. Por lo tanto, tendrán que redefinir procesos y controles, a fin de garantizar la disponibilidad de información y datos libres de errores materiales.

Nuevas normas, nuevas oportunidades

Un nuevo marco regulatorio para alinearse a las tendencias financieras y de sustentabilidad puede traer diferentes beneficios para las empresas. Al hacer el esfuerzo de trasmitir el nuevo enfoque organizacional a los colaboradores, probablemente se estarán atendiendo, también, los temas que a ellos les preocupan. Esto ayudaría a generar mayor lealtad y compromiso.

Las generaciones más jóvenes, que son las que muestran una mayor preocupación sobre temas ambientales, de inclusión y de estructura de gobierno, se convertirán en la mayor fuerza de trabajo en el mercado. Por esto, las empresas tienen que empezar a atender estos temas lo antes posible.

Más allá del cumplimiento regulatorio, las organizaciones que muestren una preocupación genuina acerca de los temas que a futuro pueden impactar no solo en los negocios, sino en el planeta, podrán obtener una diferenciación de sus competidores.

Finalmente, en lo que se refiere a la eficiencia de procesos, muchas organizaciones descubrieron oportunidades para reducir costos. Se atrevieron a replantear la manera en la que solían hacer las cosas y, en ciertos casos, el resultado fue positivo, aprovechando que el camino de la sustentabilidad a veces resulta la manera menos costosa de trabajar.

Más allá del cumplimiento regulatorio, las organizaciones que muestren una preocupación genuina acerca de los temas que a futuro pueden impactar no solo en los negocios, sino en el planeta, podrán obtener una diferenciación de sus competidores.

Todo lo anterior redundará en el gran beneficio de contar con información comparable, gracias al nuevo marco normativo común, y eso permitirá a las compañías crear valor en el tiempo, así como atraer más y mayores inversiones. Es evidente, por tanto, que la sustentabilidad es el punto en el que confluyen los intereses de las organizaciones y de los inversores. En ello radica la importancia de contar con nuevas normas que unifiquen criterios para revelar los temas de sustentabilidad y clima relacionados con la información financiera.

Si hay algo claro es que el futuro de los negocios es sustentable y, entre más rápido asimilen esto las empresas y den el paso en esa dirección, mejores resultados obtendrán en el panorama que ya se dibuja desde ahora.

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